Publicado el 2009-12-16 In Vida en alianza

No perder el rastro de Dios en todos los acontecimientos de la vida cotidiana

Símbolos de advientoALEMANIA, Ingmar Flüs. En compañía del P. Weber, de la Hna M. Andita Potthast y las familias Reiner y Ruf, también este año 18 familias han comenzado el camino de Adviento. Conducidas a través la oscuridad, por el grupo de «ángeles» y el siempre aplicable «No temáis, pues les anuncio una gran alegría», estas familias pueden aprender a ver las huellas de los ángeles de Dios.

 


Tanto para jóvenes como para los adultos, fue igualmente una emocionante aventura descubrir cómo cada uno puede ser un ángel ya sea para el cónyuge, hijos, familia, novio, novia, o simplemente al que esté cercano. Sin duda alguna, muy a menudo en lo cotidiano olvidamos ser útiles a nuestros vecinos, y nos esforzamos por ser nuestros propios ángeles.

ÁngelEsta reunión del fin de semana fue organizada mediante impulsos adecuados para el tema, así como conferencias, dada por la Hna. Andita, por el P. Weber y la familia Reiner. Esta fue una excelente base para crear los ángeles de las familias, tanto de cartón y madera. «Es que Él dio órdenes a sus ángeles para protegerlos a ustedes en todos sus caminos» (Sal 91,11). Ello nos recuerda que estamos sujetos a la voluntad de Dios y nos muestra cómo no perder el rastro de Dios en todos los acontecimientos de la vida cotidiana.

Tocados por los ángeles

Esta vez, la novedad fue que la celebración de la Santa Misa se produjo en la tarde del sábado como una Misa del camino. Partiendo de la puerta de Adviento cerrada, las familias fueron en procesión a los lugares donde Dios está siempre esperándonos y podemos escuchar su palabra y tener una experiencia de Dios. Y todo esto al son del órgano o el arpa Veeh (no está mal escrito), que entusiasma tanto a jóvenes y adultos invitados a una participación directa en el acompañamiento musical de las canciones celestiales.

Obviamente, no podía faltar la tradicional confección de coronas de adviento y los brindis con Punch y pasteles de miel en la noche del sábado.

Una vez más se registra aquí un cordial «¡Dios te bendiga!» al ágil grupo de responsables de los niños, que les han permitido a las parejas tener algún tiempo dedicado al diálogo entre ellos, así como la oportunidad de reflexionar cómo este año, como familia pueden organizar el tiempo de Adviento y experimentar juntos la llegada de Jesús, María y José.

Y este encuentro llega a su término. Terminadas las despedidas, y alentados por las experiencias vividas, todos se volvieron de nuevo » hombres en camino…» (una canción de H. Tommek). Por eso, dejémonos ser tocados por los ángeles y llevado de vuelta junto a la cuna. Sólo así el Espíritu Santo vivificará los corazones, pasará el miedo, y crecerá el amor – que se ha vuelto tan importante – en la efímera temporada actual.

¡El Ángel del Señor
esté sobre ti para bendecirte!
Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *