EE.UU., Milwaukee Home Shrine Jubilee Commission/Joseph Yank. La Familia de Schoenstatt de Milwaukee, Wisconsin, USA, lugar del exilio del Padre Kentenich, se prepara para rezar una novena por la perpetuación y perfeccionamiento de la corriente de Santuarios Hogar en la Familia de Schoenstatt y en la Iglesia. Se ha elaborado, a partir de las palabras del Padre Kentenich, una novena de nueve semanas con meditaciones del Cántico al Terruño, la Misa del Instrumento y las mismas palabras que el Padre Kentenich rezó en varias bendiciones de Santuarios Hogar en Milwaukee. Quieren rezar la novena dos veces durante el año de la corriente misionera, que coincide con el jubileo de los 50 años de la proclamación por el Padre Kentenich, del Santuario Hogar como la Orden Tercera de los Santuarios para la Familia de Schoenstatt. Hoy publicamos (con demora debido a las actividades en torno del 18 de octubre y la apertura del año de la corriente misionera) la reflexión de la primera semana.
Mi habitación (hogar) es tu Santuario,
donde actúas para gloria del Padre
PRIMERA SEMANA – MI SANTUARIO HOGAR – AMOR
Oración –
¿Conoces aquella tierra cálida y familiar que el Amor eterno se ha preparado:
donde corazones nobles laten en la intimidad y con alegres sacrificios se sobrellevan;
donde, cobijándose unos a otros, arden y fluyen hacia el corazón de Dios;
donde con ímpetu brotan fuentes de amor para saciar la sed de amor que padece el mundo?
Reflexionemos sobre las PAREDES del santuario —
«El padre de esta familia quiere representar a las paredes de la capilla. ¿Qué significa esto? No sólo protege esta casa por medio de paredes sólidas y mantiene a una distancia las influencias negativas del exterior, no, aquí el espíritu de su familia también debe estar protegido.»
(Palabras del Padre José Kentenich en la ocasión de la dedicación del Santuario Hogar y el Santuario Vivo, 25/03/1964)
Yo conozco esa maravillosa tierra: es la pradera asoleada con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente sus dones de Amor manifestando su gloria y regalando una fecundidad ilimitada. ¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
Preguntas para la reflexión:
Día 1 – Las paredes están construidas con un propósito. Su fabricante las construye para una tarea específica. ¿Qué tarea especial tiene Dios para mí? ¿Estoy cumpliendo este propósito hoy?
Día 2 – ¿Cómo puedo mantenerme firme en mi fe hoy? ¿Puedo defender en el trabajo y en mi familia aquello que es correcto con una actitud de amor?
Día 3 – Las paredes de una casa nos protegen de los elementos nocivos externos y mantienen lo bueno adentro. ¿Qué paredes tengo que levantar para protegerme a mí y a mi familia de fuerzas externas perjudiciales para que nuestro santuario vivo pueda crecer adentro con seguridad?
Día 4 – Las paredes son por lo general más agradables si tienen una ventana. ¿Permito que otros me vean tal cual soy? ¿Cierro la ventana de mi corazón con una imagen falsa?
Día 5 – Las paredes a veces construyen para mantener a otros fuera. ¿Qué paredes he levantado que me separan del amor de los demás o del amor de Dios? ¿Cuál de estas paredes puedo derribar hoy para que brille el amor de Cristo en mí?
Día 6 – ¿Puedo proteger a aquellos que son débiles o ridiculizados? ¿Puedo defender a aquellos que a veces me disgustan?
Día 7 – Las paredes suelen soportar peso. Sin ciertas paredes el edificio se derrumba. ¿Cómo puedo ayudar a otros a sobrellevar las cargas que los agobian?
