El Dios de la vida sale al encuentro de los hermanos de la manera más insospechada

MADRUGADORES, Octavio Galarce Barrera •

“Hoy, sábado 2 de mayo de 2020, se unen a nosotros en oración 300 grupos de oración que se llaman los «Madrugadores», en español. Son los Madrugadores. Se levantan muy temprano para orar, hacen una levantada muy temprana para la oración. Ellos, hoy se unen, en este momento con nosotros”. Estas fueron las palabras que, hace un año, pronunció el Papa Francisco en el saludo inicial de la Misa que, en ese entonces, celebraba “en vivo y en directo”, a las 07.00 de la mañana desde la capilla de la Casa Santa Marta, desde El Vaticano, Roma. —

Fue para todos nosotros, los Madrugadores del Mundo, que estábamos conectados a través de Internet, una tremenda emoción escucharlo. Estaba, en esos días en muchos de nosotros, la inquietud incierta de si el Papa hablaría de nosotros o nos mencionaría al menos.

Pocos días antes, a nombre de los Madrugadores, le había escrito una carta contándole sobre nosotros, detallando los aspectos más relevantes de esta corriente de vida, surgida a la sombra del Santuario de Schoenstatt en Rancagua, Chile. Especial mención hice de nuestra intención de “madrugar” con él en la Misa del sábado 2 de mayo que él celebraría desde la capilla de la Casa de Santa Marta. Para sorpresa de todos, el mismo nos respondió el 29 de abril, una carta escrita de su puño y letra, agradeciendo nuestra iniciativa e instándonos a que siguiéramos adelante en lo nuestro.

Su carta del 29 de abril y su saludo del 2 de mayo del año pasado, fueron y han sido un espaldarazo extraordinario para nuestra expansión y crecimiento. Se nos han abierto muchas puertas y hemos logrado fundar nuevas comunidades. Por eso agradecemos al Papa Francisco y le recordamos hoy con especial gratitud.

Un testimonio de Colombia

Me ha llegado este testimonio que les comparto y que da cuenta del impacto que tuvo la Eucaristía del Papa Francisco del 2 de mayo de 2020 en los Madrugadores, y en concreto, en la vida de muchas personas, como lo que vivió John ese día:

Hace varios años que el Señor había tocado mi corazón y en medio del ruido de este mundo, escuché su voz. Atravesando esta pandemia su llamado se hizo más fuerte. Las cosas en mi vida no estaban bien, ni en lo personal, ni en lo espiritual; alejado de su presencia, pero su insistente voz misericordiosa llegó el 2 de mayo de 2020, día en honor a la Santa Cruz, cuando en búsqueda de una respuesta tangible, de los mismos labios de su Santidad, el Papa Francisco, escuché su voz en mi corazón bajo el nombre de Madrugadores. Se quedó en mi mente grabado, y en cuanto terminó la Eucaristía de aquel día, en la pequeña capilla de la Casa Santa Marta, me di a la búsqueda para saber de qué se trataba Madrugadores.

La gracia de Dios y su llamado no se hizo esperar, en pocos minutos logré contactarme, con la fortuna de encontrar un saludo fraterno de Octavio Galarce (más tarde supe que él es el fundador de Madrugadores), que en una breve comunicación agradeció mi interés por conocer y vincularme a esta corriente de vida. Muy amablemente dirigió mi inquietud al coordinador en Colombia (Jorge Peñaranda), quien también acogió esta sed de seguir al Señor, abriéndome las puertas y presentándome ante el grupo.

Hoy, un año después del llamado misericordioso que Dios hizo en mi corazón, sólo queda agradecer su amor por elegirme de entre tantos con mayores y mejores virtudes.

Han sucedido muchos signos de su compañía en mi vida; he podido sentir su presencia a diario, en mi hogar, en mi familia, en mi trabajo, con mis amigos y clientes; en la enfermedad, en la tristeza, incluso en el llanto, en toda mi vida siento que su mano poderosa me guía. Ahora puedo decir que mi existencia tiene un timonel, que poco a poco, me lleva en medio de este inmenso mar que es la vida, esperando llegar al puerto seguro de su presencia.

Gracias a Dios porque su voz nunca deja de tocar la puerta de mi corazón. Gracias a nuestra Mater porque con su amor me acoge entre sus brazos y siento su abrigo.

Gracias a ustedes, hermanos Madrugadores, porque sus oraciones me acompañan y tienen la paciencia para soportar mis fallas.

John Ever Mendez

Pitalito, Huila – Colombia, 2 de mayo de 2021