Pilar Escudero de Jensen/mkf. «Fue la vivencia más schoenstattiana, más esencial y más sencilla que viví en torno al Santuario Original», comentó, el día siguiente, una Hermana de María que participaba en el capítulo general de su comunidad. Hace unas semanas, un Padre de Schoenstatt mencionó como algo característico de las misiones en Erlenbach, Alemania, «el brillo en los ojos de los misioneros». Esta noche del 17 de octubre, a la luz de cien antorchas, se pudo notar este mismo brillo en los ojos de cientos de schoenstattianos que rodeaban el Santuario Original. El trienio preparatorio al 2014 ya comenzó, y con él, un tiempo de gracias. Un tiempo en el que brillan los ojos al pensar en la Alianza de Amor, indicador infalible de la presencia de corrientes de vida.
Iniciamos nuestra peregrinación en Familia
La sintonía entre el 2014 y la juventud misionera, se nota no solo en la presencia de las camisetas amarillas de las misiones. «Vivimos una hora histórica», dice un joven. Una hora de gracias. Una vivencia que se transmite por Internet, en directo y en verdad. Se rompen las barreras, la corriente del 2014 inunda Schoenstatt. «Miré a la Mater en el Santuario», comenta una misionera alemana, «sus ojos brillaban».
Los preparativos para el domingo 17 fueron muchos ¡infinitos detalles pensados con cariño para que esta fuera una vivencia que marcara el inicio del Trienio hacia el 2014! Coordinar a muchas personas, equipos, revisar el guión de la ceremonia, resolver los imprevistos, todo fue hecho en equipo y, en definitiva puesto en manos de la Mater: era el regalo para Ella y para nuestro Padre en estas vísperas del 18 de octubre. También un regalo para todos nosotros, una vivencia de Familia de Schoenstatt unida internacionalmente a través de todos los medios a nuestro alcance.
La música de los jóvenes misioneros marcó el clima con su alegría y entusiasmo
La Iglesia de la Adoración brillaba, las luces hacían cálido el ambiente de una noche muy fría (pero menos fría que la pronosticada, y apesar de las tormentas torrenciales de los días anteriores, sin una gota de lluvia). La música de los jóvenes misioneros marcó el clima con alegría y entusiasmo. Muchos de ellos viajaron, solo para misionar allí por esa noche, hasta 7 y 8 horas, y tienen que regresar con el último tren, a medianoche. Unos 15 jóvenes alemanes con sus camisetas de las misiones, Manuel López Naón, Alejandra Coelho de Portugal, se unen en una sola voz, cantando de la alegría en la Alianza de Amor.
«Llegó el día que tanto – y que con tantos – hemos esperado: esta noche se abre oficialmente el trienio hacia el 2014″ dicen los guías Tobías Haas, Luis Fontes y Diego Cienfuegos en varios idiomas; la concurrencia saluda con un fuerte aplauso a los representantes de más de treinta países que están en la Iglesia de la Adoración, y a los conectados por Internet como una sola familia.
El camino hacia el 2014 comenzó cuando en el corazón de algún schoenstattiano surgió el anhelo de celebrar el centenario de Schoenstatt, en 2014. El Padre Kentenich ya camina rumbo al 2014: camina en nosotros, nos invita a prepararnos y a llevar el fuego de la alianza a la Iglesia y al mundo.
Hacemos nuestra su misión
El video motivador y una breve intervención de la Hna. M. Luciane Machens y del Padre José María García sobre el sentido del trienio, preparan la escena para el gran símbolo de esta noche: el fuego, las antorchas. Una antorcha se enciende en un cirio que arde en la tumba del Padre, el Padre José María bendice el fuego, y enseguida los jóvenes llevan la imagen Auxiliar y las antorchas aún no encendidas e inician la peregrinación desde la tumba del Padre Kentenich, rumbo al Santuario Original. Él nos pide hoy que nos pongamos en camino como peregrinos agradecidos, que recibirán la gracia 2014 para que la entreguen, en alianza, a la Iglesia universal.
Comenzamos el camino como los congregantes
Todos siguen pasando por la tumba donde está el Símbolo del Padre quel leva consigo el cariño y la entrega de las comunidades y las Familias de Schoenstatt ya visitadas.
Comenzamos el camino como los congregantes: con el Padre y Fundador, que quiere ser en nosotros Fundador de Schoenstatt en este nuevo siglo de la Alianza de Amor. Creemos en él y en su carisma, y por eso emprendemos el camino como una Familia en la que él está vivo y actúa. Como Familia misionera, peregrinamos al Santuario original para llevar nuestra Alianza de Amor al mundo del trabajo, de la política, de la familia, de la juventud, de la Iglesia, de la educación… creando una cultura de la Alianza. Hacemos nuestra su misión: la alianza por el mundo entero. Nos esperan.
Peregrinando en la luz de la fuerza plasmadora de la Alianza de Amor
Hay muchos más participantes de lo que se había calculado, por eso se demora un poco hasta que todos hayan pasado por la tumba del Padre y se reúnan fuera de iglesia para comenzar la peregrinación. El megáfono falló, casi no se escuchan las canciones y el rezo del rosario en diferentes idiomas… En el camino hacia el Santuario Original, la procesión pasa por estaciones que muestran la luz de la misión, la fuerza plasmadora de la Alianza de Amor concretada en una persona, en una acción apostólica, en una casa, en una comunidad. En cada estación – armada con mucha creatividad – había dos o tres jóvenes, que en el momento en el que se acercaba la peregrinación, encendían tres, cuatro, cinco antorchas, entregándolas a los peregrinos que pasaban. Con ese gesto – las antorchas encendidas en cada estación – las corrientes de vida y gracia simbolizadas en ella se unieron a la gran corriente de peregrinación hacia el 2014.
