CHILE, Cristina Quiroz de Tagle. Fue exitoso en todo el sentido de la palabra. Un numeroso público colmó la sala, estaba bien organizado, unas presentaciones de lujo, asistieron muchos parientes del P. Hernán Alessandri. (¡Cómo habrá estado disfrutando desde el cielo!). El P. Luis Ramírez estuvo brillante. Hablando desde su gran corazón, lleno de amor por su amigo querido, nos hizo una semblanza tan linda que merecería estar aquí en vez de este artículo, pero solo podemos entregar una muestra. “Quienes conocimos de cerca y admiramos al P. Hernán, reconocimos en él a una persona especialmente dotada, con una inteligencia privilegiada y a la vez, un corazón inmenso. Una inteligencia ágil, abierta y profunda para captar el mundo de Dios y la naturaleza humana, hacer suya esta riqueza de fe y ciencia, y a su vez, una extraordinaria capacidad pedagógica para comunicarla y enseñarla. Un corazón cálido, alegre y misericordioso, capaz de transmitir amor en abundancia… en la convivencia con él me lo imaginaba como el fuego que ilumina y da calor simultáneamente… un don de Dios para quienes lo conocimos personalmente o a través de sus frutos”.
El P. Lucho agradeció el buen trabajo que había hecho el P. Mauricio Cox al acercarnos a la persona del padre. Nos dio a conocer su historia, su infancia y su juventud, destacando su alma de niño. Así fue como se entregó con tanta intensidad al Movimiento de Schoenstatt, a su Alianza de Amor con la Santísima Virgen y con el Padre Fundador. Luego fue un muy buen compañero en el Seminario, siempre ayudando, estimulando y enalteciendo a los demás.
La segunda parte del libro se refiere a su vida sacerdotal. Fue un significativo aporte a la Iglesia, tanto en el Vaticano como teólogo consultor, autor de documentos magisteriales. Realizó una labor importantísima en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores, en Carrascal, donde se entregó en cuerpo y alma y marcó las vidas de muchas personas que jamás lo olvidarán. Luego trabajó con mucha entrega con los peregrinos de Bellavista donde también dejó sus huellas. Pero la expresión máxima de su gran sensibilidad social fue la fundación de María Ayuda, una obra maravillosa. Ahí sacó a niñitas que se prostituían por alimentos y las elevó en su dignidad, haciéndolas sentir reinas. Pero Dios le concedió al P. Hernán hacer realidad el camino de Cristo, quien venía a servir y dar la vida por los demás. Él imitó a Cristo al estar postrado por 10 años, donde con palabras entrecortadas por la dificultad de su enfermedad, repetía “¡Más importante que hacer es ofrecer!”. En el P. Hernán esto se actualizó y se ha hecho fecundo.
Compromiso social
La segunda presentación estuvo a cargo de Alfredo García, gran cooperador del P. Hernán en la fundación de María Ayuda, presidente por muchos años, gran amigo y admirador incondicional. Hizo una excelente presentación. Eran sus vivencias en primera persona. Nos dice que se ha hecho por años la siguiente pregunta: ¿qué tienen estos grandes hombres que se cruzan en nuestra vida –pocas veces–, y que despiertan nuestra admiración, nuestro asombro? Y va compartiendo su experiencia con nueve puntos muy entretenidos, pero solo seleccionaremos uno: Al conocerlo después como amigo íntimo, el mejor amigo de mi vida. Y siguen las preguntas: ¿Quién es éste, cómo me ha tocado? ¿Por qué? ¿Qué tiene? El P. Hernán le hacía preguntas a uno y lo abría a más preguntas, a un mundo que estaba en el interior de cada uno, como un tesoro escondido y uno crecía como persona. Y era capaz de más, de mucho más. Era capaz de hacer mil cosas, hasta a las horas más extrañas. Y uno se subía a esa locomotora y crecía con él en su actuar. La palabra clave del P. Hernán era la dignidad. Y les decía a las niñitas de María Ayuda: “tú eres una princesa, porque Dios es tu Padre”, y les enseñaba que dentro de ellas mismas estaba su dignidad y que Dios nos sana desde adentro. Y eran capaces de mucho más. Este es el carisma de la Fundación Educacional Padre Hernán Alessandri. A nuestras preguntas sobre este lanzamiento no me cabe duda que él nos habría preguntado: ¿y qué vas a hacer tú? ¿Qué vas a hacer tú niño con tu futuro? Porque tienes un gran futuro, porque Dios es tu Padre, tú eres un príncipe, una princesa. Y terminó con una frase que reflejaba su corazón de padre: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
El P. Francisco Pereira fue el encargado de hacer una muy buena presentación y el P. Mauricio Cox cerró con un par de anécdotas. El público asistente fue atendido con una ricas tortas, hubo una entretenida convivencia y se vendieron muchos libros.
Fuente: Vínculo, Revista de la Familia de Schoenstatt de Chile
Yo no conocií personalmente al Padre Hernan, pero con sus libros me ayudó a crecer en mi juventud y en mi amor a Schoenstatt. Siempre lo recuerdo con cariño. Sus libros marcaron nuestra formación y nos hicieron descubrir la belleza de ser Hija de Dios. Mucho de mi generación tenemos de él y nos aprovechamos de su generosidad en la escritura de tantos libros de formación. Doy gracias al Eterno Padre por su vida y por su obra que fue un fiel reflejo del amor misericordioso de nuestro Padre y de su compromiso con la misión de Schoesntatt.Irma Romero-Argentina.
No he leido aún el libro, se que todo lo que se diga del P. Hernán no sera suficiente. Uno de los aspecto de su vida para llenarse de gratitud es su amor por la familia, el deseo y acción honesta de que cada uno tenga su hogar su casa su trabajo, una comunidad donde participar. El padre ha hecho que Schoenstatt sea mas comprensible. Un padre sabe perdonar a sus hijos y llenar de gratitud y dignidad. El solo hecho de estar con el se nos hacia comprensible las gracias del Santuario Nuevo Belén. Gracias a todos por amar a este padre generoso con todos los hombres que Dios puso en su camino y del cual yo también soy uno de ellos junto con mi familia