CHILE/INTERNACIONAL, mda. Entre los primeros en dirigirse al pueblo chileno después del fuerte terremoto que sacudió el norte de su país el 2 de abril, estuvo nuestro Papa Francisco. El mismo día manifestó su cercanía y afecto al pueblo chileno. Escribió al arzobispo de Santiago de Chile y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, cardenal Ricardo Ezzati, que se sentía «hondamente apenado» por el sismo de 8,2 grados en la escala de Richter que sacudió la zona norte del país, afectando a las poblaciones de Iquique, Arica y demás localidades aledañas.
Pidió que Dios «otorgue el eterno descanso a los fallecidos, consuele a los afectados por tan lamentable desgracia e inspire en todos sentimientos de esperanza para afrontar dicha adversidad, y ruega «encarecidamente a las comunidades cristianas, instituciones civiles y personas de buena voluntad que, en estos tristes momentos, presten una ayuda eficaz a los damnificados, con espíritu generoso y fraterna caridad». Francisco concluye su mensaje invocando «la amorosa protección de Nuestra Señora del Carmen» e impartiendo su bendición como signo de «cordial aprecio al noble pueblo chileno, tan presente en mi corazón».
Han tenido que pasar toda la noche en la calle
“La situación en el norte de Chile es bien complicada, sobre todo en la zona del epicentro, el terremoto fue ayer cerca de las 20.00 horas. Hoy a las 6.00 de la mañana aún la alarma de tsunami está en pie, lo que hace que las personas aún no puedan bajar a sus casas; han tenido que pasar toda la noche en la calle y albergues debido al temor de una crecida del mar. Les pido que roguemos a la Virgen santísima que cubra con su manto a los niños y a aquellos que tienen temor”, escribió Pablo Ibarra, de Santiago de Chile, uno de los colaboradores de schoenstatt.org, en la madrugada del 2 de abril.
Cercanía, solidaridad, velas encendidas en Santuarios Hogar, oraciones rezados en Santuarios, en trenes, en puestos de trabajo, en la calle, en una celda de visita en una cárcel… transformando lugares “seculares” en santuarios…
“Recemos, recemos, recemos … Por ese pueblo tan martirizado por los terremotos… que nuestra Mater Santísima los cubra a todos con Su MANTO de Amor y Cuidado Materno … AVE MARIA …”, escribe Lena Castro Valente, de Portugal, y continua: “¿¿¿Cómo actuaría YO, una aliada de María si estuviera en el epicentro de un caos de la naturaleza ??? ¿¿¿Será que me acordaría de ayudar en primer lugar o el miedo y el instinto de supervivencia hablarían más alto que mi corazón consagrado a la Mater??? Nuestro Padre siempre decía que en tiempos tranquilos deberíamos prepararnos interiormente con auto-educación para los peores (como hacen los atletas que se entrenan todo el año para las pruebas de algunos días)… por eso él salió de Dachau y con tan poco de comer daba de lo suyo a los demás; jamás dejó sobresalir lo malo que se lleva dentro y siempre el bien triunfó. ¿¿¿Cómo me preparo yo para los posibles avatares de la vida??? ¿¿¿De la mano de la Mater, mirando a los demás como hermanos muy queridos por los cuales daría la vida??? ¿¿¿O solo soy capaz de hacer eso por mis hijos, mi familia más cercana??? Ahora mismo no conozco la respuesta…”.
“Me puse a pensar que nadie puede imaginarse lo que vive, lo que puede hacer y sentir una persona en una situación tan tremenda como esa, la situación supera ampliamente lo que uno puede imaginar…. Hoy, en Alianza fraterna me uno en oración al dolor que están padeciendo nuestros hermanos chilenos, y al dolor de tantas personas que tienen allí a sus familiares. Le ruego a la Mater, que como Mamá los acompañe en este momento de tanta angustia”, escribe Rosita Ciola, misionera de la Campaña, de Argentina.
El Santuario como refugio
Alejandra Olivera, del Movimiento de Schoenstatt de Antofagasta fue la primera en comunicarse desde la zona afectada:
“Gracias por su preocupación, tuvimos mucho susto pero nada de mucha gravedad, un tanto colapsado anoche el tránsito. En nuestro Santuario de Antofagasta todo bien, estamos en zona de seguridad.
En Iquique el Santuario fue refugio como de 500 personas; por lo que sabemos no hubo afectados en la familia.
Pero sí lamentablemente hubieron 6 fallecidos por problemas cardíacos y aplastamiento; luego el tsunami en Iquique llego a calles principales y en Antofagasta la variación del mar fue leve. Estábamos en reunión de consejo por lo que tuvimos que evacuar, pero la Oración de confianza se multiplicó. Muchas gracias.”
Un santuario de Schoenstatt como refugio, el dolor en varias iglesias colapsadas y las palabras del obispo de Iquique, Monseñor Guillermo Vera, al referirse a la situación en su diócesis luego del terremoto: “Las personas, templos vivos del Señor, son nuestra primera prioridad en este momento.”
Hay personas concretas que no perdieron la vida ni están en riesgo de perderla, pero personas que sufren, como la joven que no pudo volar al entierro de su padre, o la mujer que sigue buscando a su mascota, o el joven que perdió la entrevista laboral tan anhelada, o el matrimonio frente a las ruinas de su hogar recién construido…
Solidaridad
Es en momentos como estos que se percibe la fuerza solidaria de la red formada por la Alianza de Amor. Es la misma alianza que hace 100 años motivó a los alumnos en el colegio en el valle de Schoenstatt a ofrecer su esfuerzo en las clases de matemáticas por sus hermanos en los campos de batalla, a los que llevó a vivir su Alianza en las trincheras… alianza solidaria de la que vive Schoenstatt hasta el día de hoy. Alianza solidaria que va más allá de las fronteras del idioma, de naciones, de generaciones.
“Fuerza y fe a nuestros hermanos de la costa del Pacífico. También nuestra humilde oración está pidiendo por ellos. Y la Mater escucha“, escribe Kikito Vazquez, de Paraguay. “Nuestras oraciones solidarias por los hermanos de Chile”, dice un mensaje enviado desde el Santuario de Achumani en La Paz, Bolivia. “Aquí estoy con la velita encendida en el Santuario del Hogar. Un abrazo fuerte”, escribe Marisa Bulfón, de Argentina, mientras que Ann Dentice de Milwaukee inmediatamente se fue al Santuario del Exilio para rezar allá por el pueblo de Chile.
Es realidad esta Alianza de Amor. “Desde Honduras oraremos a Nuestro Padre Celestial y la Mater para que cubra y proteja al pueblo chileno; que le de fortaleza, fe y confianza en estos momentos de temor y dolor para aquellos que han perdido sus seres queridos”, escribe María Teresa Cerna, de Honduras.
Que real y que hermoso es este Schoenstatt.
