PORTUGAL, Lena Castro Valente •
El Santuario de Lisboa está viviendo un Año Jubilar por el 50º aniversario de su bendición, que tuvo lugar el 15 de septiembre de 1974. Estos hitos históricos necesitan ser celebrados no sólo como fechas marcadas en el calendario, sino revisitando la vida que les dio origen. Al volver los ojos del corazón y del alma al camino recorrido en estos 50 años, desde el inicio hasta hoy, seremos llevados a «encendernos» una vez más por esta historia que se hizo vida, y por esta vida que se hizo historia, porque está marcada con el sello de Dios. —
El objetivo de este artículo es hacer memoria de la vida y la historia de los inicios de la fundación de Schoenstatt en Portugal.
Contar la vida
Contar la vida es una larga historia que no cabría en ninguna publicación, por extensa que fuera. Podemos, sin embargo, intentar acercarnos a ella a través de las personas e historias reales que le han dado forma y alma. Por eso, estos «cimientos de Dios», como yo los llamo, nos serán narrados a través de la mención de personas que, al pasar los años, resultaron ser esenciales para el desarrollo de los acontecimientos que han quedado registrados en los anales de la historia, actores involuntarios de una trama tejida por la Divina Providencia. Es también un homenaje a esos instrumentos elegidos por María, que llenaron de «Sís» los caminos de la vida y de la historia familiar.
P. Dr. Erwin Helmle SAC
Villa Thérèse en 2009
El P. Erwin Helmle era un sacerdote palotino perteneciente a la comunidad suiza. Llegó a Portugal durante la Segunda Guerra Mundial (1945) y dejó Portugal en 1984, cuando se jubiló. Vino de visita en 1986, durante la cual falleció en un accidente, y se quedó aquí para siempre, enterrado en el cementerio de los Ingleses. Fue un sacerdote muy culto que escribió varios libros sobre santos portugueses (San Antonio, el Padre Cruz), Fátima y el Convento de los Crúzios en Arrábida. También escribió «Geschichte der Katholiken Deutscher Sprache in Portugal – Historia de los católicos de lengua alemana en Portugal». Se doctoró en Historia de la Iglesia Oriental. Fue profesor en el Colegio Alemán de Lisboa y de Arqueología e Historia del Arte en un instituto precursor de la actual Universidad Católica Portuguesa.
Más tarde, fue capellán de la comunidad alemana de Lisboa, creada oficialmente en 1927. Junto con la Embajada de Alemania, fue responsable de la adquisición de la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, haciéndose cargo de la Hermandad «Nuestra Señora de los Dolores». Junto a la iglesia se construyeron el salón parroquial y la casa parroquial, que desde hace años es la sede de la parroquia alemana.
El P. Helmle dirigía una Residencia Académica para estudiantes universitarios, donde vivía. Por eso, tenía mucho contacto con jóvenes de los que era confesor y consejero y a los que marcó para siempre. Para algunos portugueses fue una figura decisiva en sus vidas.
El P. Helmle fue el instrumento que llevó a varios muchachos portugueses a la «órbita» del P. Kentenich. En algunos casos, los envió a Suiza, a una casa llamada Villa Thérèse, en Friburgo, donde vivían los estudiantes, especialmente los que cursaban con los palotinos. En aquella época, Schoenstatt aún no se había separado de los palotinos y, por lo tanto, el sacerdocio tenía como objetivo entrar en la Comunidad Palotina (nuestro fundador era sacerdote palotino), aunque la Mater y la pedagogía del P. Kentenich eran el ideal que motivaba a los estudiantes.
Echemos un vistazo a las historias y personas reales que fueron decisivas para la fundación de Schoenstatt en Portugal, y en las que el P. Helmle fue el instrumento elegido:
Imagen de la Mater en la Alianza de Amor de la Sra. Margarida, el 13 de enero de 1960
En 1957, el P. Helmle fue llamado a ayudar al joven diácono António Lobo, a quien, debido a algunos malentendidos en el Seminario de Évora, se le negó dolorosamente la ordenación sacerdotal. António Lobo era fruto del apostolado de la Sra. Sílvia Cardoso (tía de Miguel Lencastre), que descubría y patrocinaba las vocaciones sacerdotales de los jóvenes. Sílvia, hoy Venerable Sílvia Cardoso, ya había fallecido en 1950 y fue su sobrina Margarida (hermana de Miguel) quien, en cierto modo, «heredó» este apostolado y acudió en ayuda del sufrido diácono António. Al mismo tiempo, en Évora, la Sra. Rosinha Cordovil, figura clave y pionera en la organización de peregrinaciones a pie de Évora a Fátima, se entera del problema y, sin conocerla, se pone en contacto con la Sra. Margarida y le recomienda al Padre Helmle, que acaba resolviendo el drama de António. El diácono António Lobo es enviado a Suiza, a Villa Thérèse.
