ROMA, mda. Muchos vienen inscritos, otros simplemente vienen y todos son bienvenidos: el ”santuario de todos nosotros“ en Roma, espera a los peregrinos del jubileo, los que vienen de Schoenstatt o directamente a Roma, para encontrarse, en la mañana del 25 de octubre,  con el Papa Francisco y dejarse enviar por él a las calles del mundo, como misioneros de un Schoenstatt renovado en la fuerza de una Alianza de Amor, que es capaz de plasmar una cultura – la Cultura de Alianza.

Los sacerdotes diocesanos, las hermanas de María, que viven y trabajan en Belmonte, miembros del Movimiento de Schoenstatt de Italia y colaboradores del santuario de las parroquias cercanas, así como numerosos voluntarios, que ayudarán desde el 20 de octubre y otros incluso antes preparan todo para los peregrinos, que en todo momento – excepto durante la audiencia y la misa de envío, el domingo por la mañana – deben encontrar corazones y puertas abiertas.

El terreno, amplio y verde, en torno al santuario  invita a respirar. Hay incluso un parque infantil. Casi nada recuerda aquí a la selva, que literalmente fue Belmonte durante años. Pero mucho recuerda, que el padre Kentenich mismo estuvo aquí , en el terreno. Tierra del padre, sobre la cual su visión de una nueva Iglesia, se convierte en un don y una tarea concretos, en la dimensión de tiempo y espacio; una promesa y un desafío a la vez,  para su Movimiento de Schoenstatt, que se aventura a dar un paso en un nuevo siglo.

En el centro el santuario

En el camino hacia el santuario los peregrinos, que entran individualmente o en grupo, por la parte alta del terreno, pueden recorrer estaciones, marcadas con siluetas del santuario en la parte izquierda del terreno, con palabras de la historia y la misión de Schoenstatt en Roma y en el corazón de la Iglesia. A cada uno se le da un pequeño folleto en cinco idiomas, con el mensaje nuclear de Belmonte. “En corto espacio llega mucha motivación e información sobre Belmonte”, dijo  el Dr. Peter Wolf, rector del Instituto de los Sacerdotes Diocesanos  de Schoenstatt.

Una «Mostra», una exposición que se concibe y configura en estos días sobre la idea de una arquitecta brasileña. Una estudiante de arte argentina es la responsable.

Cada grupo dispone de un tiempo en el santuario – tiempo limitado en los dos días, en los que se esperan más peregrinos, el 23 y 24 de octubre; más tiempo el resto de los días.

Al otro lado del terreno, en un ámbito de silencio, cada grupo tendrá la posibilidad de orar o simplemente estar juntos…

Encuentro y más                                                                  

En la parte baja del terreno hay espacio para el encuentro y para todo aquello que corresponde a una peregrinación: refrescos, café, compras (para los seres queridos de casa o para quien sea), encuentro juntos y con los demás… se puede visitar la nueva casa de retiro, ya casi terminada – y si un país reacciona rápido,  puede colocar ya en “su” habitación la cruz típica, el cuadro de la MTA y otro símbolo.

En un stand de la editorial Patris Chile se pueden adquirir  los últimos libros aparecidos para el jubileo: “las huellas del padre Kentenich en Roma” (Dr. Peter Wolf) y la nueva edición de las charlas del padre Kentenich en torno a la colocación simbólica de la primera piedra  del santuario de todos nosotros en Roma (en español, portugués, inglés e italiano), también el libro del padre Carlos Padilla, de España, : “100 años de Schoenstatt” (en cinco idiomas) y – solo en español – unos “paquetes del jubileo”, de fabricación propia, con la pedagogía, la espiritualidad y la historia de Schoenstatt.

Abanicos o calcetines y más cosas

Hay abanicos con el logo de Belmonte para el calor y calcetines por si inesperadamente hace frío, así como pasta para sopa con la forma de la catedral de San Pedro, una flamante colección de postales, un calendario de Belmonte y tazas con el logo de Belmonte, para llevarse a casa un poco de feeling romano.

Y en realidad no se trata de una visita                               

Es realmente una peregrinación al santuario de todos nosotros, pero en realidad no se trata de una visita. Y tampoco hay anfitriones. Porque el santuario y el centro no pertenece a cualquier persona. Es “de todos nosotros”. El santuario de todos nosotros, el centro de Schoenstatt de todos nosotros. El centro internacional de Schoenstatt de Belmonte, Roma es el regalo del Movimiento de Schoenstatt mundial a su fundador. Es la concreción local de su amor a la Iglesia, que fue tan importante para el padre Kentenich, que pidió que se escribiera en su tumba:  Dilexit Ecclesiam.

Belmonte está para la disposición dinámica de construir juntos con su visión. Una oferta del carisma Kentenich en la era Francisco. Un lugar de gracias para él y la Iglesia, que vive un nuevo Pentecostés. Aquel Pentecostés al que el Vaticano II abrió puertas y ventanas.

Construir juntos con esta visión es la oferta a la generación de Schoenstatt, que está al comienzo del segundo siglo de su historia.

Es ahora.

Próximamente más en la nueva página web: www.roma-belmonte.info. Posibilidad de colaborar en www.offerta.roma-belmonte.info

Anotarse para la visita o para preguntas de organización: Matías Cerviño – schoenstatt.roma@gmail.com

Original: alemán – Traducción: M. Paz Leiva, Madrid, España

ROMA, mda. Muchos vienen inscritos, otros simplemente vienen y todos son bienvenidos: el ”santuario de todos nosotros“ en Roma, espera a los peregrinos del jubileo, los que vienen de Schoenstatt o directamente a Roma, para encontrarse, en la mañana del 25 de octubre,  con el Papa Francisco y dejarse enviar por él a las calles del mundo, como misioneros de un Schoenstatt renovado en la fuerza de una Alianza de Amor, que es capaz de plasmar una cultura – la Cultura de Alianza.

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