Publicado el 2013-03-19 In Jubileo 2014

“Saquemos a la Virgen a la calle”

CHILE, P. Carlos Cox. Providencialmente nos toca abordar el tema sobre el Año de la corriente misionera nada menos que en el Domingo Universal de las Misiones donde Jesús nos habla que El no ha venido ha ser servido sino a servir e invita a los apóstoles a tener esta actitud (Mc 10, 45).

 

 

 

Es sin duda un signo providencial. No fue planificado así cuando se preparó el camino hacia el 2014 y por lo tanto lo tenemos que ver como el dedo de Dios colocado en nuestra historia, para subrayar el significado de la misión en nuestra espiritualidad y pedagogía. Por lo tanto queremos revivir providencialmente en este año una dimensión presente y permanente de nuestra vida schoenstattiana. Así como el “Año del Padre” (2010) se despertó y se potenció entre nosotros, gracias a la visita en Chile del Símbolo de Dios Padre que “pronto” estará en el Santuario Original, el “Año del Santuario” (2012) ha quedado marcado por la posibilidad que la Familia de Schoenstatt asuma totalmente el Santuario Original, hecho que ha despertado mucha alegría y también la conciencia de nuestra responsabilidad por él. Responsabilidad manifestada en las contribuciones al Capital de Gracias y en poder ser “Socios del Santuario Original”, con una contribución económica.

En este contexto, es un signo de Dios, que hayamos iniciado el “Año de la Misión” y que tengamos esta Jornada, cuando se ha abierto el Año de la Fe y se desarrolla en Roma el Sínodo sobre la Nueva Evangelización para la trasmisión de la fe, tema que marca sin duda uno de las razones fundamentales, por lo cual Dios nos trajo a la existencia.

I. ¡LOS NOMBRES MARCAN!

Nacimos a las 12.00 en punto, cuando se iniciaba la Primera guerra mundial, el primer gran descalabro mundial… que fue el comienzo trágico de la globalización… Nacimos en ese contexto con conciencia de misión y ello está marcado por el nombre de nuestra querida Mater, la Madre tres veces Admirable. Un nombre que nos marca primero que todo por su origen, luego vendrán varias formas de explicar su significado, pero lo más potente es su origen primero.

Muchas veces nos preguntan: ¿por qué Tres veces Admirable? Al respecto, una simpática anécdota mexicana: Una vez, estando en una comida con sacerdotes del decanato en Querétaro, México, uno de ellos me preguntó, en forma desafiante e irónica: – Carlos, ¿y por qué la llaman Tres veces Admirable? ¿Acaso no basta con una vez admirable? Gracias a Dios me ayuda el carácter, y le respondí rápidamente: – ¡Órale! ¿Y por qué tú en cada misa dices, Santo, santo, santo, cuándo con uno basta?…

Después de las carcajadas, les comenté brevemente la historia en torno a los distintos nombres con que la Mater ha sido nombrada: Admirable, Reina, Victoriosa…

II. ¡DESAFECCIÓN Y SECURALISMO SON CARAS DE LA ACTUAL SITUACIÓN DE LA FE!

(Una palabra sobre la realidad)

1. Proceso de desafección del Catolicismo

Algunas cifras: en América Latina el porcentaje de católicos ha bajado en los últimos años de 90/95% a 70/60%; lo más trágico es en Centroamérica, donde esta llegando al 40/45%. La excepción es México (a mi juicio, por un cultivo más conciente y sistemático del trabajo en los Santuarios y la Piedad Popular). Esta tendencia ya se experimenta en países europeos, de fuerte tradición católica, como España y Portugal.

En forma clarividente los “padres” de Aparecida plantean las razones fundamentales de la desafección en nuestra Iglesia

225. Según nuestra experiencia pastoral, muchas veces, la gente sincera que sale de nuestra Iglesia no lo hace por lo que los grupos “no católicos” creen, sino, fundamentalmente, por lo que ellos viven; no por razones doctrinales, sino vivenciales;…

226. Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatro ejes:

a) La experiencia religiosa. En nuestra Iglesia debemos ofrecer a todos nuestros fieles un “encuentro personal con Jesucristo”, una experiencia religiosa profunda e intensa,…

b) La vivencia comunitaria. Nuestros fieles buscan comunidades cristianas, en donde sean acogidos fraternalmente y se sientan valorados, visibles y eclesialmente incluidos….

c) La formación bíblico-doctrinal. Junto con una fuerte experiencia religiosa y una destacada convivencia comunitaria, nuestros fieles necesitan profundizar el conocimiento de la Palabra de Dios y los contenidos de la fe, ya que es la única manera de madurar su experiencia religiosa…

d) El compromiso misionero de toda la comunidad. Ella sale al encuentro de los alejados, se interesa por su situación, a fin de reencantarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella.