El 22 de agosto de 1959, en Schoenstatt, selló la Alianza de Amor en una ceremonia presidida por el padre Ernesto Durán, sacerdote chileno responsable por «atraer» muchas vocaciones chilenas a Schoenstatt. António fue el primer portugués en sellar la Alianza de Amor.
Terminó sus estudios y fue ordenado sacerdote palotino en Sankt Gallen el 21 de diciembre de 1960. Ingresó en el Instituto de los Padres de Schoenstatt cuando se fundó el 18 de julio de 1965.
A principios de 1959, Miguel Lencastre, un buen muchacho pero extraño, decide que quería ir a Suiza, con la excusa de estudiar. Compartió su decisión con su hermana, la Sra. Eucaristía, que veía en esa decisión varios inconvenientes. Sin embargo, se acordó del padre Helmle, que tanto había ayudado a António, y aconsejó a Miguel que hablara con él. Creía que el buen sacerdote le disuadiría de esa idea tan descabellada.
Miguel esperaba oír un «sermón» del cura, pero lo que oyó fue: «Quiero ayudar». Se fue con él a Paços de Ferreira para hablar con sus padres y los convenció de que lo dejaran ir porque en Suiza, en Villa Thérèse, estaba António Lobo en una casa muy buena y muy recomendada. Tuvo que prometerle a su madre que visitaría a su amigo y ése fue su «pasaporte» a Suiza. Viajó a principios de abril de ese año.
Lo primero que hace es visitar a Antonio, pero pronto se marcha a Lausana. A principios de septiembre, recibe una carta de su madre en la que le dice «que había soñado con él y le había visto hambriento…». Afligido, le escribe inmediatamente para darle una alegría, y le dice que va a Friburgo a visitar a Antonio.
Llegó el 8 de septiembre, Natividad de la Santísima Virgen María, se convirtió en forma fulminante el 12 de septiembre, fiesta del Santo Nombre de María, y decidió hacerse sacerdote tres días después, el 15 de septiembre, solemnidad de Nuestra Señora de los Dolores. Esta conversión fue decisiva para el inicio de Schoenstatt en Portugal. Preparado por el P. Humberto Anwandter selló la Alianza de Amor en Schoenstatt el 16 de julio de 1960 (Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Chile), en una ceremonia presidida por el padre Augusto Ziegler. Es el tercer portugués que la sella. La segunda, y primera portuguesa, fue su hermana Margarida que, el 13 de enero del mismo año y en señal de alabanza y gratitud por la conversión de su hermano, la selló en Schoenstatt en una ceremonia presidida por el padre Augusto Ziegler. También fue preparada por el P. Humberto.
António Ruivo (1959) y Manuel Barata (1960), cofundadores de la Familia de Lisboa y de Schoenstatt en Portugal, también fueron enviados por el P. Helmle a Suiza como parte de las vacaciones pagadas. En Villa Thérèse, entraron en contacto con Schoenstatt principalmente a través de los estudiantes chilenos. Y esa semilla ha dado muchos frutos.
Fue el P. Helmle quien recibió y acompañó al P. Kentenich en sus dos visitas a Portugal en 1947, la primera el 16 de marzo – estuvo sólo tres horas en suelo portugués y por eso no salió del aeropuerto – y la segunda el 29 de diciembre. En esta ocasión visitó Lisboa, en particular la zona de Belém, donde se levantan el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém. Estas visitas del Fundador a Portugal se consideran, a la luz de la fe, el primer acontecimiento significativo.
Los seminaristas chilenos
Muchos años después, el P. Jaime Fernández contaba que cuando vinieron de Chile en barco para ir a Villa Thérèse a estudiar en los Palotinos, llegaron a Lisboa el 30 de mayo de 1954. Estos 24 chilenos eran, en muchos casos, vocaciones tardías que habían florecido por el contacto con el P. Kentenich durante su estancia en Chile. Su ideal era «Águilas del Padre«. Esa noche, en la cubierta del barco, rezaron una oración y le escribieron una carta al padre fundador en la que le decían «que querían ser su séquito y que querían entrega su vida por la misión del 31 de mayo». Este compromiso fue tomado muy en serio por los muchachos y por el P. Kentenich.
