Publicado el 2013-06-17 In Francisco - Mensaje

Abrir las puertas

org. Como “portada de la semana”, publicamos desde ahora lunes a lunes unas frases del Papa Francisco para cada paso cotidiano de nuestra peregrinación. Así nos animamos a convertirnos más y más en peregrinos misioneros, solidarios, pobres, alegres, abiertos y humildes, pidiendo para que la Iglesia nos renueve en el espíritu auténtico de la alianza. Sin humildad no hay servicio efectivo ni renovación interna y auténtica. El Papa Francisco nos habla de la gracia 2014. Pidamos esta gracia.

SEMANA 25/2013

Quiero alentar a toda la comunidad eclesial  a que no tenga miedo de “salir” de ella misma para anunciar, confiando sobre todo en la presencia misericordiosa de Dios que nos guía. Efectivamente, las técnicas son importantes pero ni siquiera la más perfecta de ellas podría sustituir a la acción discreta pero eficaz del actor principal de la evangelización: el Espíritu Santo. Es necesario dejarse conducir por El, aunque nos lleve por caminos nuevos; es necesario dejarse transformar por El para que nuestro anuncio sea siempre el de la palabra acompañada por la sencillez de vida, del espíritu de oración, de la caridad hacia todos, especialmente los pequeños y los pobres; de la humildad y del desapego de sí mismo, de la santidad de vida.

A la secretaría del sínodo

Vuestra fidelidad a la Iglesia requiere ser duros contra las hipocresías, fruto de un corazón cerrado, enfermo. Pero vuestra labor principal no es construir muros sino puentes; se trata de crear un diálogo -primera palabra- con todos los hombres, incluso con aquellos que no comparten la fe cristiana, pero dan culto a otros valores y con aquellos que se oponen a la Iglesia y la persiguen de formas diferentes… Con el diálogo es siempre posible acercarse a la verdad, que es don de Dios y que así ambas partes se enriquezcan. Dialogar significa estar convencido de que el otro tiene algo bueno que decir, dejar espacio a su punto de vista, a su opinión, a sus propuestas sin caer obviamente en el relativismo. Y para dialogar se necesita dejar de estar a la defensiva y abrir las puertas».

A la comunidad de los escritores de «La Civiltà Cattolica» (14 de junio de 2013)

El discernimiento espiritual es un tesoro de los Jesuitas con que se busca «reconocer la presencia del Espíritu de Dios en la realidad humana y cultural, la semilla ya plantada de su presencia en los eventos, en la sensibilidad, en los deseos, en las tensiones profundas de los corazones y de los contextos sociales, culturales y espirituales. Es  necesario tener abiertos el corazón y la mente, evitando la enfermedad espiritual de la referencia a sí mismo. También la Iglesia cuando se comporta así, se enferma, envejece. ¡Qué nuestra vista, bien fija en Cristo, sea profética y dinámica hacia el futuro: de esta manera, seréis siempre jóvenes y audaces en la lectura de los acontecimientos!.

A la comunidad de los escritores de «La Civiltà Cattolica» (14 de junio de 2013)

Por favor, sed hombres de frontera con la capacidad que viene de Dios. En el mundo de hoy, sujeto a rápidos cambios y agitado por cuestiones de gran relevancia para la vida de la fe, es urgente un valiente compromiso para educar en una fe convencida y madura, capaz de dar sentido a la vida y de ofrecer respuestas convincentes a todos aquellos que están buscando a Dios. Se trata de sostener la acción de la Iglesia en todos los campos de su misión… ¡Ánimo, estoy seguro de que puedo contar con vosotros!.