Es impresionante al ver este análisis, cómo la razón por la cual muchos de nosotros llegamos a Schoenstatt, son justamente esas. ¡Cuántos de nosotros llegamos por la vivencias religiosas marianas vividas en los Santuarios! ¡Cuánto han significado nuestros grupos de vida en los más diversos momentos de la vida! ¡Cuánto no tenemos que agradecer a los itinerarios de formación que hemos tenido! Y todo ello nos ha llevado a variados compromisos apostólicos.

2. Proceso de secularización…

Más grave es el proceso de secularización entendido como el proceso de alejamiento de Dios o de vivir como si no existiera. Esta realidad presente entre nosotros se hace más palpable en las cifras de la realidad de la Iglesia en Alemania.

En el 2010 24,6 millones de alemanes se confiesan católicos; 24,1 evangélicos; ellos son cerca del 60% de la población. El resto se confiesa no creyentes o de otras religiones (4 millones son musulmanes).

En esta situación eclesial se ha bajado de un 45% de asistencia el domingo (1960) a 15%, que es aproximadamente la que tenemos en nuestro país. Así con todo asisten cada domingo cerca de 3,5 millones de personas a misa cuando en ese mismo fin de semana “sólo 765.000” llenan los estadios de fútbol, en la afamada Bundesliga.

3. Llamada del Papa en Porta Fidei

En este contexto proféticamente el Papa Benedicto XVI nos ha llamado al Año de la Fe.

“Sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que sigue considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados en ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de la fe que afecta a muchas personas” (Porta Fidei, 2).

La Iglesia Latinoamericana salió al encuentro de esta realidad en su reflexión de Aparecida (2007). Cubre cerca de 30 páginas desde el Nº. 33 al Nº 96. No lo trataré ya que ha sido materia de otras reflexiones y jornadas de la Familia.

III. IGLESIA NAVÍO, IGLESIA DE LAS NUEVAS PLAYAS E IGLESIA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

(Nuestra originalidad en la Iglesia)

1. Una imagen: Iglesia Navío

Esta bella y acertada imagen se la debemos a nuestro querido P. Joaquín (ver Revista Vínculo N° 264, pp. 10–14) quién en ese artículo asume las palabras de nuestro Padre al finalizar el Concilio cuando coloca la primera piedra del futuro Santuario de Roma: “Pero hoy es esa roca la quiere ponerse en camino, la que quiere ser “roca peregrina” que camine por medio de las naciones y épocas buscando hombres, almas, convocándolos, sin esperar que ellos vengan por sí mismos (Roma, 8.12.1965).

La vela henchida de viento nos habla del Viento del Espíritu que impulsa a la Iglesia, viento de vida. Se trata de una Iglesia que recibe ese impulso, esa fuerza a través de la Fe práctica en la Divina Providencia. Busquen, lean y mediten las palabras del Papa, al iniciar el Sínodo actual, donde les dice a los padres sinodales, que deben tratar de leer, de interpretar lo que el Espíritu Santo les “soplará” en estos días y la ponencia de nuestro Padre Obispo, Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar de Santiago, sobre la Iglesia llevada por el Espíritu.

Timón… ¡Cuánto nos dice tener un “padre timonero”, que nos acerca a Dios Padre, que conduce con sabiduría, amor y poder a su Iglesia! Este bello verso del Hacia el Padre nos habla de ello:

¡Concédeme, Padre, por fin la conversión total!
En el Esposo quisiera anunciar al mundo entero:
el Padre tiene en sus manos el timón,
aunque yo no sepa el destino ni la ruta.
(Hacia el Padre, 399)

Hacia la tormenta… Para capear tormentas hay que salir al mar embravecido. Los buques que se quedan en los puertos encallan. El Papa nos habla de esta actitud en su Carta Novo Millennio Ineunte, 1, donde diseña el camino de nuestra Iglesia en este Milenio, después de lo vivido en el año jubilar 2000, antecedido del trienio de preparación. Allí asume y coloca como lema las palabras de Jesús “Rema mar adentro” (Duc in Altum).

