Lisboa

Publicado el 2024-02-21 In Vida en alianza

El santuario de Lisboa – El sueño se cumple (Parte II)

PORTUGAL, Lena Castro Valente •

El santuario de Lisboa está viviendo un año jubilar con motivo del 50º aniversario de su bendición, el 15 de septiembre de 1974. Estos hitos históricos necesitan ser celebrados no solo como fechas marcadas en el calendario, sino revisitando la vida que les dio origen. Cuando volvamos los ojos del corazón y del alma al camino recorrido en estos 50 años, desde el principio hasta hoy, seremos llevados a «encendernos» una vez más por esta historia que se hizo vida, y por esta vida que se hizo historia porque está marcada con el sello de Dios. —

Con este artículo, que nos habla de la construcción real del santuario de Lisboa, terminamos el relato de la vida y de la historia que siguieron a la decisión de fundar Schoenstatt en Portugal.

La construcción espiritual del santuario – La ermita

A bênção do Nicho

Bendición de la ermita

Con la alegría de saber que la construcción del santuario finalmente se realizaría, la familia continuó reuniendo capital de gracias y haciendo gestiones que permitieran llevar adelante el proyecto. Una de las iniciativas fue colocar y bendecir una ermita en el jardín de la casa donde se construiría el santuario. La ermita sería bendecida por el padre chileno Jaime Ochagavia, que había llegado a Lisboa el 13 de abril de 1973, pocos meses después de la histórica homilía del padre Alberto Eronti.

El 31 de mayo de 1973, en la ceremonia de bendición de la ermita, la familia rezó una oración que comenzaba así: «Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable, unida al Padre, en comunión con nuestros hermanos, te saludamos hoy desde este nuevo lugar. Te pedimos que lo santifiques para todas las generaciones venideras. Este es el lugar que encontramos con tu ayuda para construir nuestro primer santuario en Portugal… Constrúyelo con nosotros… Desde esta ermita que hemos erigido como reconocimiento especial de las tres gracias que nos has concedido… un lugar para el santuario… un sacerdote asesor… reconocimiento oficial por parte de nuestros obispos…».

Colocación y bendición de la primera piedra del santuario

En el año transcurrido entre la bendición de la ermita y la bendición de la primera piedra, la familia continuó con la construcción espiritual del santuario, materializada en santuarios hogar y santuarios corazón…

El 31 de mayo de 1973, la familia pudo finalmente iniciar la construcción material del futuro santuario con la colocación y bendición de la primera piedra.

La primera piedra (traída de Fátima el 18 de mayo de 1969) fue colocada en los cimientos del santuario y bendecida el 31 de mayo siguiente, en la ceremonia de la alianza de amor de la familia con la MTA. Junto con la primera piedra se colocaron también otras piedras simbólicas ofrecidas por miembros de la familia, así como un documento en el que la familia resumía su historia y sus compromisos para el futuro: «En 1974, una nueva era amaneció para Portugal… Era la época en que la Iglesia se preparaba para el Año Santo… El Papa Pablo VI era Pontífice en Roma, y el cardenal-patriarca António Ribeiro en Lisboa. Como familia internacional de Schoenstatt, celebramos el 60º aniversario de su fundación y el 25º aniversario de la misión entregada el 31 de mayo… Hoy, en este lugar de Restelo, colocamos la primera piedra del santuario de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt. Tomamos esta piedra de Fátima porque queremos realizar la herencia mariana de nuestro pueblo y hacerla vida a través de la alianza de amor. La familia de Schoenstatt portuguesa nació estrechamente vinculada a la Misión del 31 de mayo… Este santuario es nuestro regalo a la Mater en este año de su coronación como Reina Victoriosa por la familia de Schoenstatt internacional. La obra es tuya – Clarifícate…».

La Eucaristía, que se celebró en el lugar donde se construiría el santuario, fue presidida por Mons. Maurílio, entonces obispo auxiliar de Lisboa, y concelebraron los padres Jaime Ochagavia, António Lobo, Almeida Gomes, Samuel Rodrigues, Paulo Cordovil, Dr. Erwin Helmle, Franz Hörlne (Brasil), René Klaus (Suiza) y Hugo Vásquez (Ecuador).

