Publicado el 2015-10-13 In Vida en alianza

Las mujeres profesionales de Encarnación

PARAGUAY, Viviana Palacios y María Fischer •

El 18 de octubre, el grupo de mujeres profesionales de Encarnación, el primer grupo de la Rama en esta diócesis – son nueve mujeres jóvenes – sellará, en el Santuario de Tupãrenda, su compromiso de prepararse para crecer en Schoenstatt.

Encuentro

Hace un par de meses recibieron la visita de las profesionales de Asunción. Lo cuenta Viviana Palacios:

Como todos los años, las profesionales de Asunción realizamos un encuentro con otras profesionales del interior del país. Éste año elegimos ir a Encarnación, donde la rama se inició en agosto del año pasado. Gracias a Dios, el clima veraniego en pleno invierno, nos ayudó en la aventura.

Pasado el mediodía del 1º de agosto, llegamos a la casa de reuniones que tiene la Familia de Schoenstatt en Encarnación, donde fuimos recibidas con la calidez propia del paraguayo. Nos emocionó cada detalle en el recibimiento, pero sobre todo la alegría expresada en el rostro de las chicas.

Por la tarde fuimos a visitar con ellas el Santuario de la Virgen de Itacuá. Hermoso y apacible lugar. Por la noche, compartimos testimonios de cómo llegaron hasta la Mater y a la rama.

Quedamos maravilladas con cada historia de amor con nuestra Mater, diferentes y muy ricas en vivencias. También compartimos nuestros testimonios con ellas y al final de la reunión nos dimos cuenta de que cada una quedó muy enriquecida y encendida con los testimonios de las demás.

Después debatimos sobre el mensaje que el Papa preparó para los jóvenes en la Costanera de Asunción, pero que no alcanzó a leer… Entre otros, resaltaron los siguientes desafíos para la rama: mayor preocupación por las hermanas de grupo y no dejarse llevar por lo material ni por lo frívolo.

Culminó la jornada con la entrega de la réplica pintada de la bandera de la Rama, que fue conquistada para el Centenario de Schoenstatt. La recibieron con gran alegría y las dejó entusiasmadas por el ideal de la Rama, «Sagrario vivo, en amor fiel, enciende vida a la Nación de Dios».

Al día siguiente, luego de la Sta. Misa en la Catedral, Monseñor Francisco Pistilli (obispo de Encarnación y Padre de Schoenstatt) les dio una bendición especial a las pioneras de la Rama Femenina de Profesionales de Encarnación.

Gratitud y espera

«Todavía conozco poco al movimiento, pero, por mi amor por la Virgen enseguida asumí el compromiso, dije que sí sin saber lo que me esperaba», cuenta Anselma Sosa, encargada del grupo. «La Mater nos regaló grandes gracias, sanó muchas heridas y forja nuestro espíritu en cada reunión. ¡Qué hermoso este mundo de Schoenstatt!».

 

Foto: Ermita en Encarnación

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