Publicado el 2010-06-28 In Vida en alianza

Alianza de Amor: un pacto con la Virgen María

Incontro regionale, ToscanaITALIA, Francesca Signorini. En la provincia de Massa Carrara Bocedi en la Cooperativa «Il Pungiglione» se celebró el cuarto encuentro regional de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt. Ese día de gracia, dejó una marca indeleble en el corazón de las personas de la Diócesis de San Miniato que sellaron la Alianza de Amor con la Virgen.


Incontro regionale, Toscana

Una de las misioneras que selló su Alianza de Amor cuenta: Nos preparamos con la oración del Santo Rosario; unidos de corazón compartimos nuestras intenciones y las confiamos en las manos de nuestra dulce Madre, seguros de su intercesión. Agradecidos le cantamos y bajo las notas del himno de la Virgen Peregrina creció nuestra alegría y nuestra esperanza.

Incontro regionale, ToscanaFinalmente llegamos y recibimos la primera acogida que la Virgen había reservado para nosotros: en las sonrisas y abrazos fraternales encontramos la ternura de María y nos sentimos en casa.

Además de nuestro espíritu nuestros queridos hermanos y hermanas alimentaron también el cuerpo, y compartimos fraternalmente el desayuno todos juntos. Inmediatamente después se abrió la sesión de la mañana con la catequesis del Padre Ludovico, quien nos invitó y ayudó a entrar en el misterio de la primera gracia que surge del Santuario de Schoenstatt: la gracia del acogimiento.

El me ama, El dio su vida por mí, Él no me abandonará nunca

Sentirse acogido significa sentirse hijo consciente de la paternidad de Dios que nos ama y no nos abandona nunca en cualquier circunstancia de la vida, también en los momentos difíciles, en las pruebas y sufrimientos.

Incontro regionale, Toscana«¿Cómo puedo orar cuando pienso que Dios me ha abandonado, que no se preocupa por mí… cómo puedo orar? Tengo que estar seguro… El me ama, El dio su vida por mí, Él no me abandonará nunca. Suceda lo que suceda tengo fe en Ti. Estoy seguro que Tú llevarás mi vida a la plenitud, ¡tengo fe!» (P. Ludovico).

Recuperar nuestra filiación en Dios, como un niño que tiene fe cierta en su padre, significa confiarse en Él.

Si confiamos en Dios y nuestra fe en Él es plena, no tememos caminar por los caminos que nos lleva y estamos seguros de que todo lo que sucede en nuestras vidas es un signo de su presencia permanente que nos guía hacia el bien, y así surgen espontáneamente en nuestros corazones los muchos pequeños «sí» a su voluntad. «Sí,… aquí está la respuesta de fe. Si tengo fe me arriesgo a decir sí, si no tengo fe no me arriesgo a decir sí, ¡tengo tantas dudas que al final digo no!» (P. Ludovico Tedeschi).

La Virgen como Reina de la Nueva Evangelización

Con Dios podemos todo, sin Él y desconfiando no podemos nada; seremos capaces de volvernos niños, con la fe inocente de los niños todo será posible y nos daremos cuenta que somos instrumentos de Dios con una misión. Para trabajar por Dios no importa ser santo, si esperamos serlo no haremos nunca nada, lo importante es, pecadores como somos, hacer algo. «Fuimos elegidos porque nos hemos puesto a disposición, nos hemos encomendado, hemos sellado la Alianza de Amor, a fin de que la Virgen nos utilice como sus instrumentos y así Ella podrá ser fecunda a través nuestro. Somos instrumentos en el mundo, tenemos la obligación de estar presentes con nuestro testimonio, nuestros proyectos, llevando adelante nuestra cultura y nuestros valores cristianos en la sociedad. La Virgen como Reina de la Nueva Evangelización nos ayudará a llevar los valores cristianos y el Evangelio de nuevo a Europa» (P. Ludovico Tedeschi).

Incontro regionale, ToscanaNo nos sentimos perdidos en el mundo, tenemos una seguridad: pertenecemos a alguien. «Soy tuyo Virgencita, soy tuyo, sólo tuyo… es la gracia de la fe de ser hijo» (P. Ludovico Tedeschi).

La Alianza de Amor, un paso de amor

En la sesión de la tarde durante la celebración de la Santa Misa sellamos nuestra Alianza de Amor con la Virgen, con gozo en el corazón al igual que los niños que van al encuentro de la Madre. Nos consagramos a Ella, le dimos nuestros corazones, todos nosotros y hemos hecho nuestras estas palabras del Padre Ludovico:

«La alianza es un paso de amor, cuando me encomiendo a María me encomiendo para siempre. Un corazón enamorado, un corazón lleno de fe me lleva a reforzar la Alianza. … el que ama se confía. Tendremos una aliada toda la vida, Ella siempre estará cerca mío, yo me he confiado a Ti y conmigo todo mi mundo y quiero recibir tu mundo: Jesús, la Iglesia, los Santos, las necesidades de otros y ¡si Te amo tu mundo se convierte en mi mundo!».

Unos testimonios

Incontro regionale, ToscanaSentí que me faltaba algo y ese algo era una persona: María. Gracias mamá, porque ahora eres mía, y yo soy tuyo. (Elisa, 22 años)

Nos dimos cuenta de que sin Ella no podemos hacer nada bueno por qué sólo es María quien nos lleva a Jesús, este camino es a menudo lleno de dificultades, pero Ella no nos abandonará, porque es nuestra Madre y nos ama con un amor profundo. (Humberta, 49 años)

Fotos

Traducción: Lorenzo Cintolesi, Chile