«Dios quiere, el hombre sueña, la obra nace…»

O Santuário em construção

El santuario en construcción

Este primer verso del poema O Infante -el primero de la serie Mar Portugués- de A Mensagem, de Fernando Pessoa, me deja muy claro que no hay límites terrenales cuando el corazón del hombre armoniza con la voluntad de Dios. Es el caso, una vez más, de la construcción del santuario de Lisboa. Después de tantos obstáculos, y tal como Dios quería y la familia había soñado, el santuario vio la luz.

Las obras comenzaron el 31 de mayo de 1974 y terminaron el 15 de septiembre del mismo año, con su inauguración. Fueron necesarios 3 meses y medio para elevarlo desde las profundidades de un sueño hasta la realidad de su existencia física.

Y, como curiosidad, al día siguiente del inicio de la construcción, el 1 de junio de 1974, fue ordenado sacerdote el padre José Pontes, primer sacerdote salido de la Juventud Masculina de la familia de Lisboa.

La construcción material fue acompañada de la conquista espiritual de las diferentes partes que la componen. Así, de acuerdo con los ideales de los diferentes grupos, cada uno fue responsable: El primer grupo de la Obra Familiar – los cimientos; el grupo de la Juventud Femenina – las paredes y la puerta; el Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt – el piso, el techo, el Sagrario y el cuadro de la Mater; el segundo grupo de la Obra Familiar – la campana; el grupo Cruzados de un Nuevo Reino – la espada de san Pablo; el grupo Splendor Ignis – la lámpara; el grupo Corredemptio Crucis – la cruz.

El 12 de septiembre, tres días antes de la consagración del santuario, la familia celebró una vigilia de meditación, oración y reflexión sobre los hitos decisivos de su historia.

En su homilía, el P. Jaime Ochagavia destacó una vez más los tres rasgos característicos de la familia de Lisboa: «Familia elegida, probada y confirmada».

La bendición y consagración del santuario

A inauguração do Santuário de Lisboa

Inauguración del santuario de Lisboa

La celebración de la inauguración del santuario comenzó el día anterior, el 14, en la Rua Duarte Lobo – casa de las Señoras del Instituto – donde tanto se había vivido, sufrido y soñado. Participaron miembros de la familia de Aveiro, Madrid – Hna. María Eugenia y Manolo – y Alemania. Manolo ofreció la patena, con la que los padres habían concelebrado en la Eucaristía de bendición del santuario de Pozuelo, donde tantos portugueses habían estado presentes, como símbolo de la unidad que se había establecido entre las dos familias.

Era el 15 de septiembre de 1974

En un domingo soleado, se inauguró el santuario de Lisboa, el primero de los cuatro santuarios portugueses.

Ese día, la Familia recibió un mensaje del P. Alex Menningen que, entre otras cosas, decía: «…Así podemos ver en la construcción del santuario una clara obra de la Mater. Pero también estuvo presente en todo momento la intercesión del padre de la familia. Siempre fue así en su vida, siempre pudimos encontrarlo donde estaba la Mater… Unido a la Mater, será en el futuro el padre espiritual de la familia portuguesa del Padre, el Padre que cuida y permanece fiel… Los saludo y felicito en nombre y representación de la familia de Schoenstatt en todo el mundo…».

Para esta celebración, vinieron 42 personas de Gafanha da Nazaré – entre ellos los padres António Lobo, Miguel Lencastre, Brás, Domingos, Almeida Gomes, Júlio y la Sra. Luz – fundadora de la Rama de Madres en Gafanha – con su familia.

De Madrid vinieron 11 miembros. De Alemania vinieron Frau Gramlich, Irmgard, una hermana del curso de Lucília y María de Jesús (ambas de la Juventud Femenina de Lisboa), el P. Manuel Ribeiro Alves (Unión de los Padres Diocesanos de Schoenstatt), las hermanas de María, Maria da Graça Sales y Maria Eugénia (también de la Juventud Femenina del inicio en Lisboa). De Chile, Ivan, estudiante en Münster y futuro P. Iván Smicic; de Brasil, el P. Brás y Anita Trevisan, de los unionistas.

La ceremonia comenzó a las 16h. Mons. Maurílio, obispo de Fabiona y auxiliar del patriarcado de Lisboa, presidió la Eucaristía. Concelebraron el padre Jaime Ochagavia, el padre Jackel, los padres portugueses António Lobo, Miguel Lencastre, Almeida Gomes, Domingos, Júlio y Samuel, el padre brasileño Brás, el padre chileno Francisco José y el padre suizo Dr. Helmle.

