Publicado el 2013-06-24 In Francisco - Mensaje

Hacer cada vez más nuestra la lógica del Evangelio

org. Como “portada de la semana”, publicamos  lunes a lunes unas frases del Papa Francisco para cada paso cotidiano de nuestra peregrinación. Así nos animamos a convertirnos más y más en peregrinos misioneros, solidarios, pobres, alegres, abiertos y humildes, pidiendo para que la Iglesia nos renueve en el espíritu auténtico de la alianza. Sin humildad no hay servicio efectivo ni renovación interna y auténtica. El Papa Francisco nos habla de la gracia 2014. Pidamos esta gracia.

SEMANA 26/2013

El cristiano está siempre dispuesto a anunciar el Evangelio, porque no puede guardar para sí mismo el gozo de conocer a Cristo.

Twitter del Papa

La verdadera revolución, la que transforma radicalmente la vida, la realizó Jesucristo a través de su Resurrección: la Cruz y la Resurrección. Y Benedicto XVI decía, de esta revolución, que «es la mutación más grande de la historia de la humanidad». Pensemos en esto: es la mayor mutación de la historia de la humanidad, es una verdadera revolución y nosotros somos revolucionarias y revolucionarios de esta revolución, porque nosotros vamos por este camino de la mayor mutación de la historia de la humanidad. Un cristiano, si no es revolucionario, en este tiempo, ¡no es cristiano! ¡Debe ser revolucionario por la gracia! Precisamente la gracia que el Padre nos da a través de Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, hace de nosotros revolucionarios.

Audiencia general, 19 de junio

Pensemos: ¡cuántos papás y mamás cada día ponen en práctica su fe ofreciendo concretamente su propia vida por el bien de la familia! Pensemos en esto. ¡Cuántos sacerdotes, religiosos y religiosas desarrollan con generosidad su servicio por el Reino de Dios! ¡Cuántos jóvenes renuncian a sus propios intereses para dedicarse a los niños, a los minusválidos, a los ancianos…! ¡También estos son mártires, mártires cotidianos, mártires de la cotidianidad! … Hay tantas personas, cristianos y no cristianos, que ‘pierden su propia vida’ por la verdad. Y Cristo ha dicho ‘yo soy la verdad’, por tanto, quien sirve a la verdad sirve a Cristo. ¡Cuántas personas pagan a caro precio el compromiso por la verdad! ¡Cuántos hombres rectos prefieren ir contracorriente, con tal de no renegar la voz de la conciencia, la voz de la verdad! Por este camino nos precede, como siempre, nuestra Madre, María Santísima: ella perdió su vida por Jesús, hasta la Cruz, y la recibió en plenitud, con toda la luz y la belleza de la Resurrección. Que María nos ayude a hacer cada vez más nuestra la lógica del Evangelio”

Àngelus, 23 de junio

¡Cuántas personas pagan a caro precio el compromiso por la verdad! ¡Cuántos hombres rectos prefieren ir contracorriente, con tal de no renegar la voz de la conciencia, la voz de la verdad! Personas rectas que no tienen miedo de ir contracorriente, y nosotros no debemos tener miedo. Entre ustedes hay tantos jóvenes. Pero a ustedes jóvenes les digo no tengan miedo de ir contracorriente. Cuando te quieren robar la esperanza, cuando te proponen estos valores que son valores descompuestos, valores como la comida descompuesta, cuando un alimento está mal nos hace mal. Estos valores nos hacen mal por eso debemos ir contracorriente. Y ustedes jóvenes son los primeros que deben ir contracorriente. Y tener esta dignidad de ir precisamente contracorriente. ¡Adelante, sean valientes y vayan contracorriente! Y estén orgullosos de hacerlo.

Àngelus, 23 de junio

Nosotros debemos ofrecer la esperanza cristiana con nuestro testimonio, con nuestra libertad, con nuestra alegría. El regalo que nos hace Dios de la gracia trae la esperanza. Nosotros, que tenemos la alegría de percatarnos de que no somos huérfanos, de que tenemos un Padre, ¿podemos ser indiferentes ante esta ciudad que nos pide, tal vez inconscientemente, sin saberlo, una esperanza que la ayude a contemplar el futuro con mayor confianza y serenidad? Nosotros no podemos ser indiferentes. Pero ¿cómo podemos hacer esto? ¿Cómo podemos ir adelante y ofrecer la esperanza? ¿Yendo por la calle diciendo: «Yo tengo la esperanza»? ¡No! Con vuestro testimonio, con vuestra sonrisa, decir: «Yo creo que tengo un Padre». El anuncio del Evangelio es este: con mi palabra, con mi testimonio decir: «Yo tengo un Padre. No somos huérfanos. Tenemos un Padre», y compartir esta filiación con el Padre y con todos los demás. «Padre, ahora entiendo: se trata de convencer a los demás, de hacer prosélitos». No: nada de esto. El Evangelio es como la semilla: tú lo siembras, lo siembras con tu palabra y con tu testimonio. Y después no haces una estadística acerca de cómo ha ido esto: la hace Dios. Él hace crecer esta semilla; pero debemos sembrar con esa certeza de que el agua la da Él, el crecimiento lo da Él. Y nosotros no cosechamos: lo hará otro sacerdote, otro laico, otra laica, otro lo hará. Pero la alegría de sembrar con el testimonio, porque con la palabra sólo no es bastante, no basta. La palabra sin el testimonio es aire. Las palabras no bastan.

17 de junio, a los participantes en la asamblea diocesana de Roma

Esto es hermoso: servir sin pedir nada a cambio, como hizo Jesús. Jesús sirvió a todos y no pidió nada a cambio. Eso es bello: Jesús hizo las cosas con gratuidad y ustedes hacen las cosas con gratitud. Su recompensa es ésta: ¡la alegría de servir al Señor, y hacerlo juntos! Conózcanlo cada vez más, con la oración, con los días de retiro, con la meditación de la Palabra, con el estudio del Catecismo, para amarlo siempre más y servirlo con un corazón generoso y grande, con magnanimidad.

23 de junio, a los miembros de la Asociación de los Santos Pedro y Pablo

Para llegar a ser santos no es necesario volver los ojos y mirar allá, o tener un poco cara de estampita. No, no, ¡no es necesario esto! Una sola cosa es necesaria para hacerse santos: acoger la gracia que el Padre nos da en Jesucristo. Esto es. Esta gracia cambia nuestro corazón. Nosotros seguimos siendo pecadores, porque todos somos débiles, pero también con esta gracia que nos hace sentir que el Señor es bueno, que el Señor es misericordioso, que el Señor nos espera, que el Señor nos perdona, esta gracia grande, que cambia nuestro corazón.

17 de junio, a los participantes en la asamblea diocesana de Roma

Fuentes: hwww.vatican.va, Radio Vaticana, AICA, RD

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El objetivo de la peregrinación
es la renovación de la Alianza de Amor
en su fuerza plasmadora y misionera;
la que se manifestará -hacia dentro de Schoenstatt-,
en la renovación de la Familia
y -hacia fuera-, en la plasmación de una Cultura de Alianza.

Documento de Trabajo 2014

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Hacer cada vez más nuestra la lógica del Evangelio

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1 Responses

  1. Kikí Tagle, Chile dice:

    El Papa Francisco nos tiene fascinados y entusiasmados a todos. Abro Zenit todos los días, y no me pierdo nada de lo que dice. Toca con tanta valentía todos los temas existentes y los va llenando de amor a Jesús, tan auténtico, tan profundo. ¡Qué elocuencia! Es cálido, alegre, natural y traspasado de Dios. ¡Tan parecido a nuestro Padre!

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