2. Un programa: Iglesia de las Nuevas Playas

En el año 1961, con ocasión del inicio del Concilio, en el año 1961, el Padre Kentenich hace un análisis genial de la situación de una Iglesia que ya no cubre todo el espacio cultural, ve al cristianismo disperso en medio de un mundo indiferente o antagónico y, por lo tanto acentúa que hay que cambiar los acentos de la evangelización.

Los invito a hacer nuestro este diagnóstico y la estrategia del Padre.

Nos referimos aquí a una marcada situación de diáspora que hoy día se hace presente en forma lenta, pero cada vez con mayor fuerza: un cristianismo en la dispersión, en medio de una multitud de personas que profesan otros credos o de personas no creyentes de los tipos más diversos. Hace ya años que para caracterizar esta situación usamos la expresión “desterritorialización del cristianismo”. De eso ya han pasado decenios. Lo que veíamos venir en ese entonces, hoy día se ha desarrollado en forma plena (Desafíos de nuestro Tiempo, Editorial Nueva Patris, pp 71-82; Revista Vínculo Nº 266, Documento de Trabajo).

“Si antes la persona era llevada por un ambiente cristiano, hoy día, en cambio, el cristianismo debe poder cristianizar un ambiente no cristiano. El mismo debe irradiar una atmósfera que reemplace la atmósfera cristiana que se daba antaño”.

“Esta exigencia nos invita a nuevos acentos muy presentes en nuestra espiritualidad y pedagogía.

El cristianismo de diáspora actual, el que viviremos mañana y pasado mañana, posee cuatro propiedades que le son características, las cuales deben tomarse en cuenta y ser consideradas por todos aquellos que se dedican a la educación y conducción de los individuos y de los pueblos. Este tipo de cristianismo, a diferencia del anterior, es más acentuadamente un cristianismo de elección (o decisión personal) y un cristianismo del amor; es un cristianismo que acentúa más intensamente el espíritu de conquista y, por último, es un cristianismo laical” (Desafíos de nuestro Tiempo, p. 81; p. 74).

Esta misma mirada marca Aparecida cuando nos dice: “La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera (Nº 370)”.

Queremos ahora mirar estas cuatro prioridades en sintonía y consonancia con la reciente Carta Pastoral de nuestros Obispos, cuyo nombre es: “Humanizar y Compartir con equidad el desarrollo de Chile” (septiembre, 2012).

Pasar de un cristianismo de tradición a un cristianismo de decisión

Nuestra espiritualidad y pedagogía acentúan el ir pasando de un cristianismo de tradición a uno de decisión personal. Aquí se juega uno de nuestros grandes acentos: la educación de y en libertad.

Nuestros obispos nos invitan a ello con estas palabras al decirnos que

“Jesús nos ayuda a reencontrar la verdadera libertad” (Nº 5).

“El excesivo individualismo, el modo como se ha fomentado el consumo y el tipo de relaciones de mercado, han tenido un grave efecto en el concepto de libertad que es tan esencial para el desarrollo integral de la persona. Se considera libre a aquel que puede hacer lo que quiere y cuando quiere, el que no tiene compromisos…

El supremo acto de libertad es el don consciente de uno mismo para que otros vivan; es hacerse responsable de sí mismo y de los otros; es no sólo reafirmar los propios derechos sino acentuar los deberes que tenemos frente al prójimo…”.

Pero esta invitación necesita una pedagogía, centrada para nosotros en el descubrimiento de nuestra originalidad, a través del Ideal Personal y del desarrollo de una cultura y formas originales para vivirlo, que nos regala la pedagogía del Ideal y la cultura de Alianza (SVD).

Educar a un cristianismo de amor más que de temor

La fuerza fundamental que mueve nuestra espiritualidad y pedagogía es el amor, vivida en la Alianza de Amor, en sus distintas expresiones y profundizaciones (Poder en blanco, coronaciones, Inscriptio…).

Acertadamente y bellamente nos invitan a este camino los obispos cuando nos invita a mirar a

“Jesús nos ayuda a valorar el servicio y lo gratuito” (Nº 4).

