ARGENTINA, Rosa Ciola •
El domingo 11 de octubre pasado, en la Parroquia San José, de Morón sur (Gran Buenos Aires), los misioneros de Schoenstatt se reunieron para implorar, junto a la Mater, por las misiones. Con el amor y entusiasmo habitual, prepararon un rosario de luces que, esta vez, se vistió de colores para simbolizar a cada continente: amarillo (Asia), azul (Oceanía), blanco (Europa), rojo (América) y verde (África). Muchas imágenes peregrinas encabezaron el encuentro. De a poco, la gente fue llegando, mientras el ministerio de la música acompañaba con cantos. Cuando estuvo todo listo, como familia diocesana de Morón, nos arrodillamos para elevar nuestra plegaria.
El Padre Jacinto presidió el Santo Rosario, recordó la historia y la situación actual de cada continente, acompañando cada misterio con una sentida reflexión, y así comenzaron a desgranarse las primeras cuentas…
Al finalizar, el Párroco rezó la última decena en polaco, su idioma natal, lo que provocó sentimientos de fraternidad y unión a todos los hermanos del mundo que, hoy más que nunca, necesitan una presencia misionera que les alcance el amor y la misericordia de Dios.
A María, nuestra Madre, le entregamos esta necesidad, con la certeza de que Ella recogerá nuestras súplicas para elevarlas al Padre.
