Jorgelina Jordá. Los campeonatos mundiales de fútbol (¡misterio de una mística contagiosa y globalizada que hasta genera fanatismos furiosos!) se viven de una forma diferente en Schoenstatt: en el Santuario Original la gente no sólo reza por sus preocupaciones personales sino que también la Mater escucha todo tipo de angustias futboleras: «Para que México no se encuentre con la Argentina». «Que se cumpla el gran milagro para los chilenos de llegar a octavos» y que Brasil siga mostrando el «jogo bonito». Otros, sin embargo, preguntan una y otra vez: ¿por qué Dios permitió que Italia se fuera tan pronto?
Entretanto, los argentinos preferían evitar un encuentro con Alemania, no tanto por miedo a perder, ya que en realidad ambos saben que son peligrosos, sino por todos los conflictos («familiares») que puede ocasionar ese encuentro.
Las «colonias latinas» se movilizaron en Schoenstatt y cada uno defiende a su país. La Casa Marienau – de la Federación de sacerdotes – abrió sus puertas a todos con el propósito de que «juntos y en armonía» pudiéramos disfrutar de los partidos, pero no se cumplieron del todo estas pacíficas intenciones, pues en muchos partidos se formaron barras de cada país, y, en justicia, la Mater no puede interceder solamente por la eficacia de 22 piernas. ¡Todas son las de sus hijos!
Los encuentros
Los primeros encuentros en la Casa Marienau fueron para ver los últimos partidos de la primera fase. «¡Sáqueme una foto con la camiseta de la selección y con Messi de fondo!»- le decía el Padre Cassone a la Hermana Kornelia. «¡Dale, pibe, movete!», se impacientaba el Padre Juan José Riba cuando veía que el equipo argentino no avanzaba. Y entre esa multitud de sacerdotes, había una sola mujer, medio escondida, ya que había abandonado el trabajo para ver al equipo de su país – «en la Argentina todo se suspende, por lo tanto también lo hago yo en Alemania».
Hubo lindos encuentros entre los sacerdotes, las Hermanas, la juventud y otros más, como fue en el caso del partido de la Argentina con México. En Marienau, el Padre Alejandro Blanco (de La Plata) y Jorgelina Jordá (de San Juan) esperaban a los invitados argentinos. Los primeros en llegar fueron el Padre Javier Arteaga, director nacional del Movimiento de Schoenstatt en la Argentina, luego el Padre Ángel Strada (¡cordobés y «algo fanático» del fútbol!), postulador del proceso de beatificación del Padre Kentenich, con un amigo perteneciente a la Federación de Familias de Mar del Plata. Poco a poco se iba decorando todo con banderas cuando llegó Pity Reiche, argentina muy conocida que vive cerca de Schoenstatt, junto con Carolina Zurita, de la juventud femenina de La Plata.
Poco a poco el lugar se iba llenando. Se unieron dos alemanes: Úrsula y Jens. Seguro que querían observar al posible próximo rival del equipo alemán, que hacía unas horas había ganado a Inglaterra por goleada. En ese momento llegaron dos chicas más de la JF, pero esta vez de México. Jens se levantó rápidamente para traer otro pizarrón para que ellas también lo pudieran decorar con sus banderas.
Al terminar el primer tiempo entran Antonela y Luján, de Argentina (que preguntan: ¿cómo van?), junto a la Hermana Isabel y sus voluntarias de Brasil, Hungría y Puerto Rico. ¡El salón estaba llenísimo! El Padre Egon (rector de la Casa) se acercó comentando: «¡Parece que otra vez nos toca la Argentina!».
Los colores en el corazón
¿Qué es lo que une a todas estas personas que viven en Schoenstatt? Hoy en día ¡es el fútbol! Hay tristezas y alegrías, esperanza y a las vez temor. Cada uno lleva en el corazón los colores de su patria, y en la mayoría de los casos, de una patria que está a miles de kilómetros, pero muy dentro del corazón.
Los resultados del Mundial no afectan sólo a cada persona, sino también a las casas donde viven los voluntarios. ¡Que el seleccionado argentino pierda cuando juegue con el equipo alemán puede ocasionar días de luto y de huelga por tristeza! Así que muchos piensan, a la hora de rezar, ¡por quién le conviene hacerlo!
Jor, muy bueno el artículo
Un saludo a todos los argentinos en Schönstatt.
Fue muy lindo compartirlo con ustedes.
un abrazo
Querido Pe. Ángel, me imagino que estarás con el corazón "partio" para el partido de sábado. De todas formas, recomiendo que no sufras mucho, ya que (así lo espero) estaremos mi Brasil y España (mi patria actual) frente a frente el día 11.
Que partido el próximo sábado ARGENTINA – ALEMANIA!!!!!!!
La verdad es tal cual lo dicen en el artículo: la Mater no puede interceder solamente por la eficacia de 22 piernas. ¡Todas son las de sus hijos! y asi es!
Y asi me siento… tan Argentina como gran parte de mi corazón aliado a mi Amada MTA que me hace hinchar por Alemania. Les aseguro que es la primera vez que siento esta "dualidad" y me alegro que así sea!!!
Entonces, que gane el mejor!!!Y … ELLA YA LO ARREGLO!!!
Aliados y Unidos RECEMONOS, Siempre!
Isabel