ALEMANIA, Klaus Bräuninger / mf •
El Männerwerkstatt (Taller de hombres), un encuentro virtual de hombres, aborda en tres veladas un tema general, actualmente: la sostenibilidad y el cuidado de la creación. En la tercera y última velada de la serie, Franz B., antiguo responsable de formación técnica profesional, mostró qué hace que trabajar y disfrutar del éxito de los aprendices sea sostenible. —
Contó que ya de adolescente disfrutaba dejando ganar a los «pequeños» cuando jugaba al fútbol callejero con los más jóvenes. Más tarde, cuando había partidos de fútbol «padres contra hijos», los otros padres en el campo a menudo se dejaban llevar por la ambición; entonces uno u otro se quejaba si había cometido errores deliberadamente para que ganaran los niños.
Para Franz B., los jugadores más jóvenes no son competencia; él simplemente disfruta de sus éxitos, sobre todo cuando puede contribuir a ellos.
Y podría hacerlo como formador técnico en una empresa industrial.
Dar a los alumnos algo más que conocimientos técnicos
Como formador, Franz B. dice que tuvo y aprovechó la oportunidad no sólo de formar profesionalmente a los jóvenes, sino también de enseñarles responsabilidad personal, corresponsabilidad e independencia. Esto, dice, le exigía dar conscientemente un paso atrás e intervenir sólo cuando los aprendices iban en la dirección equivocada. El P. Kentenich y su trato con los jóvenes le sirvieron de inspiración en este sentido. Quería transmitir a sus aprendices amor por la profesión, sentido y alegría.
Los aprendices sentían que su formador se interesaba sinceramente por ellos, por su situación en la vida y por su estilo de vida. Por supuesto, también planteaba exigencias para desafiar y animar a los jóvenes.
Según Franz B., cuando un aprendiz se mostraba completamente orgulloso de lo que había conseguido para su futuro al graduarse, era el mayor elogio para él, aunque el joven ni siquiera se hubiera dado cuenta de que debía sus éxitos en gran medida a la pedagogía de su formador.
Una oportunidad para todos
Sus superiores también le asignaron aprendices con dificultades de aprendizaje o discapacidad procedentes de otras empresas. A pesar de las evaluaciones negativas de su rendimiento y comportamiento por parte de sus colegas, también recibieron al principio un voto de confianza por parte de él. En un caso incluso ocurrió que un aprendiz que había sido clasificado como no apto para la formación terminó ésta como el mejor de su año de formación.
Cuando Franz B. se jubiló, muchos antiguos aprendices se inmortalizaron en un original regalo de despedida.
En el caso de muchos de ellos, Franz ni siquiera sabía que seguían en la empresa. Una bonita muestra de solidaridad, aunque ya no mantengan un contacto regular.
Instructor (foto simbólica)
Faro
Faro – esta imagen, dijo Franz B., es su ideal en la vida, que siempre le ha guiado también en sus actividades profesionales. Se esfuerza por tener una postura firme en lo que hace y en cómo lo hace. Incluso en las tormentas y olas de la vida. Su luz debe brillar y transmitir una sensación de hogar. Sin imagen: simplemente estando allí.
La Alianza de Amor también tiene una influencia especial en él. Le ayudó a no dejar que las relaciones se le atascaran en la cabeza en un mundo de trabajo técnico. Le hizo reconocer a Dios en los rostros de las personas que le fueron confiadas. Por eso es importante para él dar gracias por ellas cada día y rezar por ellas, hoy y en el futuro.
Para ello, coronó a la Virgen como su reina, con una corona hecha por él mismo. Ella le acompaña en todo lo que hace.
Centrándose en las personas, trabajando por aquellos que le son confiados. Generar confianza a través de la observación y la conversación. Esto conduce a relaciones duraderas, según la experiencia de Franz B., que esa tarde recomendó a los demás hombres.
Original: alemán. Traducción: Roberto M. González, Bonn, Alemania