En esta sociedad centrada en lo económico, en el lucro y no pocas veces en la usura, donde todo es medido por el dinero, donde se confunde el valor con el precio, Jesús nos enseñó que lo más humano de lo humano no tiene precio, pero tiene máximo valor. Lo más humano no se compra ni se vende: se da y se recibe como un don, comenzando por la vida, la amistad y la alegría. Nadie puede comprar una sonrisa…

María ocupa un lugar central en nuestra devoción porque en ella queda de manifiesto que todo es obra de Dios, gracia, regalo. La Virgen fue llena de gracia no por sus méritos sino porque Dios se prendó de ella y la amó hasta el extremo, y por eso fue bienaventurada. En ella “el Señor hizo obras grandes” porque humildemente se abrió a sus dones y ella colaboró (Lc 1, 48).

Este camino buscamos vivirlo concretamente a través de la vida de Alianza, manifestada en los regalos de amor a la Mater (contribuciones al Capital de Gracias).

Vivir un cristianismo con espíritu de conquista y conciencia de misión

Nuestra meta es forjar el Hombre Nuevo en la Nueva Comunidad, resumido magistralmente y bellamente en el “Cántico al Terruño” (Hacia el Padre, 600 – 605).

Ese espíritu acompaña la Carta Pastoral cuando nos hablan sobre “Jesús que nos ayuda a entender la dignidad de la Persona Humana (Nº 1), y sobre todo sobre Jesús que “nos ayuda a remplazar el individualismo por el amor y la solidaridad (Nº 3).

Poco a poco hemos ido confundiendo el concepto de persona con el concepto de individuo. El individuo es un ser separado de los demás. Por el contrario, la persona es un ser que vive en relación con los otros.

Si hay algo que pertenece al núcleo de nuestra fe es la fraternidad, la solidaridad. Somos por esencia sociales y no individualistas…

Acentuar un cristianismo laical sobre uno clerical

Ya Paulo VI había acentuado el rol del laico en su tarea de cristianizar el mundo cuando decía: “Los seglares, cuya vocación específica los coloca en el corazón del mundo…, el trabajo profesional, el sufrimiento, etc.” Evangelli Nuntiandi N° 70).

Nuestra espiritualidad está marcada por la santidad de la vida diaria. Mario Hiriart describe genialmente el sentido de ella:

“Necesitamos ingenieros que cambien el concepto vital de la ingeniería simplemente viviéndola de otro modo y hasta sus últimas consecuencias, y arquitectos, abogados, agrónomos, etc., que hagan otro tanto con su profesión; necesitamos artistas – poetas, músicos, pintores – que hagan arte centrados en Dios, y a la vez captando los valores vitales de su época, recogiendo todas sus inquietudes e impulsos; necesitamos filósofos que se compenetren de estos problemas, que los capten, y, en contacto con todas las manifestaciones de vida del tiempo las interpreten y encaucen a la creación de toda una nueva estructura filosófica y teocéntrica”.

Familia y trabajo son dos grandes caminos para la presencia transformadora del laico en la sociedad. Por eso el ideal de Nazareth, no es sólo hogar, sino hogar-taller, como lo fue la vida en la casa de la Sagrada Familia. Allí se unía el mundo de lo familiar y el mundo laboral de Jesús, María y José.

Por eso la carta apostólica Familiaris Consortio, que es la Carta Magna de la pastoral familiar describe cuatro cometidos generales de la familia: 1) formación de una comunidad de personas; 2) servicio a la vida; 3) participación en el desarrollo de la sociedad; 4) participación en la vida y misión de la Iglesia.

Hemos mirado la sintonía, las profecías y los horizontes comunes que hay entre nuestra Iglesia y el carisma y caminar de Schoenstatt. Hay caminos pedagógicos que compartir, pero sin duda, falta presencia y canales de mutua comunicación entre la Familia y las organizaciones eclesiales.

IV. LA TRIPLE A (AAA) DE NUESTRO FUTURO

(Una palabra sobre el cómo)

1. Abramos los santuarios

Pasar cada vez más de un Movimiento con una capilla exclusiva y privada a la cual sólo entra un grupo selecto, a una extensa red de Santuarios: filiales, hogar, trabajo, corazón, apoyados y animados por un tremendo Movimiento.

Disminuir puertas cerradas y rejas.

