PUERTO RICO, Hna M. Isabel Bracero. Tener al Padre Kentenich entre nosotros en el Símbolo del Padre le ha dado al tiempo de Adviento un aire de esperanza que queremos compartir con toda la Isla y con el mundo entero. El domingo, 13 de diciembre, tercer domingo de adviento y domingo de la alegría, desde el Santuario de Schoenstatt y bajo la mirada del Padre lanzamos un Canto de Esperanza con una parranda en Schoenstatt.
Con todo nuestro sabor, ritmo y calidez puertorriqueña le dimos la acogida al Símbolo del Padre entre cantantes y ambiente de fiesta. El regocijo se multiplica ya que el Padre está entre nosotros. Quien conoce la cultura puertorriqueña sabe que cuando se trata del tiempo cercano a la Navidad el aire de fiesta, alegría y gozo inunda todo de forma contagiosa. Con pleneros (plena – ritmo tropical de música caribeña) iniciamos la tarde familiar para lanzar esa voz de esperanza a toda la Isla.
Luego, nos deleitó con sus canciones Grisobelle, nuestra conocida cantante de interpretaciones schoenstattianas que acostumbradamente nos acompaña en los Retornos de la Virgen Peregrina y muchas otras actividades de la Familia en Puerto Rico y en ocasiones con la familia de hispanos en Estados Unidos. Las Hermanas de María que acaban de grabar un CD de canciones de Navidad compuestas por ellas mismas también llegaron a la tarima para continuar con la fiesta.
Finalmente, Pelly y su familia, un caballero que compone y canta con sus hijos y nietos, al ritmo típicamente puertorriqueño culminaron el programa de la noche con una bella presentación de canciones variadas.
Los Reyes Magos presentan el Símbolo del Padre
El momento culminante de la noche fue cuando miembros de la Familia de Schoenstatt que conocieron al Padre cuando vivían en Nueva York se acercaron a la tarima portando el Símbolo del Padre para que todos pudiéramos darle la acogida a nuestro Padre Fundador en medio de lo que sabemos hubiese disfrutado de habernos visitado en su vida terrenal: una buena típica parranda. Con el cántico de Padre Misericordioso se le dio a la noche ese toque de filialidad.
La clausura fue lo más hermoso. Nos acercamos todos al Santuario para recibir a los Tres Reyes Magos – otra tradición navideña típicamente puertorriqueña. En Puerto Rico los niños esperan a los Reyes Magos la noche del 5 de enero con gran ilusión.
Por eso, son un icono de la tradición navideña de siempre. Lo más hermoso fue cuando los Reyes Magos presentaron a todos los allí presentes el Símbolo del Padre como parte de esa manifestación del amor de Dios.
Una estrellita verde como luz de esperanza
Puerto Rico y el mundo entero necesita de ese mensaje de esperanza que pudimos lanzar desde nuestro Santuario esa noche. Tomando como base el cuento de la Estrellita verde de la esperanza que al bajar a la tierra decide quedarse entre los hombres porque a ella le corresponde allí donde hay decepción, angustias, problemas y desespero – se le entregó a cada persona una estrellita verde que se pegaba a su ropa para que no se fueran del Santuario sin recibir la luz de la esperanza. Sabemos que por lo menos poco más de 600 personas recibieron la luz de la esperanza en el Santuario el domingo, 13 de diciembre, bajo la mirada del Padre.
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Este momento es una muestra mas de la herencia tan grande legada por el Padre Fundador a nuestra Familia de Schoenstatt, a la Iglesia y al mundo: Dios es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos. Es una gran bendicion reconocerlo y una gran mision compartirlo con todo aquel que nos encontremos. Fue una gran alegria compartir con todos ese Canto de Esperanza desde el Santuario de la Solidaridad en Cabo Rojo, Puerto Rico. Abundantes bendiciones en es este Tiempo y siempre.
Es para nosotros en Puerto Rico un regalo que no tiene manera de expresar el que nuestro Padre este entre nosotros durante el tiempo de Navidad. Milagros de Navidad, podria ser la manera de definir lo que ocurer en nuestra familia, hombres y mujeres de diario vivir atariados, haciendose niños ante El Padre.
Acompañando al Padre en su peregrinar con el símbolo, hemos resibido de esa familia hermosa de Puerto Rico, también una estrellita verde en nuestro corazón y en nuestro Santuario Hogar. Gracias por tan hermoso relato navideño.