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Publicado el 2021-05-27 In Misiones

PASCUA 2021: La misión es más fuerte que la COVID

ITALIA, Francesca Cesarini y Anna Minici •

Para contarles sobre la Misión de Pascua 2021, decidimos dejar que hablen los testimonios de tres muchachas que participaron en ella, por lo que seguiremos las preguntas guiadas que acompañarán las palabras de Maria Lucrezia, Alessandra y Manuela. —

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“La Misión de Pascua de este año se desarrolló de manera diferente: fue una misión virtual”; “efectivamente el momento histórico particularmente difícil que estamos viviendo todos seguramente no ha desalentado a los corazones encendidos” de la juventud de Roma, Puglia, Campaña y Sicilia. “Muchachas y muchachos se entregaron en cuerpo y alma a este recorrido de crecimiento espiritual y maduración individual y social”.

La misión estaba inspirada en las olimpiadas, por lo que “nos dividieron en tres equipos a los que sus miembros le dieron un nombre y escogieron una mascota”. Los equipos se llamaban: Colibrí, Desnudémonos de la indiferencia y AlterEco. “Cada equipo tenía una tarea bien precisa, como ayudar al prójimo donando alimento y vestido, perdonar, rezar por vivos y muertos y proteger el medio ambiente”. De este modo, “cada uno con la propia obra de misericordia se acercó al hermano, a la naturaleza y a Dios por medio de la oración”. Así, a través de estas actividades “tuvimos semanas de entrenamiento (retomando el lenguaje deportivo) con el fin de prepararnos al máximo para la Pascua. Para estimular a todos los muchachos, cada región preparó un video que transmitiera un mensaje semanal para renovar el compromiso contraído y las energías. Alessandra afirma que “utilizando los medios a disposición nos sentimos unidos a pesar de estar distantes. En un momento así de difícil necesitaban sentir la presencia de otras personas”. También Manuela nos cuenta que “durante el desarrollo de las misiones nosotros los participantes compartimos en el grupo de WhatsApp todo nuestro progreso”.

Las obras de misericordia

missioneCada grupo tenía que cumplir misiones específicas. Manuela, del equipo “Desnudémonos de la indiferencia”, escribe: “nuestras misiones eran dos: vestir a los desnudos y perdonar las ofensas. Y después la misión común para los tres equipos era la de rezar por vivos y muertos”. Maria Lucrezia, perteneciente al equipo “AlterEco” dice, hablando de las obras de misericordia específicas de su grupo: “llamar a los ancianos para hacerles compañía (en tiempos de COVID no se puede hacer algo más), recoger la basura tirada o regalar ropa a los más necesitados son aparentemente gestos pequeños, pero en realidad colman el corazón de quien los realiza y de quien los recibe. También el celular inteligente, que todos nosotros usamos a diario para googlear cualquier cosa que nos viene en mente o cualquier cosa que necesitemos, puede ser usado como medio para hacer una obra buena. ¿Cómo? Simple… ¡basta con cambiar el motor de búsqueda! A través de Ecosia (motor de búsqueda a la par de Google) muchos de nosotros hemos contribuido a plantar árboles haciendo un cierto número de búsquedas. Aquí vemos lo que significa usar nuestros celulares de manera sostenible y responsable. También el escuchar a un amigo que necesita consejo y saber ser la mano de Dios para aquella persona que necesita consuelo”. Finalmente, el grupo Colibrí se ocupó de dar de comer a los hambrientos y de aconsejar a los indecisos.

Fueron semanas intensas, en las que cada uno se empeñó de forma original y compartiendo, regalando sonrisas y fortaleciéndose unos a otros. La Misión se concluyó, como nos cuenta Manuela, con un encuentro en el santuario de Belmonte para un viacrucis muy original y con un encuentro colectivo vía Zoom donde cada equipo escribió una poesía utilizando los diferentes dialectos de sus miembros.

De toda Italia en un solo corazón para María

missioneFue indudablemente una experiencia única, bella y al mismo tiempo complicada, ¡un verdadero reto! Así lo afirman nuestros testimonios:

Alessandra, de Puglia, escribe: “Fue hermoso conocer otros muchachos: conocer sus dialectos, sus ideas y, sobre todo, sus valores hacia el Movimiento. En este Movimiento nos sentimos una familia real y verdadera. Un agradecimiento especial va a sor Julia y al padre Facundo porque se pusieron a nuestra disposición y por habernos regalado experiencias de misión. Una experiencia inolvidable: a través de los pequeños gestos hicimos felices a otras personas, pero también a nosotros mismos. El verdadero modo de ser felices en la vida es el de procurar la felicidad a otros”.

Manuela, de Roma, comparte su experiencia diciendo que “seguramente entre las misiones, la más difícil ha sido para mí aquella de perdonar las ofensas. El perdón es siempre un argumento espinoso y no siempre es sencillo poner la otra mejilla”. Además, dice que “la colaboración es seguramente el bien más precioso para vencer y sacar adelante los objetivos comunes. Este es el aprendizaje más grande que recibí”.

Finalmente, reportamos lo que dice Maria Lucrezia, de Sicilia, que, hablando de la tarea de escuchar a los amigos, afirma que “las palabras justas tienen un gran poder y son un medio para transmitir pensamientos positivos y el amor de Dios”; respeto al rezar unos por otros, lo que “nos permite creer aún en la hermandad de la humanidad y sentir con fervor la cercanía de los corazones, aun si ahora estamos a un metro de distancia y con los tapabocas”. En fin, haciendo la suma, escribe que “la Misión 2021, a pesar de ser única en modalidad y actividades que se desarrollaron, tiene el sabor, como todo lo que hacemos en este período, de libertad en el amor y de cercanía como quizá nunca la habíamos sentido. De toda Italia en un solo corazón para María”.

Original: italiano, 26.05.2021. Traducción: María Luisa González de Maccaferri/es, San Pedro Garza García, México

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