ARGENTINA, Teresa Fiorrucci •
A pesar del frío se realizó nuestra Feria Americana del mes, el sábado 8 de julio, que es nuestro espacio para ofrecer a bajo precio ropa, utensilios de cocina, zapatos, muebles para todos los que asisten. Es una verdadera fiesta de encuentros donde todo lo ofrecido tiene una segunda oportunidad de uso. —
Agradecemos profundamente a quienes nos donan y a quienes vienen a comprar, pues con lo recaudado podemos sostener la obra que desde la ermita se ofrece al barrio:
- Catequesis
- Apoyo escolar
- Biblioteca popular
- Alimentos por mes para 26 familias
- Bolsa de trabajo
- Apoyo psicológico gratuito
- Misas los miércoles y domingos
- Bautismos
Pedí a Patricia y Claudia, dos de los responsables de la Feria Americana, que nos contaran por qué lo hacen y cómo lo experimentaron en esta oportunidad.
Feria Americana en la ermita de City Bell
Es una de las maneras de ayudar al prójimo
Claudia: Cuando llega este día nos sentimos satisfechas y con muchas emociones encontradas porque creemos que es una de las maneras en que podemos ayudar al prójimo.
Patricia: La verdad es que nosotras somos nada más que una partecita de un grupo grande de personas que trabajan ad honorem entregando todo su tiempo, toda su alegría, todo. Es una satisfacción hacerlo. Y después nos vamos reconfortadas en el corazón.
Feria Americana en la ermita de City Bell
Una respuesta concreta a la crisis del país
Claudia: Si bien es mucho trabajo organizar la feria. Empezamos muy temprano para poder preparar con un grupo grande de gente que nos apoya. Siempre llegamos al final agotadas, pero nos queda mucha paz interior y mucha alegría, y lo volvemos hacer al mes siguiente.
Patricia: La gente lo espera. Eso se nota. Lamentablemente por la crisis que está viviendo el país, las personas aprovechan la ropa que está en buen estado, todo lo que se vende en el bazar, es bastante amplio lo que ofrecemos.
Claudia: Agradecemos también a la gente que viene a comprar, porque lo recaudado nos permite continuar con las obras pastorales acá en la ermita.
Patricia: Y siempre agradecer a la gente que dona, porque nosotros vendemos, pero porque hay gente que dona desinteresadamente. Entonces nos ayudamos todos y eso nos deja muy reconfortadas.
Claudia: Y a la Mater, que nos apoya. Es la guía y siempre nos encomendamos a Ella.
La ermita en City Bell es un centro de Schoenstatt en el mejor sentido, completamente al servicio de la gente del barrio y de la parroquia. Un lugar donde la gente encuentra aquella Iglesia de brazos abiertos que acompaña, escucha, sana…
Colaboración: Tita Andras, Viena; Claudia Echenique, Buenos Aires
