Publicado el 2016-04-14 In Misiones

«Luz de María 2016», misiones que marcaron un antes y un después en la Juventud

MEXICO, por Renata Figueroa, Alina González y Humberto Treviño •

Este año las misiones de la Juventud fueron en la comunidad de Barrancas, en el estado de San Luis Potosí.

El cariño que recibimos desde el momento que llegamos y la felicidad que veíamos en esas familias, por el simple hecho de tenernos ahí, nos dio la motivación suficiente para empezar al día siguiente la intensa semana de misiones; semana llena de vivencias, convivencia, y sobre todo, llena de Dios y de la Mater.

Foto 3 misiones 2016

Reconciliación y confesión.  ¿Sabemos pedir perdón?

Fueron muchos los momentos y vivencias que nos marcaron en esos días, sin embargo, el  más especial fue el miércoles, en la actividad de los adultos. El tema fue “La Reconciliación y confesión”, mediante el saber pedir perdón, tanto a nuestros hermanos, como a nosotros mismos. Al planear esta actividad nos dimos cuenta de la profundidad que podía tener y del provecho que podíamos sacar si de verdad lográbamos llegar a la fe y al corazón de los  asistentes. Fue así como llegamos a la conclusión que este año, en vez de hacer actividades de tipo catecismo, saturadas de información que probablemente olviden después,  valdría la pena generar más impacto, invitándolos a vivir experiencias donde ellos pudieran asociar el tema del día con su vida personal, y donde la reflexión interna, a ojos cerrados, fuera la clave para ésto.

Esta actividad consistió en que, en un ambiente cálido, personal y de reflexión, la comunidad tenía los ojos tapados, mientras el narrador les pedía que fueran reviviendo los momentos en los que sintieron que fallaron a otras personas, ya que muchas veces juzgamos sin saber, o no estamos presentes cuando alguien nos necesita, entre otras cosas. Posterior al cuestionamiento, el narrador los invitó a que uno por uno, voluntariamente, pidiera perdón en voz alta a aquellos que les había fallado.

Cuando elaboramos esta actividad, sabíamos que podía ser riesgosa, ya que no cualquiera tiene la humildad y el valor de pedir perdón, y mucho menos en voz alta; pero al ver como las personas abrían su corazón, supimos que Dios y la Mater estaban presentes.

Esta experiencia causó en nosotros un vínculo de comprensión mutuo entre la comunidad y los misioneros, viviendo un momento extremadamente profundo y fuerte. Las lágrimas de ellos y de nosotros, los misioneros, reflejaban tranquilidad, felicidad, y sobre todo paz.

Foto 1 misiones abril 2016

Pequeños instrumentos de María, para una gran misión

Al finalizar, entendimos, después de tantas misiones, que no se trata solo de ir a enseñar, sino de reflexionar y enfrentarnos a nosotros mismos.

Este momento fue un claro ejemplo de que la misión estaba siendo cumplida, dejándonos convertir en instrumentos de la Mater.

La Mater mandó a su mini ejército de 10 misioneros a compartir con un pequeño poblado lleno de gente magnífica, el amor que le tenemos. Y al ver a tantas personas reunidas en su nombre el último día de la misión, cantando desde lo más profundo del corazón “María de la Alianza”, fue imposible no derretirnos de amor por Ella.

¡Eso es misión!

Foto 2 misiones 2016

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