Sarah-Leah Pimentel. Mientras la Familia de Schoenstatt en Sudáfrica comienza su preparación logística para su próxima peregrinación a Schoenstatt –estamos casi al 50% del avance- he tenido varias conservaciones acerca de la importancia de “esta” peregrinación en la historia de nuestra Familia de Schoenstatt Internacional.

Pareciera que hay dos interrogantes principales para la gente aquí en Sudáfrica y en otras partes del mundo.

La primera pregunta es ¿será que me vale la pena hacer el viaje a Alemania y estar en Schonestatt el 18 de octubre de 2014, entre una multitud en la que quizás no podré tener un momento de paz en el Santuario Original?
La segunda interrogante está relacionada con la primera: ¿no sería más conveniente ir a Schoenstat durante 2014 –cualquier otro momento-donde pueda recibir las gracias del Jubileo y pasar de verdad un momento de oración en paz en el Santuario Original y los lugares santos?

No puedo imaginar estar en otro lugar que en el Santuario Original

A pesar que no puedo imaginar estar en un lugar diferente al Santuario Original el 18.10.14, tuve que retroceder un poco ha comienzo de mi participación en esta peregrinación y reconocer que mi entusiasmo puede estar influenciado por mi experiencia como intérprete en la Conferencia 2014, en la que nuestros corazones se encendieron cuando comenzamos a imaginar cómo sería la Celebración del Jubileo.

Para muchos de nosotros esta peregrinación puede ser la única vez en la vida en que visitemos el Santuario Original, como tanto lo hemos escuchado desde el primer momento en que conocimos Schoenstatt en nuestros países. Para  muchos de nosotros  esta peregrinación es el sueño de toda la vida, así que naturalmente queremos que la experiencia sea inolvidable y única, que podamos recordar en el futuro como un momento de encuentro personal profundo con la Madre Tres Veces Admirable en el lugar donde todo comenzó.

Sí. Un encuentro personal es un elemento importante de cualquier peregrinación religiosa, porque esperamos que la experiencia nos haga lograr un cambio en nuestras vidas y en nuestra relación con Dios. Pero en muchos sentidos, esta peregrinación es diferente de otra peregrinación que realicemos a Roma o Tierra Santa.

«Don y desafío de  la unidad familiar”

Primero que nada, ya estamos peregrinando. Comenzamos nuestra peregrinación hacia el Santuario Original hace tres años cuando se inició nuestra preparación espiritual, centrándonos en la vida que fluye de nuestra Alianza de Amor –el Santuario, nuestro padre y Fundador y nuestro llamado misionero. Una peregrinación hacia el Santuario Original –en persona o desde nuestros santuarios filiales, ermitas, santuarios hogar o santuario corazón, será el momento de la peregrinación en que celebremos “el don y desafío de la unidad familiar” (Mensaje 2014): Si hemos sido sinceros en nuestra preparación espiritual, estos tres últimos años hemos tenido una serie de encuentros personales con nuestra Madre y Reina con la que sellamos nuestra Alianza de Amor. Ahora estamos llamados a responder a la MTA a través de la alianza entre nosotros.

Más que un encuentro personal, el gran encuentro de todos los hijos de Schoenstatt en torno al Santuario Original, en unión con todos aquellos que no pueden hacer el viaje a Schoenstatt, será nuestro regalo de amor a la Santísima Virgen. Nuestra peregrinación será el regalo de amor de unos a otros, porque en nuestros encuentros durante los días en Schoenstatt y en Roma, seremos capaces de compartir nuestras experiencias personales de las distintas maneras en que vivimos nuestra Alianza de Amor en nuestros países de origen. Será un tiempo riquísimo de intercambio durante el cual nos alentaremos unos a otros a continuar nuestra peregrinación en la Alianza y llevar la llama encendida de estos encuentros a nuestra familia y nuestros países.

La segunda parte de la peregrinación a Roma será un regalo de amor a la Iglesia, en la que una vez más reiteraremos nuestro compromiso como instrumentos de servicio a la Iglesia, una santa, católica y apostólica. La Iglesia cuya fe profesamos. Será un regalo para el mundo, porque en la medida en que nos renovamos, también queremos compartir el tesoro de nuestra Alianza con el mundo a través de la renovación de los corazones. Pero esta renovación exige signos prácticos y visibles. Uno de los signos más visibles que a menudo atrae a las personas al Santuario, es la unión de nuestra familia.

Pero la unidad de nuestra familia es también un desafío. Ha habido momentos en los que no hemos vivido en armonía unos con otros. A veces nuestras debilidades humanas nos alejaron entre nosotros. Algunos pueden haber abandonado nuestras filas por de alguna manera les fallamos. A veces perdimos de vista la visión profética del Padre Kentenich sobre la misión de nuestra familia para el mundo. Las luchas internas entre nosotros “menguaron la fuerza del amor” y “lo que con una mano construimos, con la otra lo destruimos” (De la Consagración Nocturna, Hacia el Padre)

Nuestra peregrinación como un acto de reconciliación

Estos desafíos nos recuerdan que no podemos avanzar hacia el futuro sin entregar una vez más nuestro movimiento con fuerza en las manos de la Santísima Virgen. Nuestra peregrinación común a Schoenstatt el 18.10.2014 será también un acto de arrepentimiento, un acto de reconciliación entre unos y otros, y un momento de sanación de todas las heridas que en pasado hayamos podido causar a otros.

En este sentido, nuestra peregrinación se convierte en un acto de perdón y en un nuevo comienzo. Renovaremos nuestra Alianza de Amor con nuestra MTA, y entre nosotros a la sombra del Santuario Original como UNA FAMILIA INTERNACIO NAL DE SCHOESTATT. Y comenzaremos nuevamente como fundamentos de los próximos 100 años. Desde el Santuario Original saldremos en unidad, sin “reservas ocultas” que cansen y enfríen nuestros corazones.

Liberados de nuestras cadenas que nos esclavizan, seremos capaces de unirnos los unos a los otros en el corazón de nuestra Madre de manera que podamos escuchar claramente lo que Ella quiere para nuestra familia en los próximos cien años.

Es por esta razón que tantos como sea posible, nos encontremos en torno al Santuario Original el 18.10.2013 de manera que las palabras de la oración de nuestro Padre se hagan realidad para nosotros:

«El futuro será distinto.
dejaremos de lado las apariencias
sólo iremos en pos del ideal
que por todas partes nos alumbra”

Trad. Carmen M. Rogers, Santiago, Chile

Sarah-Leah Pimentel. Mientras la Familia de Schoenstatt en Sudáfrica comienza su preparación logística para su próxima peregrinación a Schoenstatt –estamos casi al 50% del avance- he tenido varias conservaciones acerca de la importancia de “esta” peregrinación en la historia de nuestra Familia de Schoenstatt Internacional.

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