Cuatro años más tarde, en 1958, sintiéndose responsables del compromiso que habían asumido, escribieron una carta en español al P. Helmle, que dirigía la Residencia de estudiantes universitarios en Lisboa, firmada también por el P. Augusto Ziegler, en la que resumidamente afirmaban: «…queremos ser el punto de partida de la estrecha unión que los schoenstattianos chilenos quieren tener con sus hermanos portugueses para que todos unidos en el amor a Nuestra Madre, podamos formar un vasto Movimiento para la renovación mariana del mundo para Cristo…«.
Estos chilenos se preocuparon de acoger a los muchachos portugueses que fueron enviados a Villa Thérèse, y fue en medio de ellos que Miguel se convirtió de la noche a la mañana, razón por la cual, en señal de gratitud, eligió el día de la patrona de Chile para su Alianza de Amor. Y fue uno de ellos, el P. Jaime Fernández, quien invitó a Manuel Barata a fundar el Movimiento de Schoenstatt en Portugal en el verano de 1960.
P. Augusto Ziegler
P. Augusto Ziegler
El P. Augusto Ziegler era un sacerdote palotino de la comunidad suiza que, en 1953, se convirtió en educador y maestro de novicios de los Hermanos chilenos y suizos. Era un sacerdote muy vinculado a lo sobrenatural y tenía «experiencias místicas». Necesitado de un guía espiritual, en un determinado momento de su vida eligió al P. Kentenich, que se encontraba exiliado en Milwaukee, e inició un intercambio epistolar con el Fundador, quien, por esto, conocía lo que el P. Augusto pensaba, sentía e intuía.
El 23 de septiembre de 1959, el P. Jaime Fernández le comunicó la conversión del portugués Miguel. Dos días después, habló él mismo con Miguel.
Con la llegada de António Lobo y, sobre todo después, con la conversión de Miguel, el sueño que el P. Augusto y nuestro fundador habían acariciado durante tanto tiempo, fue visto por ellos como la señal de la Divina Providencia para iniciar el camino de la fundación de Schoenstatt en Portugal. Podemos decir que el P. Kentenich «confió» al P. Ziegler esta nueva tarea que la Mater les mostraba. Con la conversión de Miguel Lencastre y su decisión por el sacerdocio, la «plenitud de los tiempos» había llegado y Schoenstatt sería una realidad en la Tierra de Santa María. «… Entonces comprenderá mejor hasta qué punto en la historia de la Familia no es la sabiduría humana la que domina, sino la competencia entre la conducción divina y la docilidad humana» (P. Kentenich al P. Ziegler). Sin el P. Ziegler, que a esa altura ya acumulaba muchas tareas dentro del Movimiento de Schoenstatt, Schoenstatt no hubiera llegado tan rápidamente a Portugal.
Frau Gramlich, la familia Lencastre y el P. Joseph Grass
Fue en ese año 1960 cuando la familia Lencastre se puso en contacto con Frau Gramlich, Superiora del Instituto de Señoras – con quien la Sra. Margarida había sellado una alianza durante su estadía en Schoenstatt para celebrar su Alianza de Amor – para que viniera a Portugal a fundar el Movimiento. Ellas aceptaron porque tenían el sí del P. Ziegler y el apoyo en todos los niveles de la Familia Lencastre. El 30 de marzo de 1960, Frau Gramlich, el P. Ziegler y el prelado Schmitz visitaron Portugal para evaluar las condiciones existentes. La Sra. Margarida ya había alquilado una casa en Oporto para alojar a las Señoras. En el verano de 1960, el P. Joseph Grass, sacerdote palotino suizo, fue invitado a colaborar en la fundación de Schoenstatt en Portugal. A este sacerdote le debemos el acceso a los diarios del P. Ziegler.
El P. Miguel Lencastre celebrando la Eucaristía en el Santuario de Friburgo para conmemorar el 50° aniversario de su conversión el 12/09/2009
Original: Portugués: Traducción: Claudia Echenique, Buenos Aires, Argentina
