Publicado el 2010-06-25 In Año Sacerdotal

Vivir apasionadamente para Dios y para los hombres

von links: Weihbischof Jörg-Michael Peter (Trier), Bischof Stephan Ackermann (Trier), Kardinal Claudio Hummes (Rom), Bischof Felix Genn (Münster, als Vertreter der deutschen Bischofskonferenz) beim Festgottesdienstmkf. «Vivir apasionadamente para Dios y para los hombres»: con estas palabras, que son el lema de la celebración del centenario de la ordenación sacerdotal del Padre José Kentenich, concluida en Schoenstatt el 20 de junio alrededor de las 18.00 h., se puede describir – así dijo el Cardenal Claudio Hummes – «el legado a la Iglesia» del Padre Kentenich. Dijo textualmente el prefecto de la Congregación para el Clero: «Todos necesitamos esta pasión del amor en los desafíos modernos de la sociedad para poder ser hoy cristianos con alegría. La apertura del mundo secular para Dios y lo divino no ocurre primero mediante la reflexión sino mediante aquel amor que está dispuesto a seguir el camino de Cristo».

 

Festgottesdienst

El pasado domingo 20 de junio, ante una Iglesia de Peregrinos colmada con más de 1.700 personas, el Cardenal Claudio Hummes, acompañado por Mons. Stephan Ackerman (obispo de Tréveris), su auxiliar, Mons. Jörg Michael Peters, Mons. Félix Genn (obispo de Münster) como representante de la Conferencia Episcopal Alemana y más de doscientos sacerdotes de todos los continentes, presidió la solemne Sta. Misa – acompañada por el coro juvenil de la catedral de Limburgo – en la que se conmemoró el centenario de la ordenación sacerdotal del Padre José Kentenich.

Una vida sacerdotal que repercutió en muchos hombres y en la Iglesia

Kardinal Claudio HummesEl prefecto de la Congregación para el Clero, responsable por todos los sacerdotes de la Iglesia católica, destacó que el Padre José Kentenich «durante decenios se dedicó a asistir con gran atención a los pastores y fundó varias comunidades sacerdotales. Toda su actividad estaba dirigida a una renovación de la Iglesia. Este impulso correspondía a las intenciones del Concilio Vaticano II, que tuvo lugar en la fase tardía de su vida». El Cardenal agradeció a las comunidades sacerdotales de Schoenstatt por su activa colaboración en todo lo referente al año sacerdotal que concluyó la semana pasada, y convocó a «hombres y mujeres, sacerdotes y laicos en esta Iglesia» a trabajar juntos para que «la Iglesia se convierte en familia, en una familia que regala hogar y cobijamiento».

«El acontecimiento que celebramos hoy», dijo el Cardenal, «es también una señal de en qué medida y en qué forma fecunda el Siervo de Dios Padre José Kentenich, se dejó tomar en servicio por nuestro Señor Jesucristo. Su vida sacerdotal repercutió en aquellos que pertenecen a su Familia espiritual, pero también más allá, en muchas personas».

Una vida que trasciende hasta hoy

Kardinal Hummes im Gespräch mit P. Heinrich WalterDe esa fecundidad de su vida dio testimonio el nutrido programa que precedió a esta solemne Eucaristía.

A la mañana hubo testimonios y alocuciones de muy diversas personas – una Hermana de María, un matrimonio, sacerdotes, jóvenes, un profesor de filosofía, un jefe de distrito, una licenciada en pedagogía social – acerca de cómo el Padre José Kentenich se ha transformado en un modelo y como su espiritualidad es una inspiración para tener un estilo coherente de vida y de trabajo.

«Cuando yo, como párroco, me ocupo muy personalmente de alguien», dijo el P. Armin Haas, que desde su infancia estaba fascinado por la idea de que un hombre, con toda su humanidad, pueda ser un «transparente de Dios» como el Padre Kentenich, «parece que de repente él está misteriosamente presente, en mí».

Podium«Ajá, entonces eres ahora el querido Dios para mí», dijo una chica de catorce años a su madre, después de una profunda conversación sobre Dios, el mundo y la vida. Y ella comprendió: sí, en cierto modo, sí. Y la Iglesia está en el centro de la casa por medio del Santuario del Hogar, el lugar donde reza la familia, donde también festejan e invitan a sus amigos. El Padre Kentenich lo llama pensar, vivir y amar orgánicos.

