La Mater visitaba (por uno o dos días) algunas familias de mi barrio y del coro polifónico de la Catedral al que yo pertenecía. Así llegaba periódicamente a visitar varios hogares y lugares de trabajo con una frecuencia casi semanal. Pero esta familia vivía lejos y cuando la recibían, nos quedábamos sin Peregrina durante al menos una semana entera. Si bien entre mis compañeras del Coro surgieron dos nuevas misioneras (Cecilia y Gladis/ junio 2010), el grupo de hogares que deseaban recibirla se ampliaba y así no daba abasto.

En el Hospital de Niños

En enero del 2010 había comenzado a ir al Hospital de Niños y después de la adoración al Santísimo Sacramento, guiada por la Hermana Margarita en la capilla, empezamos a acompañar a algún niño internado de gravedad, que por alguna razón no contara con la atención de la mamá u otros familiares.

Comenté al matrimonio Antognoli – coordinadores de la Campaña – estos nuevos caminos que la Peregrina iba abriendo y que sería bueno tener una imagen especialmente dedicada a los niños que padecen alguna enfermedad, así es que me facilitaron una que necesitaba ser restaurada. Lo hice lo mejor que pude siempre en oración y la acompañé con un cuaderno para que los chicos escribieran y/o dibujaran sus peticiones y agradecimientos. Al primero que visitó fue a Franco, quien había inspirado esta idea con su devoción a la Virgen.

Después, con la Peregrina acompañé entre enero y agosto a Magdalena, 11 años (sin padres) que padecía leucemia. Ella estaba en terapia intensiva y luego continué acompañándola cuando pasó a la sala donde realizan quimioterapia a muchos niños. Junto a la Mater le llevaba y le leía libros o materiales para dibujar u otros elementos dos veces por semana. En esa sala – donde el acceso también es restringido aunque no tanto como en terapia- se atienden a muchos pequeños pacientes a la vez (20 ó 30), por lo que la Mater muchas veces iba más allá y visitaba a los vecinos de Magdalena.

En el Hospital existen muchos voluntarios, así que si bien “hablábamos de Dios y de María” la catequesis está a cargo de un grupo proveniente del Sagrado Corazón.

Lamentablemente, para julio de ese año trasladaron a la Hna. Margarita a Tandil por razones de salud y sola no pude seguir con este servicio, lleno de gracia pero también de dolor.

Carolina

En enero del 2011 un albañil que estaba trabajando en la casa de un vecino que recibía la Peregrina me contó que su sobrina, internada, se estaba muriendo y me pidió por favor que la visitara con la Mater.

Carolina (7 años) – en la sala 21 del Hospital de Niños Sor María Ludovica – había sido desahuciada por los médicos a raíz de una peritonitis mal operada y un cuadro de desnutrición. Cuando llegué con la Mater solo estaba acompañada por una prima (menor de edad) y era evidente que Carolina padecía tremendos dolores a pesar de los fuertes calmantes. La visité todos los días y dejé desde el primer momento la Virgen sobre la cabecera de su cama, velando Nuestra Mater por todos los niños allí internados. En pocos días fue mejorándose, se levanto y camina!!!! Además, todos los niños internados allí ya han dejado la sala.

Laureano

En esta Pascua tan especial del 2013 para nuestra ciudad (por las inundaciones), la Peregrina visitó los hogares arrasados por la inundación, especialmente a los niños y el día 31 de marzo volvió al Hospital de Niños por Laureano. Debido a un accidente estaba en terapia intensiva con diagnóstico reservado. Visité a la familia que velaba por él recién el domingo 5 de mayo  llevando la Peregrina y entré a verlo con su mamá, Maria Ángeles.

Comparto lo que escribí esos días en Facebook, donde en 2012 abrí un grupo de oración por los niños que padecen situaciones de salud grave y constituido en su mayoría por padres que han traído desde el interior a sus hijos para hacerles estudios al Hospital de niños de la Plata Sor María Ludovica.

30 de abril. Laureano sigue en terapia intensiva y supe que está acompañado por sus padres pero no logré contactarlos. Gracias a todos por seguir acompañando a esta familia con la oración. Cuando tenga más información, la compartiré.

2 de mayo. Padre celestial, te pedimos confiados por este niño que hoy está sufriendo. Asiste a sus médicos y da consuelo a su familia. Sea tu Voluntad que es siempre Justa y Misericordiosa. Escúchanos, por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina y su Madre santísima. Amén.

4 de mayo. Conocí a Maria Ángeles, la mamá de Laureano. Ella reza desde el momento en que lo encontró en el piso y ha visto tantos signos que agradece. Laureano sigue en terapia intensiva. Más allá del parte médico que muchas veces no es esperanzador, su madre sabe que él sigue luchando por recuperarse con la Gracia de Dios y de María. Acompañémoslo a él, a los médicos, al personal y a toda su familia con nuestras oraciones.

5 de mayo. El domingo compartí la tarde con la familia de Laureano, rezando, escuchando, acogiendo, compartiendo el dolor… Pude entrar junto a la mamá a verlo. Sigue inconsciente  y la presión craneana no se estabiliza. Tomé entre mis manos sus piecitos, y mientras seguía rezando le hacia suaves masajes. Su mamá le hablaba y vi cómo él respondía a sus palabras acelerando su respiración.

7 de mayo. Sentí tristeza cuando supe que Laureano se nos había ido. “Lloro con vos, pero también me da paz saber que él está en el cielo”, escribí a su mamá, que me contestó: “¡Gracias por haber compartido este momento tan intenso de mi vida!”

Hablan los niños

En el cuaderno que acompaña a la Peregrina, hay testimonios y dibujos de los niños, muchos un testimonio de la fe pura de ellos…

El 2  de enero de 2011, Gianfranco (8 años) escribe: “que todos los niños tengan familia y salud. Que siempre brille la estrella del amor”

El 7 de enero se lee: “Pedro: vamos a acompañarte con la Mater”.

Pedro es un bebé que nació  con dificultades de salud. Gianfranco supo de él y con sus padres le llevó la Peregrina. Cuentan que el bebé empezó a moverse y alegrarse ante su presencia.

Lo que más piden los niños es por sus familias, para que se mantengan unidas y no haya gestos de agresividad o indiferencia entre sus padres.

Martina le escribe: “Virgencita, te pido que mi papá cambie, que seamos una familia feliz y por toda la gente que está haciendo el mal. Gracias por ser una de tus elegidas” dibuja a su familia y su casa llena de corazones.

Diciembre del 2012: Al fin, algo que debe alegrarle a nuestro Santo Padre, gran fanático de San Lorenzo: Santiago de 3 años, cuando conoció a la Peregrina la llamó “la Virgencita de San Lorenzo”

(Esto sucedió, el año pasado. Nadie podía imaginar que tendríamos un Papa argentino y de ese Club!) El la colocó en la cabecera de su cama.