Publicado el 2010-11-04 In schoenstattianos

Una corona viva partió al cielo a coronar a la Reina…

Madelin Rincón Mieses, miembro de la Juventud Femenina de Schoenstatt de la República Dominicana, fallecida el 19 de octubre de 2010  REPÚBLICA DOMINICANA, Hna. Marissel. El martes 19 de octubre por la tarde, Madelin Rincón Mieses, miembro de la Juventud Femenina de Schoenstatt de la República Dominicana, dejó esta tierra para encontrarse con la Reina Celestial en la eternidad… Su vida es un gran testimonio para la juventud. Muy probablemente sea la primera «cruz negra» del trienio al 2014.

 

 

Con la Juventud Femenina, un año antes de su muerte

Conociendo un poco de su vida

Madelin nació el 26 de diciembre del 1993 en la Victoria, era la menor de tres hermanos y la única niña de la casa, por lo que era muy apreciada por todos sus familiares.

Desde niña sus padres se preocuparon por su educación cristiana. Sus abuelos paternos pertenecen a la rama de los matrimonios de Schoenstatt, y por esto tenía una vinculación con la Mater en su Santuario. Hizo su primera comunión aun muy pequeña.

A los 11 años a Madelin le diagnosticaron una insuficiencia en la válvula mitral. De ahí en más, comenzaron las fuertes crisis que con el tiempo debilitaron su corazón. A pesar de los muchos cuidados médicos, su corazón se iba deteriorando progresivamente.

Era muy servicial, se destacaba por un gran amor a los niños: siempre estaba dispuesta para cuidar a los niños de su entorno y con gran confianza los vecinos le pedían a Madelin este servicio. Tímida y silenciosa, pero siempre con una hermosa sonrisa, servía desinteresadamente a los demás y por eso era el centro de atención de muchos.

Su amor por Schoenstatt…

En 2007, la tercera de izquierdaMadelin se preparó muy especialmente para sellar su Alianza de amor junto a su grupo de vida. A pesar de su debilidad física, hizo lo posible por participar de toda la formación ante su Alianza de amor. Pero para ella fue un gran sufrimiento el no poder sellarla junto a su grupo de vida: debido a una fuerte lluvia Madelin no pudo llegar el día previsto para su consagración. Lloró amargamente. La Hermana Asesora de la juventud le preguntó si aún quería sellarla ella sola. El grupo y su dirigente trataron de motivarla sabiendo que era muy tímida y que quizás no se atrevería a hacerla ella sola, pero valientemente no dudó en dar su respuesta y días después, en la Santa Misa de 7,00 hs.

Madelin selló su Alianza de Amor ante el trono de la Reina Tres Veces Admirable en el Santuario Victoria Patris. Su grupo de vida le acompañó y la asesora le ayudó todo lo posible para que no se pusiera nerviosa. Fue un día que la marcó a ella y a todos los que participaron en ese acto. Decía en su oración de consagración: «Mater, te entrego mis defectos y virtudes, mis dudas… y mi corazón con su pobreza y su riqueza».

Su frase preferida: «Mater, que quien me mire te vea»

Madelin misioneraMadelin se esforzó por mantener la fidelidad a su consagración. En muchos de sus escritos pide la gracia de la fidelidad, repetía muchas veces la frase: Mater, que quien me mire te vea. En sus peticiones y escritos le pedía a la Mater que la ayudara a mantenerse pura y noble como una pequeña María. Le encantaba el ideal nacional de la juventud: ser una «Corona viva del Padre para ti».

Todos los que la conocieron percibieron en ella esa pureza y nobleza que irradiaba, y cómo en medio del mundo, ella marcaba la diferencia entre las demás jóvenes… Junto al Padre y Fundador, y unida a toda la Juventud Femenina de Schoenstatt de su zona, ella rezaba cada día: «Dios te salve María, por tu pureza…».

Toda la Juventud de Schoenstatt le tenía un gran aprecio, podían ver el esfuerzo que hacía por participar en todas las actividades de la rama. Muchas veces su grupo fue hasta su casa para reunirse cuando ella no se sentía bien…

Durante este año 2010 Madelin sufrió varias crisis que no le permitieron salir de su casa. A principios del mes de julio los médicos decidieron que se le debía practicar una cirugía a corazón abierto para cambiar la válvula en su corazón. Se sabían los riesgos de esta cirugía, por lo que se inició una cadena de oración mientras su familia y amigos buscaban los medios para que se la pudiera operar. Todos esos meses fueron una gran lucha: se necesitaban 18 donantes de sangre y debían hacerle aún muchos estudios médicos. Mientras todos estaban preocupados y angustiados, a Madelin se la veía muy tranquila y serena, incluso cuando fue a la oficina de la Juventud a informarle a su a asesora la fecha de su cirugía. La Hermana – muy preocupada – le preguntó cómo se sentía, pero ella, con una gran sonrisa, le dijo: «Hermana, usted puede estar tranquila, yo estoy bien porque sé que la Mater y el Padre van a estar conmigo», lo que causó tranquilidad y alegría en su interlocutora. Mientras se acercaba la fecha de la operación, toda la juventud rezaba y ofrecía muchos sacrificios para que fuera exitosa.