Es “curioso” que no haya misas de verano. ¿Se puede cerrar una fuente de vida?

“No somos católicos para estar encerrados en cuatro paredes… ¿Entonces para qué son las parroquias y los santuarios?” (Testimonio de Andrés y Mari Cuevas, de Coronel).

“Ella no quiere quedarse en el Santuario, ¡Ella quiere salir!”… (Testimonio de Mimi, de Arica).

1.1 Saquemos a la Virgen a la calle

“(…) Esta novedad consiste en ser capaces de servir a Dios no sólo en la casa, sino en la calle. Dicho familiarmente. Nuestro lugar está en la calle: una formulación muy exagerada, pero expresa algo esencial. En la calle, e incluso allí donde haya peligro…” P. José Kentenich, Schoenstatt, 10 de abril de 1950.

El 20% de los católicos tiene su vinculación con la Iglesias a través de las parroquias, colegios y Movimientos. El resto, que es el 80%, de los que se dicen católicos, su relación con la Iglesia se da a través de los Santuarios, de la Piedad Popular.

1.2 Campaña de la Virgen Peregrina

Testimonio Personal – Roma 1979…

A la tarde del jueves 26 de julio de 1979 partimos con Don Joao y el P. Rubens Severino hacia la Radio Vaticana. Allí se haría una entrevista a Don João, pero nunca apareció el entrevistador. Visitamos todas las dependencias de Radio Vaticano y después partimos la casa para comer y dormir.

Al salir, frente a la puerta de Radio Vaticano (Piazza Pia # 3) tuve una conversación que me marcó y que muchas veces he relatado.

Cuando recorrimos la radio, llegamos a la sala de control, llena de lucecitas, botones…, y nos dijeron hacia dónde se dirigían las señales: Sudamérica, África, Europa del Este, Vietnam, China, –era la época de la Guerra fría­– etc… Entonces colocamos la imagen de la Mater al centro de esta sala y le consagramos a la Virgen los que allí trabajaban y su tarea. Yo estaba entusiasmadísimo y venía hablando de ello en el ascensor. Al llegar a la calle, él me tomó del brazo y me dijo, en un tono suave de voz, que aún lo tengo presente: “O Carlos, esto que aquí se hace es muy bueno, pero nada es mejor y más efectivo que llevar a la Virgen casa a casa, persona a persona…”.

Yo quedé medio helado y petrificado, pero mientras más corren los años, más de acuerdo estoy con él, porque eso fue lo que la Mater hizo al visitar a su prima Isabel y lo que vivimos permanentemente en la Campaña.

1.3. Abramos de par en par las puertas de nuestros santuarios

Inmenso regalo de los Madrugadores, que nacieron en un santuario y que han tenido una tremenda expansión hacia parroquias, no sólo en Chile, sino que también en América, El Caribe y Europa. “Madrugador nuevo es como canuto nuevo… transmite con mucho entusiamo y sin cesar”.

En muchos santuarios a lo largo de nuestro país se realizan peregrinaciones parroquiales, escolares, diocesanas, al menos una vez al año. No son pocos lo santuarios que acogen la misa de clausura del Mes de María, o el rezo del rosario durante todos los sábados en que se desarrolla esta tradicional actividad en nuestro país.

2. ¡Despleguemos un gran Movimiento Apostólico Misionero!

Lugar de envío del gran movimiento de misiones familiares. A mi juicio es lo más genial del P. Hernán Alessandri, y las hizo fecundas desde su lecho de dolor por cerca de 10 años.

Hay que potenciar otras iniciativas misioneras: Misión País, Misión Continental… Como la espiritualidad jesuita, marcada por el P. Hurtado ha traído el “Techo para Chile”, que ha movilizado a miles e jóvenes y se expande por toda América Latina, el movimiento misionero, alentado por el P. Hernán hace que los techos se transformen en hogar , cuando los misioneros llevan la imagen misionera a ellos.

Lugar para acoger y potenciar y forjar pastoral y movimiento parroquial. Apadrinar seminaristas en todo su proceso de formación, sacerdotes diocesanos. Conocidas son las cenas que algunas Familias diocesanas tiene con sacerdotes (Puerto Montt, Temuco, Melipilla…).

