ESTADOS UNIDOS, Michael Fenelon. Esta foto es un regalo de la Divina Providencia que simboliza la paternidad del Padre Kentenich y nuestra infancia espiritual frente a él. Todavía recuerdo este día cuando la foto fue tomada. Era un día de sol radiante, 26 de mayo de 1963. Yo tenía ocho años de edad. Algunos feligreses habían invitado al Padre a mirar una propiedad para el posible futuro desarrollo de Schoenstatt. En algún momento durante la caminata por la propiedad me le acerqué al Padre y él tomó mi mano.
Debo confesar que no recuerdo exactamente el momento de haber estado de la mano con el Padre, me imagino que llegamos a intercambiar algunas palabras. Luego supe que como la tierra era un tanto accidentada el Padre necesitaba apoyo para afirmar en el camino. No quiso tomar la mano de un adulto, por eso tomó la mano de un niño. Esto nos da la oportunidad de tener una hermosa meditación acerca de cómo no solamente nosotros necesitamos al Padre, sino que el Padre nos necesita a nosotros para cumplir su misión de Schoenstatt.
Pasaporte al mundo
Mi esposa y yo le llamamos a esta foto nuestro “pasaporte” al mundo. Hemos sido invitados a todas partes en nuestro mundo de Schoenstatt. Antes me daba vergüenza hablar de esta foto. Supongo que muchos otros pueden dar mejores testimonios que lo que puedo recordar de cuando tenía ocho años de edad. Al ver que otras personas se identificaban con esta foto y por medio de ella se vinculaban al Padre me ha motivado a compartir su historia. Todos nos podemos ver en el pequeño niño caminando de la mano con el Padre. Los rostros de alegría al compartir esta historia muchas veces nos llenan de humildad. Desde que comprendí el significado de compartir este pequeño relato lo he tomado como parte de mi misión personal (y ahora de mi esposa también.) Ya no me da vergüenza hablar de esta foto, sino que es un honor para mí.
Traducción: Hna. M. Isabel, Estados Unidos
en nuestra devoción al padre se encuentra el camino a la bondad y siempre is importante recordad que nosotros como sus hijos debemos preguntarnos que podemos hacer por nuestro padre y no el por nosotros. No es con menos uso de razón que en la descripción de esta foto dice "no solamente nosotros necesitamos al Padre, sino que el Padre nos necesita". El padre Kentenich hombre bendito
nos recuerda una vez mas el camino que debemos tomar. Por esto le agradezco el despertar de mi fe
Que bueno contar con éste testimonio del niño( hombre ahora) de ésta hermosa foto que de solo verla lo llena a uno de una emoción muy grande y nos hace sentir nuevamente porque somos Schoenstatianos.
FELIZ DIA DE PENTECOSTES, desde Pinamar. Buenos Aires. República Argentina.
El nombre del fotografo: Padre Josef Neuenhofer.
En la foto falta mencionar a la persona que tomo la fotografia, en ese tiempo era un seminarista, visitando al Padre Kentenich, hoy trabaja como sacerdote diocesano en Bolivia.
Qué hermoso testimonio y qué alegría saber quién es el niño de la foto.
Como bien dice Michael, todos tenemos una historia y una fantasía con esa foto: ser el pequeño que acompaña al P. Kentenich y ayudarlo en su camino.
Gracias por compartir esta vivencia!
Espero muy pronto conocer al niño, hoy un hombre sumamente comprometido con Schoenstatt, juntamente con su esposa Margaret.