Escribimos para familias que quieren enseñar los sacramentos a sus hijos

CHILE, David Osorio Schmied •

Las escritoras y amigas, Francisca Bambach y Gabriela Kast, autoras de la serie sobre los Sacramentos, cuentan el proceso de más de 20 años que las llevó a lanzar una colección de nueve libros sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, con textos ágiles y cuidadas ilustraciones hechas para acercar los sacramentos a los niños.—

Mientras era arzobispo de Santiago, Monseñor Carlos Oviedo Cavada tuvo la inquietud de que no se estuviera transmitiendo la fe ni la doctrina dentro de la familia chilena. Ante esto, puso en marcha una idea que, posiblemente, no imaginó los efectos positivos que tendría hasta hoy: juntar, para escribir algo al respecto, a dos personas que no se conocían: una, miembro de Schoenstatt y la otra, supernumeraria del Opus Dei. El primer resultado, tras 15 años de intenso trabajo, fue una didáctica publicación de cuatro tomos, titulada “Camino, Verdad y Vida”, escrita para acercar a las familias al Catecismo de la Iglesia Católica.

Dos desconocidas que eran muy parecidas

“No nos conocíamos y resultó que las dos éramos mamás jóvenes, llenas de niños, profesoras y muy parecidas”, recuerda Francisca Bambach, coautora junto a Gabriela Kast de la recientemente lanzada colección sobre los sacramentos de Editorial Nueva Patris. Para Francisca, “fue una intuición muy fina. Yo (a Monseñor Oviedo) no lo conocía personalmente, pero trabajé en la parroquia en unas misiones familiares en las que hice los textos, y no sé cómo llegaron a él, parece que un padre se los mostró. De hecho, cuando me llamaron del arzobispado, pensé que estaban equivocados y querían hablar con mi hermana que es más intelectual”.

Gabriela, quien es una activa schoenstattiana, ya había publicado tres libros infantiles cuando le presentaron a su amiga y considera que fue algo “muy bonito, porque yo aprendí a querer al Opus Dei y la Francisca a Schoenstatt”, cuenta.

En 20 años cambian muchas cosas

Han pasado más de dos décadas de aquel primer encuentro entre las autoras y la sintonía aparece a simple vista. Son grandes amigas y han desarrollado diferentes proyectos en conjunto, motivadas por una vocación evangelizadora que, según dicen, muchos más tienen. “Escribimos porque vemos que las familias jóvenes quieren enseñar a sus hijos el camino de la Iglesia”, dice Francisca. “En 20 años pasan muchas cosas: nacen niños, se han ido varias personas, y el ver cómo estos sacramentos nos han ido acompañando a través de este tiempo es el ciclo de la vida”, reflexiona Gabriela.

Por estos días, la afiatada dupla estrena una nueva publicación, basada en aquella entrega sobre el Catecismo, nacida del encargo de Monseñor Oviedo, pero ahora respondiendo a una realidad actual de nuestra sociedad. “Esto es mucho mejor, porque la gente no tiene tiempo. ¿Por qué todas existen estas redes sociales, las imágenes y los WhatsApp? Porque la gente anda apurada. En cambio, esto está más condensado, lo puede tomar cualquier persona y no se siente agobiada. Es mejor en todo: en tamaño, en valor y en extensión”, dice Francisca. La colección de Nueva Patris consta de nueve volúmenes y tiene características muy distintivas: textos ágiles y cuidadas ilustraciones hechas para acercar los sacramentos a los niños.

Como la papilla al niño

La idea de estos textos nació de Gabriela Kast, quien tiene varios títulos dentro del catálogo de Editorial Nueva Patris, y que junto a su amiga pensó en la posibilidad de hacer las entregas por fascículos, lo que finalmente se materializó con la indispensable ayuda de la Fundación Cultura Nacional. Francisca Bambach agrega que “es un trabajo sin fines de lucro, un apostolado con el fin de evangelizar”.

 “Para los párrocos es muy útil, también para las diócesis que lo puedan ocupar, porque está la tarea hecha”, estima Gabriela Kast. “Es importante que existan pastores que lleven la Palabra y la gracia de Dios a través de los sacramentos”, agrega en relación con el título “El Sacramento del Orden”.

Francisca Bambach piensa que el contenido de esta obra es como la papilla con que se alimenta a un hijo día a día, “Tú, de sopetón, no puedes decir a un niño a los doce años que aprenda la doctrina de Cristo, hay que irlo conociendo para quererlo y tratarlo. Junto con alimentarlo tienes que transmitirle la fe y la doctrina de Cristo, ésa es la parte femenina y de mamá que le hemos dado a esto”. En este sentido, el tomo “Pintemos las Maravillas del Señor” es para ellas una “catequesis dibujada”.

El ejemplo y el testimonio valen más que los grandes discursos

A modo de mirada general relacionada al contexto de la obra, Gabriela Kast estima que “los grandes discursos ya no están sirviendo, sí el ejemplo, el testimonio. Si me ven contenta, traspasada de alegría en la fe, eso atrae. En este momento lo que vale es el ejemplo, el testimonio de vida, la coherencia de vida”.

Al momento de los agradecimientos, las autoras vuelven a recordar a la Fundación Cultura Nacional, a Editorial Nueva Patris, a muchas personas que hicieron su aporte a lo largo del camino y a sus familias, “que perseveraron en la fe, nos apoyaron y aguantaron”.

Fuente: Revista Vinculo, Chile