H3M (Histórias de tres minutos), Paz Leiva •
Parece que entre la pandemia y la “causa Kentenich” muchos schoenstattianos no sabemos mirar al futuro. El agotamiento pandémico nos tiene desorientados. Dándole vueltas a este tema, hace tiempo que me viene a la cabeza una historia: —
Una familia con varios niños estaba de vacaciones en la playa. Los niños jugaban y los padres leían a la sombra de un toldo, hasta que alguien se dio cuenta de que faltaba Lucas, el menor. Aún no había cumplido los tres años. Se habrá acercado a la orilla a por agua. Pero no. No lo veían. Habrá visto algo en los toldos vecinos. Pero no. Allí tampoco estaba. En menos tiempo del que se emplea en contarlo toda la familia salió corriendo, sin rumbo, al grito de: “¡Lucas, Lucas!”.
La angustia se apoderaba de los padres intentando saber quién había sido el último en ver a Lucas. Seguían llamando: “¡Lucas, Lucas!”. A alguien se le ocurrió buscar ayuda en el puesto de Cruz Roja. Dos voluntarios acudieron al instante, cuando la familia de Lucas se disponía a recorrer los 5 Km de playa en distintas direcciones. Uno de ellos les dijo: “Normalmente, cuando un niño pequeño se desorienta, camina hacia el sol”.
En las playas españolas del Mediterráneo, por regla general, para caminar hacia el sol, hay que mirar al Sur. Así que toda la familia salió corriendo en dirección Sur, gritando. A unos quinientos metros del toldo vieron a Lucas, caminando despacio, mojándose los pies en el agua que iba y venía. Efectivamente caminaba hacia el sol.
Algunos estamos desorientados, agotados de tanta pandemia, ¿hacia dónde hay que mirar en este verano de 2021, para caminar hacia el sol?
glowing end
Nota: la historia es real, el nombre de Lucas es ficticio.
