Hedwig Maria Weinzierl. Un sábado tras el otro se dirigen las miradas a la Santa Misa que se celebra en el Santuario Original, en camino al 2014, por uno de los países en donde está Schoenstatt, en los que alguien selló la Alianza de Amor. Y aún hay que aclarar que sólo los países a los que ha llegado la Alianza de Amor – en una imagen de la Virgen Peregrina, en alguna persona que hizo de su corazón un Santuario – aparecen en estas Misas. Una Alianza de Amor con la Familia de Schoenstatt y con ese país: esta es la idea que hay detrás de esta peregrinación de un país a otro. El sábado 17 de marzo es el turno de Serbia.
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La población de Serbia pertenece casi exclusivamente a la Iglesia ortodoxa serbia y la mayoría se siente vinculada con ella aún cuanto en realidad no estén bautizados. Un católico serbio es una excepción. Los católicos serbios – y hasta ahora Schoenstatt existe allí solamente entre los católicos – pertenecen por lo general a otros grupos étnicos de la antigua Yugoslavia, o son extranjeros en misión diplomática o económica que viven mayormente en Belgrado o en Niš.
La mayoría de los católicos de la actual Serbia viven en Vojvodina, una región que desde hace poco tuvo una cierta autonomía. Desde mediados del siglo XVIII se establecieron allí muchos alemanes. La emperatriz María Teresa lo indujo en aquel tiempo. También llegó gente de otras naciones (por ej. eslovenos, eslovacos, húngaros). Pero los distintos grupos étnicos no se mezclaron con otros. Así, aún hay hasta hoy pueblos en los que viven casi exclusivamente eslovenos o eslovacos.
La Alianza de Amor llegó en la década del 30 del siglo pasado
En la década del 30 del pasado siglo, llegaron a Serbia sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, que se establecieron en Vojvodina y especialmente en Bačka. Allí el P. Hegenkötter y el P. Klein Arkenau conquistaron unas seis chicas de 13 años de edad para Schoenstatt. Eran descendientes de alemanes y hablaban en alemán. Más tarde, algunas de ellas ingresaron en la comunidad de las Hermanas de María. Aún viven dos de ellas. En ese entonces también el Sr. Schmidt, abogado en Sombor, tomó contacto con Schoenstatt. Era difícil conseguir una visa para Alemania. En 1936 pudo viajar para las olimpíadas de Berlín y llegar también a Schoenstatt. Volvió entusiasmado y muy pronto intentó educar a su numerosa familia en el sentido de Schoenstatt. Hasta los niños más pequeños llenaban su horario espiritual. Recibía material de Schoenstatt de los sacerdotes y también de las chicas. Comenzó a trabajar con estudiantes en el sentido de Schoenstatt. Se trataba prácticamente casi solo de descendientes de alemanes. Unos años después pudo colocar un cuadro de la MTA, del mismo tamaño que el del Santuario, en un pasillo que llevaba a la iglesia de los carmelitas en Sombor. Hasta el día de hoy está en ese lugar. Esta floreciente vida de Schoenstatt se destruyó durante la segunda guerra mundial. La mayoría de los descendientes de alemanes fueron expulsados o tuvieron que huir. Muchos murieron. Un prominente schoenstattiano, que en ese entonces era un niño, tuvo que huir con su familia. Pero sin embargo conoció Schoenstatt en Alemania: es Mons. Robert Zollitsch, arzobispo de Friburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Y miembro del Instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt.
Misioneros de Schoenstatt hasta en el tercer milenio
Durante la segunda guerra mundial llegó el P. Hillebrand, un schoenstattiano apasionado, a la actual ciudad serbia de Zrenjanin y comenzó allí a formar grupos de Schoenstatt. El 28 de octubre de 1944, durante la retirada de las tropas, falleció en el territorio de la parroquia de Ruma.
Una vez concluida la guerra volvieron los schoenstattianos a ese lugar, dieron a conocer a Schoenstatt y establecieron contactos, entre ellos el P. Chrisostomus Grill. Desde 1980 hasta 2006 trabajó en la parroquia de Ruma una integrante alemana de la Federación Apostólica de mujeres que se esforzó por difundir Schoenstatt en la antigua Yugoslavia. Schoenstatt surgió en la actual Serbia, pero a causa de las “guerras nacionalistas” de comienzos de los años noventa, los schoenstattianos de allí tuvieron y tienen dificultades suplementarias. Los límites con Croacia, de donde provienen la mayoría de sus antepasados, estuvieron totalmente cerrados durante años y actualmente se los puede cruzar únicamente con pasaporte. Una cantidad significativa de schoenstattianos de la actual Serbia huyó a Croacia durante la guerra o emigró después.
Paz y reconciliación
Así, el 17 de marzo los schoenstattianos rezarán especialmente por la paz y la reconciliación en su país. El anhelo de que la Iglesia ortodoxa serbia admita la Campaña de la Virgen Peregrina es aún inalcanzable. Algunas “nueras” serbias reciben a la Virgen Peregrina… ¡Ella obrará milagros! Actualmente los días 18 se celebra la Sta. Misa de alianza en siete distintos lugares. En cuatro lugares (probablemente pronto sean cinco) hay grupos de la Liga Apostólica de Madres. Circulan alrededor de cuarenta imágenes de la Virgen Peregrina y una gran cantidad de personas está vinculada con la Familia por medio de la Revista de Schoenstatt croata. Existe una considerable cantidad de folletos y novenas schoenstattianas, la espiritualidad de Schoenstatt es prácticamente conocida y aceptada por todos los sacerdotes.
Nota de la redacción:
La Santa Misa del 17 de marzo se celebrará también especialmente por las víctimas del accidente de ómnibus acaecido en Valais y por sus familiares.
Traducción: aat, Argentina