El día anterior a la cirugía, Madelin fue al Santuario, estuvo rezando un rato ante la MTA, luego conversó mucho con su asesora y se preparó para una buena confesión. La Hermana y otras amigas de la juventud la acompañaron a su parroquia. Se confesó y recibió la unción de los enfermos. En todo momento inspiraba paz, cuando terminó de recibir los sacramentos les dijo a sus amigas que se sentía feliz y con una gran paz, todas la abrazaron y le dijeron: «Madelin es que ahora ya eres santa». Volvió con mucha alegría a su casa y también le expresó a su mamá que se sentía feliz porque había visitado el Santuario, porque había podido conversar con su asesora, y mucho más porque se había confesado y recibido la unción de los enfermos…

Con esa alegría y gran paz, Madelin fue sometida al día siguiente a la cirugía, que según los médicos fue exitosa, solo que no esperaban que en el transcurso de los días su cuerpo rechazara la válvula que le habían colocado. Hicieron todo lo posible por su recuperación, pero al cuarto día hubo que operarla nuevamente, y esta vez no lo resistió. Ese día muchas integrantes de la juventud pasaron casi todo el día en el Santuario pidiendo por un milagro, pero la voluntad de Dios era otra: alrededor de las 15 hs. Madelin se fue al cielo. Un gran dolor embargó a su familia y a toda la Juventud Femenina de Schoenstatt, pero también comprendieron el actuar de Dios en su Divina Providencia, con la certeza de que ella ya está en el cielo.

Su último adiós…

El Santuario, día de la apertura del trienioEl funeral de Madelin fue también una experiencia inolvidable: estaba hermosa, parecía una princesa con su traje blanco, en su cabeza una corona de rositas blancas, el rosario en sus manos y su medalla de Alianza. La bandera de la Juventud Femenina cerca de su ataúd y una multitud de personas, entre ellos muchos jóvenes, fueron a darle el último adiós. Finalmente fue llevada al Santuario, y con una Misa de cuerpo presente, Madelin fue a despedirse de su lugar predilecto.

La Juventud Femenina cantó en la Santa Misa sus canciones preferidas. Todas las personas que la miraban en el Santuario expresaban su emoción, porque realmente parecía una princesa de la Mater durmiendo en paz. Ella es la primera Corona Viva de esta generación que se fue al cielo, y muy probablemente la primera cruz negra del trienio de preparación al 2014.

«Agradecemos a Dios Padre por el regalo de tener a Madelin en nuestra Familia de Schoenstatt. Ella ahora es un gran testimonio para la juventud. También agradecemos a todos los que se unieron a nosotros en oración por ella».

5 Responses

  1. DAHIGNI MIESES SU PRIMA HERMANA dice:

    MI PRIMA ES UN ANGEL Y AUNQUE ME CUESTE SU PARIDA SE QUE NOS BENDISE ME SIENTO ORGULLOA POR HABER SIDO COMO SU HERMANA NUNCA LA OLVIDARE

  2. JF Rep.Dom. dice:

    Nosotras la JF de Rep.Dom. estamos mas que orgullosas y agradecidas con nuestro padre DIOS porque nos dio el privilegio de conocer y compartir con Madelin. Ella fue y sera para nosotras un modelo de heroismo y valentia ya que en el transcurso de su enfermedad nunca dejo morir su alegria y fue fuerte hasta el ultimo momento de su vida.

    Siempre vivira en nuestros corazones.

  3. Una amiga de Madelin... dice:

    Ralmente la familia de Schoenstatt en la República dominicana nos sentimos muy orgullosos de Madelin, quienes estuvimos cerca de ella pudimos experimentar su ser noble, era toda una pequeña Maria, y ahora un gran testimonio de vida para inspirar a las jovenes a vivir de ideales santos, así como lo vivió Madelin, enfatizando esa hermosa frase: Mater que quien me mire te vea.
    Es lindo poder escuchar eso de una joven en nuestro tiempo.
    Estoy segura de que ella esta gozando en la eternidad junto a nuestra Reina de Schoentatt.

  4. Queca Espinoza dice:

    Me gustó mucho la historia de Madelin, que hermoso poder irse de esa forma como ella se fue al Cielo.
    Nuestro Padre Fundador escribió: "Enséñame a vivir cada día de tal manera que el morir sea fácil, como corresponde a un heredero del cielo; enséñame a enjuiciarme cada noche para que despues de la muerte contemple tu rostro y el de Dios".P.J.K.

    "Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño. Así una vida bien usada causa una dulce muerte". Leonardo Da Vinci

    Ya tenemos otro Ángel en el Cielo.

    Desde Lima-Perú, queca espinoza

  5. Cristina Arana de Sanguinetti dice:

    Desde Argentina a la Familia de Schoenstatt de la República
    Dominicana.
    Esa niña que partió a la Casa del Padre era una Pequeña María.
    La tomo como ejemplo, yo que soy una señora de la Obra Familiar,
    me uno a la Familia de Schoenstatt y a su familia para decirles
    que me parece que ella ya intercede por todos nosotros.
    Con Cristo Su Hijo, nos bendiga la Virgen María. Amén.
    Recuerdos a todos
    Cristina Arana de Sanguinetti

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