mev. Después de haber vivido en Schoenstatt por casi cuatro años, el P. Waldo Riveros de la Federación de Sacerdotes Diocesanos, volvió a su país – Bolivia – para continuar con su misión para la Iglesia.

Entrevista con el P. Waldo Riveras

El Padre Waldo vivió en la casa Marienau mientras estudiaba una licenciatura en Historia de la Iglesia en la Universidad de los Pallottinos en Schoenstatt. Antes de partir concedió una entrevista a schoenstatt.org.

“Me ordené sacerdote el 8 de diciembre de 2004 y siempre trabajé en los campos afuera de la ciudad. Cuando empecé a hacer las averiguaciones para prolongar mis estudios se abrió la posibilidad de venir a Schoenstatt y el Obispo de mi diócesis estuvo de acuerdo”.

¿En qué consistió su trabajo en estos años?

“Primeramente pude tomar contacto con la hermandad de la diócesis de Tréveris y a través de ellos he colaborado con una parroquia, donde cada año he reemplazado al párroco y he tenido la posibilidad de conocer a su gente. También pude trabajar la diócesis de Rottenburg – Stuttgart y en la misión española en varias parroquias”.

El P. Waldo conoció Schoenstatt en la Juventud. Asistió a un campamento vocacional en Chile por invitación del P. José Neuenhofer. Luego de un proceso de discernimiento ingresó al seminario en su diócesis.

El primer curso de la Federación de Sacerdotes en Bolivia

“Comencé el seminario en 1996; junto con tres compañeros formamos el primer curso de Federación en Bolivia”, nos cuenta. “Al momento existen 2 cursos más de la Federación de Sacerdotes Diocesanos en Bolivia, ambos en formación”.

Al preguntarle sobre las experiencias que más lo han marcado en su tiempo en Alemania, nos dice: “He conocido mucha gente pero también he conocido mucho de Bolivia estando acá”.

¿Cómo describiría su experiencia aquí en Schoenstatt?

Definitivamente es una experiencia distinta a la de Latinoamérica. En Bolivia no hay Hermanas de María ni Padres de Schoenstatt, es un movimiento más laical, acá se vive un Schoenstatt distinto, pero con un padre Kentenich muy viviente. Una de las experiencias que más aprecio de este tiempo es la relación con la Federación de Sacerdotes, verlos llegar para nuestras celebraciones, desde todas partes de Alemania, sacerdotes de todas las edades, vienen a cargar fuerzas y se van tan contentos… ¡Son un gran testimonio!

Sus Santuarios

En relación al Santuario comenta: “Mi relación con el Santuario Kanaan Patris ha sido muy profunda, en él me siento realmente en casa, igual que cuando estoy en el Santuario de Achumani. También me ha alegrado mucho ver la vida que se está gestando en torno al Santuario Original y el ambiente que allí se respira”.

Antes de despedirse, compartió también con nosotros lo que piensa respecto al 2014: “El 2014 es un desafío grande, no solo la preparación y la cantidad de gente, sino para Schoenstatt como iglesia y como Familia Internacional, la experiencia de que llegue gente de tantos países debe ser aprovechada para compartir como Familia y profundizar los vínculos”.

mev. Después de haber vivido en Schoenstatt por casi cuatro años, el P. Waldo Riveros de la Federación de Sacerdotes Diocesanos, volvió a su país – Bolivia – para continuar con su misión para la Iglesia.

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