En la oración de consagración, la familia declaró a la Mater: «… Reunidos en torno a nuestro padre fundador y unidos a todos nuestros hermanos del mundo entero, queremos renovar hoy aquí, como familia, nuestra alianza de amor contigo, para que te establezcas en este lugar, convirtiéndolo en santuario de Schoenstatt, y broten de él en abundancia las gracias del acogimiento, la transformación y la fecundidad apostólica. Que haya aquí una verdadera irrupción de lo sobrenatural, como un nuevo cenáculo, desde donde nos envías diariamente… La construcción material y espiritual de nuestro santuario es nuestra ofrenda como generación fundadora, en este año jubilar de Bellavista, para la coronación que la familia internacional te regalará en Schoenstatt, como Reina Victoriosa…».

Al final, se agradeció a todos los que, a lo largo de los años, contribuyeron e hicieron posible que este feliz día viera la luz, sin olvidar a los responsables de la construcción del propio santuario.

A lo largo de los años, el santuario se fue completando con los diversos símbolos: «La concha de agua bendita (15 de septiembre de 1975); la colocación de la fotografía del P. Kentenich (9 de abril de 1976); la colocación del símbolo del Padre y la entrega del ideal del santuario – CENÁCULO DE LA FAMILIA DEL PADRE (18 de noviembre de 1977); la colocación del símbolo del Espíritu Santo (14 de mayo de 1978); la colocación de la cruz de la Unidad (2 de junio de 1983).

El simbolismo de 14 años

Santuário de Lisboa

Santuario de Lisboa

14 años nos recuerda a las 14 estaciones del viacrucis. Y, de alguna manera, estarán asociadas al Schoenstatt portugués.

Es interesante que en el mensaje del Padre Alex Menningen para la inauguración del santuario, se refiera a una aparente coincidencia: «…El 19 de julio de 1960, las cuatro primeras señoras de Schoenstatt fueron enviadas a Portugal desde el santuario Original, y precisamente 14 años después, el 19 de julio de 1974, firmaron el contrato con la empresa constructora para edificar el santuario…». 14 años – 14 estaciones.

El 18 de marzo de 1958, el P. Kentenich escribió al P. Augusto Ziegler:» Lo que usted escribe en su carta da en el clavo. Su ‘sueño’ puede ser interpretado simbólicamente, como usted lo hace. En cualquier caso, tiene usted todos los motivos para mantener su paz interior. Por supuesto, ya tiene el presente a tener en cuenta para poder guiar su camino interior que, tarde o temprano, pasará por las 14 estaciones del viacrucis…».

En lo que respecta al Schoenstatt portugués, entre el año 1958, en que le fue anunciado su viacrucis personal y, como se desprende de las cartas intercambiadas entre los padres Kentenich y Ziegler, el sueño que abrigaban sobre Portugal, y la fecha del restablecimiento del movimiento, es decir, el fin de la prohibición (25 de mayo de 1972), transcurrieron exactamente 14 años – 14 estaciones.

El 21 de junio de 1972, el P. Ziegler falleció repentinamente a la edad de 59 años.

Entre el año de la fundación de Schoenstatt en Portugal – 1960 – y la consagración del primer santuario portugués – Lisboa, 1974 – pasaron exactamente 14 años – 14 estaciones.


Este es el sexto y último artículo de la serie “El santuario de Lisboa”. Mi intención fue llevar al lector por un breve recorrido por la vida y la historia del Cenáculo de la Familia del Padre. Fue una contribución personal a la celebración del 50º aniversario del primer santuario de Schoenstatt que conocí, hace 46 años, y a cuya sombra crecí como persona y como cristiana. A su sombra hice alianzas – de amor con la Mater, con el Padre, con el Espíritu Santo – entregué poder en blanco, consagré el santuario hogar y el santuario corazón, y fue desde allí que partí para implantarme en el Jardín de María en la Tumba del Padre donde hice la Inscriptio. A su sombra, tuve hijos, los crie, fui abuela, vi partir a mis queridos padres, lloré y reí, en fin, viví. Quiero dar las gracias a todos los que hicieron posible su existencia, a los que como yo siguen manteniéndolo «vivo» y a todos los que no lo dejarán «morir» en el futuro.

Original: Portugués. Traducción: Roberto González, Bonn, Alemania /es

 

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