COSTA RICA, Hugo García •
Al iniciar el 2024 algunos de los miembros de nuestro grupo de ciclismo de montaña nos dijimos: hagamos un ride, una excursión distinta este enero y vamos a visitar a nuestra Madre María a su ermita en Tres Ríos, Cartago. —
Aunque no todos se apuntaron a la excursión, por lo típico de las agendas y vacaciones de inicio de año, Rudy, Diego, mi hijo David y yo nos preparamos con mucha alegría para subir a la montaña y darle gracias a Dios y a la Mater por tantos regalos, salud y bendiciones para nosotros y nuestras familias y trabajos durante el 2023. Pedimos igualmente por este nuevo año que está apenas iniciando.
Así que, bien tempranito, nos vimos en el punto de encuentro en Escazú, en la zona oeste de San José, y partimos a «cletear», término popular que usamos los ticos para decir pedalear, en nuestras bicis.
Encuentro con María en su ermita
Era una fresca y espectacular mañana, ideal para darle duro a la bici y subir a esta zona alta del Valle Central, que goza de unas espectaculares vistas hacia la parte central de nuestra capital, San José. La ermita de Schoenstatt en Tres Ríos es un lugar muy especial para subir en peregrinación y estar un rato con la Mater. Se respira un aire puro bajo las copas de altos y frondosos árboles de ciprés y otras especies, así como bellas y abundantes hortensias, que invitan a pasar un rato muy personal con La Virgen María.
Llegamos muy alegres a ofrecerle a la Mater cincuenta rosas, rezando el Rosario del Instrumento, como sencillas pero abundantes contribuciones al capital de gracias en su ermita.
No debe faltar el cafecito…
Luego de la subida a la montaña y de haberle rezado estos «cleteros» el Santo Rosario a la Mater en su ermita, nos dimos un «gustico» con el cafecito y emparedados que mi señora Mercedes muy amablemente nos llevó hasta la ermita, con lo que terminamos de disfrutar de este bello espacio de naturaleza y lugar especial de oración y encuentro ante la Santísima Virgen, nuestra MTA.
Cumplida la misión de ir a visitar tempranito y en inicio de año a nuestra Madre Santísima, nos preparamos para bajar de nuevo a la ciudad, con los corazones plenos de alegría y fe.
Colaboración: Eduardo Shelley @schoenstatt.org