Con un número creciente de antorchas
La larga fila avanza de estación en estación, con un número creciente de antorchas en manos de los peregrinos… «No me importaba no escuchar nada», comentó una señora alemana mayor. «No pude dejar de encantarme con toda la riqueza que se mostró en el camino, y especialmente con las caras radiantes de los jóvenes que encendieron las antorchas. Cuando al final me entregaron una antorcha a mí, sentí algo en el corazón como en aquel momento, hace ya muchos años, en el que sellé mi Alianza de Amor… Se me cayeron las lágrimas de tanta emoción».
La estación más grande, sin embargo, era la Casa de la Alianza, resplandeciendo con una iluminación espectacular. Esa misma noche de la apertura internacional del trienio, esta casa, cuna de la Obra de Schoenstatt, le había sido entregada en comodato. Iluminaba todo el valle…
La columna de peregrinos – ya con 96 antorchas encendidas – llegó al Santuario Original.
Traerán a ti tesoros del otro lado del mar y llegarán a ti las riquezas de las naciones
Comenzaron a repicar las campanas de los Santuarios en el valle… Repicó también la campana del Santuario Original. Se encendieron grandes cirios en torno a las tumbas de los héroes, frente del Santuario Original… Los jóvenes que llevaban antorchas en sus manos llegaron corriendo… El Santuario Original comenzó a brillar, cada vez más, mientras los peregrinos lo rodeaban y el coro de los misioneros comenzó a cantar… En manos de dos jóvenes filipinas, acompañado por la Presidencia Internacional, entró el Símbolo del Padre.
¡Arriba, resplandece, que ha llegado tu luz, y la gloria de Yahvé sobre ti ha amanecido! Caminarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu aurora. Alza los ojos en torno y mira: todos se reúnen y vienen a ti… rezan el P. José María y la Hna. Luciane, en castellano y en alemán. Tú entonces al verlo te pondrás radiante, se estremecerá y se ensanchará tu corazón, porque vendrán a ti los tesoros del mar, las riquezas de las naciones vendrán a ti. Abiertas estarán tus puertas de continuo, ni de noche ni de día se cerrarán, para dejar entrar a ti las riquezas de las naciones, traídas por sus reyes. (Isaías 60, 1, 3,5y11a)
Una de las jóvenes abre la puerta del Santuario Original, la Presidencia Internacional entra…
Tus puertas estarán siempre abiertas, no se cerrarán ni de día ni de noche, para recibir las riquezas de las naciones que te traerán sus mismos reyes.
Este es el momento. Los pueblos se dirigen hacia la luz que brilla en el Santuario Original, y comienzan a traer sus riquezas desde todos los rincones del mundo. Miles de schoenstattianos están viviéndolo por Internet, y los presentes ven lo mismo en la pantalla gigante, ven al Padre Heinrich Walter hablando dentro del Santuario Original y declarando inaugurado el trienio.
¡Tomen estas antorchas y llévenlas al mundo!
Después de la motivación dada por el Padre Heinrich Walter, se presentan oficialmente el logotipo y el lema jubilar: Tu alianza, nuestra misión. «Padre, tu alianza, nuestra misión…» cantan los misioneros, cambiando un poquito el estribillo de la canción conocida en castellano, y lo saben cantar también en alemán. Canciones, párrafos del Acta de Fundación, momentos con pocas palabras, momentos marcados por el fuego, las antorchas, la luz, y un profundo recogimiento. Se reza por primera vez, la oración de la peregrinación, una oración tan sencilla y tan en sintonía con toda la Iglesia peregrina.
Parece haber todo terminado ya, pero en este momento los jóvenes toman el micrófono:
«Hemos traído cien antorchas – 96 de ellas encendidas, en agradecimiento por los 96 años de la Alianza de Amor, en agradecimiento también por todos los frutos de las Alianzas de Amor selladas en tantos países del mundo. Aquí están las últimas cuatro antorchas. Nosotros, como representantes de las generacionesjóvenes que llevan esta Alianza de Amor al segundo centenario de Schoenstatt, les pedimos, a toda la Familia de Schoenstatt en el mundo: ¡acompáñennos!» En francés, en inglés, en alemán, en castellano siguen: «¡Tomen estas antorchas y llévenlas al mundo! ¡Y tráiganlas de nuevo a Schoenstatt, en compañía de muchas personas, el18 de octubre de 2014! ¡Tomen la antorcha de la corriente del Padre, la antorcha de la corriente del Santuario, la antorcha de la corriente misionera, la antorcha de la Alianza 2014!».
Encienden las antorchas y marchan con ellas, de dos en dos, como en las misiones, y las entregan a los demás participantes…
Todos renuevan la Alianza de Amor, Mons. Robert Zollitsch da la bendición desde el Santuario Original, y con el Himno de la Familia culmina la apertura… y comienza este tiempo de gracias que nos llevará al 18 de octubre de 2014, al Santuario Original y a Roma.
«Cuando la alegría llega desde arriba, no existen las fronteras, ¡solo hay que compartirla!Tu Alianza nuestra Misión! ¡Hacia el 2014!»
«Tu alianza nuestra misión».