A la comunidad de los escritores de «La Civiltà Cattolica» (14 de junio de 2013)

El Dios vivo nos hace libres. Digamos sí al amor y no al egoísmo, digamos sí a la vida y no a la muerte, digamos sí a la libertad y no a la esclavitud de tantos ídolos de nuestro tiempo; en una palabra, digamos sí a Dios, que es amor, vida y libertad, y nunca defrauda (cf. 1 Jn 4,8, Jn 11,25, Jn 8,32), a Dios que es el Viviente y el Misericordioso. Sólo la fe en el Dios vivo nos salva; en el Dios que en Jesucristo nos ha dado su vida con el don del Espíritu Santo y nos hace vivir como verdaderos hijos de Dios por su misericordia. Esta fe nos hace libres y felices.

Santa Misa, 16 de junio

¿Cuál es la ley del pueblo de Dios? Es la ley del amor, amor a Dios y amor al prójimo según el mandamiento nuevo que nos dejó el Señor (cf. Jn 13, 34). Un amor, sin embargo, que no es estéril sentimentalismo o algo vago, sino que es reconocer a Dios como único Señor de la vida y, al mismo tiempo, acoger al otro como verdadero hermano, superando divisiones, rivalidades, incomprensiones, egoísmos; las dos cosas van juntas. ¡Cuánto camino debemos recorrer aún para vivir en concreto esta nueva ley, la ley del Espíritu Santo que actúa en nosotros, la ley de la caridad, del amor! Cuando vemos en los periódicos o en la televisión tantas guerras entre cristianos, pero ¿cómo puede suceder esto? En el seno del pueblo de Dios, ¡cuántas guerras! En los barrios, en los lugares de trabajo, ¡cuántas guerras por envidia y celos! Incluso en la familia misma, ¡cuántas guerras internas! Nosotros debemos pedir al Señor que nos haga comprender bien esta ley del amor. Cuán hermoso es amarnos los unos a los otros como hermanos auténticos. ¡Qué hermoso es! Hoy hagamos una cosa: tal vez todos tenemos simpatías y no simpatías; tal vez muchos de nosotros están un poco enfadados con alguien; entonces digamos al Señor: Señor, yo estoy enfadado con este o con esta; te pido por él o por ella. Rezar por aquellos con quienes estamos enfadados es un buen paso en esta ley del amor. ¿Lo hacemos? ¡Hagámoslo hoy!

Audiencia general, 12 de junio

Los  filósofos dicen que la paz es cierta tranquilidad en el orden: todo ordenado y tranquilo ¡Esa no es la paz cristiana! La paz cristiana es una paz inquieta, no es una paz tranquila: es una paz inquieta, que va adelante para llevar adelante este mensaje de reconciliación. La paz cristiana nos impulsa a ir hacia adelante. Éste es el inicio, la raíz del celo apostólico. El celo apostólico no es ir adelante para hacer prosélitos y hacer estadísticas: este año han aumentado los cristianos en tal país, en tales movimientos… Las estadísticas son buenas, ayudan, pero no es lo que Dios quiere de nosotros, hacer prosélitos… Lo que el Señor quiere de nosotros es precisamente el anuncio de esta reconciliación, que es el núcleo propio de su mensaje. ¡Este es el escándalo de la Cruz! Pidamos al Señor que nos de esta atención para anunciar a Jesús; que nos de un poco de esa sabiduría cristiana que nació precisamente de su costado, atravesado – atravesado por amor –. Y que también nos convenza un poco de que la vida cristiana no es una terapia terminal: estar en paz hasta el Cielo… No, la vida cristiana está en el camino, en la vida, con esta urgencia de Pablo. El amor de Cristo nos posee, pero nos impulsa, nos urge, con esta emoción que se siente cuando uno ve que Dios nos ama. Pidamos esta gracia.

Misa en Santa Marta

El objetivo de la peregrinación
es la renovación de la Alianza de Amor
en su fuerza plasmadora y misionera;
la que se manifestará -hacia dentro de Schoenstatt-,
en la renovación de la Familia
y -hacia fuera-, en la plasmación de una Cultura de Alianza.

Documento de Trabajo 2014

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