Publicado el 2010-05-08 In Vida en alianza

Doble festejo en el Santuario “Madre y Reina del Pueblo”

Paso MayorARGENTINA, Nora Amodeo/Blanca Otero. El 11 de abril se peregrinó al Santuario «Madre y Reina del Pueblo», de Paso Mayor, en la diócesis de la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Iniciar los festejos de los cien años de sacerdocio del Padre José Kentenich, que se cumplen el 8 de julio de este año, fue el motivo movilizante, junto a la celebración de los 58 años del Santuario.

 


Una verdadera fiesta popular, que tuvo como lugar central el Memorial del Padre José Kentenich. Los peregrinos, llegados desde diversos lugares de la diócesis, vivieron un clima de alegría y fe durante toda la jornada.

Celebrar la Alianza, celebrar la vida

Paso MayorDurante la mañana, Norma Ken y Margarita Amilibia, dos misioneras de la ciudad de Pigüé, sellaron su Alianza de Amor con María en el Santuario, poniendo a disposición de la Madre su trabajo diario, su vida familiar, la oración personal y en familia, la vida entera. Luego, se consagró una misionera de Bahía Blanca para llevar la peregrina de la salud, culminando este momento con una canción dedicada a María.

Continuó con el almuerzo. Como siempre el buffet se destacó por su amabilidad y buen servicio.

Germen de la Alianza de Schoenstatt

El Salón del Tata (Padre Dios) reunió a los peregrinos que participaron de una charla acompañada de un video a cargo de Karina Ávila, integrante del Secretariado del Padre Kentenich.

Comenzó con la niñez del Padre Kentenich, un 12 de abril de 1894, cuando el pequeño José tenía 9 años y fue llevado por su mamá a un orfanato. El Padre José Kentenich, ya sacerdote, comenta que ese «había sido un día decisivo en su vida porque su madre y él habían sentido mucho dolor al tener que separarse», al mismo tiempo que «la Madre de Dioslo había recibido en sus brazos». En ese momento ya estaba en germen la Alianza de Amor que más tarde iba a dar origen a la Familia de Shoenstatt.

En coincidencia, el 12 de abril, pero de 1952, el Padre Kentenich visitaría por segunda vez a los colonos alemanes que vivían en la zona de Paso Mayor como lo había prometido.

Ese 12 de abril, Sábado Santo, agradeciendo el gran recibimiento dijo a los colonos: «Si observo a todos los que están aquí, entonces creo que aún después de cincuentaaños, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos hablarán de este recibimiento». El 13 de abril, Domingo de Pascua, celebra misa en la capilla consagrada a la M.T.A. y a la tarde, en el momento de la entronización del cuadro que trajera desde Alemania y bendecido en el Santuario Nacional, expresó: «El pueblo es el dueño de este Santuario«, «Miren a la Reina, a la Reina del Pueblo«.

Cuánto amor y generosidad de parte del Padre Kentenich y cuánto agradecimiento en los corazones de todos los peregrinos que sintieron que les abría las puertas de la Familia de Schoenstatt.

A continuación todos los presentes se dirigieron al Memorial entonando una canción dedicada al Padre José Kentenich.

Mirada schoenstattiana, mirada de amor

En tanto, en la casa del casero, Fabiana Acosta brindó una charla sobre Pastoral de la Salud, con la visión de Schoenstatt. Veinte personas entre misioneras y peregrinos disfrutaron de este encuentro. Se destacó la mirada de Schoenstatt en cuanto al apostolado del ser – no hacer cosas por el enfermo, para el enfermo, sino ser para él, transparente de Dios, con la originalidad que Dios regaló a cada uno. Este es un camino diario por descubrir, viendo la particularidad que puede ofrecer cada misionero que se acerca al doliente, respetando ese corazón dolido.

También se compartieron experiencias de trabajo como una caricia, una mirada o un silencio, que pueden ser sanadores.

La propuesta quedó abierta a seguir trabajando en este camino de autoeducación y servicio.

Testimonios de amor hacia el Padre Fundador del Movimiento de Schoenstatt

El sitio de encuentro, después de las charlas, fue el Memorial del Padre Kentenich. El lugar estaba muy bello, adornado con banderines de colores y frases alusivas. El Secretariado se ocupó de todos los detalles, y el Padre Fundador recibió muchas atenciones ese día, todas muy emotivas.

Laura Weiman hizo una reseña sobre la vida del Padre José, niño-hombre de Dios, sacerdote de María. Lo más significativo por parte de Laura fue que su testimonio invitó con amor y fuerza a seguir esas huellas para llegar al amor de Dios y de María.

A continuación el Padre Rogelio Del Piero hizo un bellísimo relato en torno a su vida personal, con anécdotas y su camino al sacerdocio, hasta llegar al Padre Kentenich, destacando cómo cambió su vida al conocer el Movimiento de Schoenstatt. Fue un vivo testimonio de amor a la Mater y al Padre Kentenich, que hizo sentir a todos unidos a ese amor, con hogar y en familia.

Música en los corazones

Paso Mayor¡Y cómo iba a faltar la compañía y alegría que da la música! También estuvo en el Memorial el Coro alemán de la ciudad de Bahía Blanca, con la presencia, como integrante, de Irma Bartel, quien conoció y compartió momentos con el Padre José Kentenich. Interpretaron varias canciones típicas en alemán y hubo dos dedicadas a María que fueron las que escuchó el Padre Kentenich cuando visitó este Santuario. Este testimonio de amor fue muy valioso porque tiene mucho que ver con la historia del Santuario «Madre y Reina del Pueblo». Gracias y felicitaciones al Coro y a la señora Irma Bartel.

El viento cesó, la naturaleza y los corazones sintonizaron con las vibraciones de tan bellas voces y así siguió la Santa Misa, celebrada en el Memorial del Padre Kentenich, a cargo de los Padres Juan D´Amico y Daniel Jany.

Completando la jornada en comunión, con una atmósfera de festejos y verdadera alegría por todas las vivencias, un día donde se sintió cómo la Mater derramaba sus gracias y bendiciones sobre todos sus hijos.

Si quiere conocer más del Santuario Madre y Reina del Pueblo puede visitar su página web www.pasomayor.com.ar

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