El jefe del distrito del Rin-Erft – al que pertenece Gymnich, lugar de nacimiento del Padre Kentenich – Sr. Werner Stump, se orienta en su política cotidiana en la fortaleza de la fe y en la rectitud del Padre Kentenich; Brigitte Wacker desarrolla, desde la pedagogía de vinculaciones que aprendió del Padre Kentenich, conceptos orgánicos en el asesoramiento de adictos y sus familias: estos son solamente dos de los muchos testimonios compartidos este día sobre como se aprende, en la escuela del Padre Kentenich, a vivir y a trabajar apasionadamente por Dios y por los hombres.

P. Juan Ignacio Pacheco mit dem Priester aus KubaEste apasionamiento por Dios y por los hombres se refleja también en los ojos de un joven sacerdote cubano, que hace un tiempo ha sellado la Alianza de Amor. Está por primera vez en Schoenstatt y espera que pronto surja en su patria la primera comunidad de sacerdotes schoenstattianos. Capta la atmósfera del lugar – no comprende nada del programa, planeado totalmente en alemán -, y sale de la iglesia. Afuera se mezcla con la fiesta espontánea que hay allí, y junto con sacerdotes de Perú, Chile, El Salvador y la Argentina, y jóvenes italianos y de otros países, se cuentan mutuamente como peregrinan en sus vidas tras las huellas del Padre Kentenich…

La mañana concluyó con una oración por los sacerdotes, hecha por iniciativa de la Obra Familiar de Schoenstatt.

El principio de reconciliación

Prof. DDr. Michael Hochschild, ParisEn el acto festivo de la tarde – en el que se presentó el cuarteto Viergeteilt, de Montabaur – habló el profesor de diagnóstico de historia contemporánea, Dr. Michael Hochschild, de París, ante un auditorio de numerosas personalidades y unos seiscientos oyentes, sobre «El principio de reconciliación», refiriéndose al aporte quizás sorprendentemente actual del Padre José Kentenich al desafío del siglo XXI, de «crear puentes entre Dios y el mundo, entre lo emocional y lo racional, entre lo individual y lo comunitario, entre el pasado y el futuro. Mirando al Padre Kentenich, hablar también sobre la complementación de las tradiciones culturales germanas y latinas. Se trata de aprender cada vez, para el futuro, de las experiencias de fracturas. Quizás se podría decir que, con el Padre Kentenich, se trata de crear, con María, puentes suaves y cariñosos».

Mons. Félix Genn, que estuvo en representación de la Conferencia Episcopal Alemana, agradeció por el compromiso y el testimonio de vida del Movimiento de Schoenstatt y acentuó la amplia visión de este encuentro festivo con el año sacerdotal de toda la Iglesia. La vida sacerdotal del Padre Kentenich es una expresión de fidelidad a Cristo y del sacerdocio como sacramento de la presencia de Dios. El alcalde principal de Coblenza, Prof. Dr. Joachim Hofmann Götting, retomó en sus palabras de saludo el tema de la conferencia y apeló al respeto de la creación y al compromiso con la dignidad del hombre.

FestaktParalelamente al acto festivo, hubo una gran cantidad de ofrecimientos de oración, bendiciones personales, visitas guiadas, conferencias y testimonios.

Jornada sacerdotal

Como cierre de la celebración del centenario de la ordenación sacerdotal del Padre Kentenich, se realizó, hasta el 23 de junio una jornada sacerdotal internacional en Schoenstatt, en la que participaron unos 250 sacerdotes de África (Burundi, Nigeria, Kenia, Sudáfrica, Chad), de la India, Australia, América (EE.UU., El Salvador, México, Ecuador, Perú, Brasil, la Argentina y Chile), y de varios países de Europa. Uno de los puntos culminantes fue una concelebración eucarística con el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Dr. Robert Zollitsch, el martes 22 de junio en la Iglesia de la Adoración. (Se publicará aparte el informe)

Documentación

Mons. Claudio Hummes: Prédica, 20 de junio

Álbum de fotos 1

Álbum de fotos 2 (Misa)

Videos en la Mediateca de SchoenstattTV (20 de junio de 2010)

Reportaje en TV Mittelrhein (alemán)

Traducción: aat, Argentina

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