3. Ampliemos y popularicemos la Alianza de Amor

Al Padre lo que más le preocupaba es la vida. Lo gratuito del amor del Padre Dios. La niña tenía vínculos con la Mater, al Santuario y al Padre. Eso era suficiente para sellar su Alianza de Amor.

Testimonio del Padre Jaime Salazar

Llegué a Milwaukee a mediados de 1965.
Unos días después el Padre me llamó y me dijo: “Por favor, prepare a esta niña portorriqueña que llegó hoy, viernes, en la mañana, le recibiré su Alianza de Amor el domingo”.
Hablé con ella. Le pregunté si sabía algo del 18 de octubre de 1914. No.
Si había oído hablar de José Engling. No.
Quedé sorprendido.
Fui al Padre. Le conté lo conversado. Me sonrió y me dijo: yo soy el Fundador, prepárela. Apréndase de memoria las 6 promesas y las 6 exigencias de la Alianza. La preparación fue en un día. Comprendí de una sola que lo que es el Movimiento Popular de Peregrinos y pude darme cuenta en mi labor sacerdotal que muchas personas vivían sólo las exigencias de la Alianza, sin las promesas.
20 años después, en una peregrinación a Dachau, con motivo de la celebración de los 100 años del nacimiento del Padre Kentenich en München, me dijeron hay alguien que quiere hablarle. Al día siguiente al ir a tomar desayuno la encontré al entrar al comedor. “Usted, Padre, es la segunda persona más importante de mi vida: me preparó a la Alianza en Milwaukee”.

Acciones emprendedoras, llevando Schoenstatt a otros países:
* Misioneros del 31 de Mayo: México, Cuba, Portugal, Madrid, Nigeria…
* Operation Mario (USA), Madison,
* Cuba, a 12 años aproximadamente de llegar hoy hay 3 “súper” sacerdotes diocesanos schoenstattianos.

La Alianza de Peregrinos es ¡prioridad!

4. Amando a Cristo y María, mirando permanentemente sus rostros

“Concededme entregar a los pueblos,
como signo de redención,
tu cruz, Jesucristo,
y tu imagen, María.
¡Qué jamás nadie separe
lo uno de lo otro,
pues en su plan de amor
el Padre los concibió como unidad!”
(Hacia el Padre, 332)

La originalidad de nuestra cruz misionera: la biunidad de Cristo y María.

“… una cruz que promueve una ‘cruzada’, una cruzada por un pensamiento orgánico, un amar orgánico y un vivir orgánico”… “No piensan sanamente porque no viven sanamente, y no viven sanamente porque no pueden amar sanamente” – P. José Kentenich.

La riqueza de nuestra imagen: la MTA. Imagen que nos mira a los ojos, acoge, nos regala a su Hijo.

V. A modo de conclusión y envío…

“Con María, alegres en la esperanza y seguros de la victoria, hacia los más nuevos tiempos” (P. José Kentenich, 7 de septiembre 1968). Estas palabras, exhortando al Movimiento alemán a participar e integrarse a la Iglesia, fueron las últimas palabras públicas del Padre. Hoy, son palabras de envío para nosotros.

Por eso decimos:
¡Familia de Schoenstatt, abre caminos!
¡Familia de Schoenstatt, abre caminos!
¡Familia de Schoenstatt, abre caminos!

Conferencia en la Jornada nacional de Dirigentes, Chile, octubre de 2012. El P. Carlos Cox, Rector de Santuario Nacional de Maipú, fue participante de la Jornada de Expertos en 2010, y ahora es uno de los coordinadores para las Carpas de la Cultura de Alianza.

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Publicado el In Jubileo 2014

“Saquemos a la Virgen a la calle”

CHILE, P. Carlos Cox. Providencialmente nos toca abordar el tema sobre el Año de la corriente misionera nada menos que en el Domingo Universal de las Misiones donde Jesús nos habla que El no ha venido ha ser servido sino a servir e invita a los apóstoles a tener esta actitud (Mc 10, 45).

 

 

 

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1 Responses

  1. Fam. Infante Martínez dice:

    Gracias por permitirnos recibir los contenidos de vida de esta conferencia impartida por nuestro querido P. Carlos Cox. Un saludo desde México, que necesita también renovarse en su impulso misionero, para que Cristo y María reinen en nuestros corazones.
    Y parafraseando al P. Carlos: ‘¿Qué sería de México sin Chile?’, con un grato recuerdo.

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