PORTUGAL, Lena Castro Valente •
Desde el pasado mes de agosto existe en Brasil un santuario (una vez santuario, siempre santuario) con puerta y ventanas de vidrio. Dado que las antiguas ventanas con vitrales fueron removidas, podemos decir que las actuales están hechas simplemente de vidrio. —
Saber lo que acontece en la vida del Movimiento de Schoenstatt en todo el mundo es una necesidad y una gracia. Poder sentir el palpitar del corazón de la vida que brota de los más de 200 santuarios que se extienden por varios continentes nos une en la misión y en la fraternidad de valores que definen nuestro carisma.
Por eso siempre he acompañado con emoción e interés los diferentes sucesos de esta dolorosa fase de “Dachau” por la que ha pasado, y sigue pasando, el santuario de Santa Cruz do Sul y agradezco al equipo de redacción de schoenstatt.org por la constante información que nos permite estar al tanto de lo que va ocurriendo.
La fidelidad de la Mater
La vida continúa brotando en abundancia en este santuario, o como llamaban los fundadores al santuario original – nuestra pequeña capilla – y los hijos de Santa Cruz do Sul han respondido ADSUM, sin desfallecer, desde que en 2020 la cruz se irguió sobre ellos y sobre el futuro de la casa de la Mater.
En esto se aprecia, claramente, la fidelidad de nuestra Madre y Reina. Ella es LA SIEMPRE fiel que no abandona su morada, donde desde hace más de 40 años aceptó establecerse, prometió que así sería y continúa cumpliendo su promesa “por los siglos de los siglos”. “Dios quiere, el hombre sueña y la obra nace”, en las palabras del gran poeta portugués Fernando Pessoa y no hay “mano humana” que pueda deshacer lo que Dios, en su voluntad, quiere hacer.
¿La voz de Dios?
¿En toda esta experiencia de “Dachau” existirá aquí una fortísima voz de Dios? ¿No será este santuario con ventanas y puerta de vidrio el paradigma da la Iglesia a la que se aspira hoy? Una Iglesia con total transparencia, en la que el Espíritu de Dios no esté aprisionado detrás de puertas opacas, sino que irradie libremente y que quien esté fuera pueda beneficiarse, incluso sin entrar.
Un santuario completamente insertado en el mundo real, en medio del pueblo de Dios, sin barreras visuales que impidan su comunión con la vida diaria. Un santuario en salida.
Viva el santuario de Santa Cruz do Sul, paladín de la Iglesia de las nuevas playas.
Original: portugués, 20.9.2022. Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México
