Juan Barbosa. Mensualmente miles de mails inundan la Web llevando consigo el esperado Boletín informativo sobre 2014. Sólo un par de rápidos pasos son suficientes para sumarse a los suscriptores y así disfrutar conociendo lo que sucede en las distintas Diócesis del mundo en torno a 2014, enterarse sobre las actividades que se planifican con singular y eficiente organización, las ideas que se vuelcan en los distintos países, etc… ¿No lo recibes todavía?
Unas sencillas preguntas nos ayudarán a tomar la dimensión del Boletín mensual 2014, ya que no sólo informa sino CONTAGIA, MOTIVA y ANIMA.
CONTAGIA fuerza y dinamismo por su contenido y luego de una tranquila, serena y reflexiva lectura, MOTIVA a imitar ideas de otras comunidades, a crear nuevas actividades en la propia y así ANIMAR otros corazones a unirse realimentando así este círculo virtuoso. ¡Tres verbos que hoy son un imperativo, una urgencia en nuestra realidad!
Aquí van las preguntas…
En el mundo se viven tiempos convulsionados, con falencias notables y necesidades infinitas… ¿Sabemos que hemos sido llamados a ser la Generación 2014?
En el ejercicio diario y alegre de nuestro apostolado… ¿Estamos convencidos que NO ESTAMOS SOLOS, ni en nuestra Ciudad ni en nuestro País ni en el mundo?
2014 es un punto de partida hacia los más nuevos tiempos pero, hoy por hoy, en el mundo entero… ¡La actividad es febril hacia ese 18 de octubre!… ¿Conocemos lo mucho que se está haciendo?
2014 NECESITA UNA CANCIÓN… ¿Sabías que el mundo entero, INCLUIDO VOS, puede participar para la creación de la “Canción del Jubileo del 2014?.
Necesitamos, decididamente, un folleto institucional de formato ágil, moderno y didáctico para “presentarnos en sociedad” en todo el mundo… ¿Sabías que YA LO TENEMOS a entera disposición y en distintos idiomas?
Las respuestas
Las respuestas las encontrarás en el último Boletín (podés consultarlo en la Web y a su vez suscribirte ingresando en www.schoenstatt2014.org/es/informacion/boletin-mensual/). Su recepción, cada día 17, se convertirá en una sana costumbre y por qué no decirlo, en una necesidad para comenzar cada Día de Alianza en consonancia con la Familia Internacional de Schoenstatt.
El mundo necesita de nosotros y nosotros le decimos a Dios Padre… ¡Adsum!
