Publicado el 2014-04-05 In Alianza solidaria

La cultura de alianza en tiempos de terremoto

CHILE, Carmen M. Rogers. “Un terremoto de magnitud 8,3 grados en la escala de Richter afectó al norte del país. El epicentro fue ubicado a 89 kilómetros al suroeste de la localidad de Cuya, provincia de Arica”. Son las noticias lamentablemente comunes en Chile, el país que concentra el 40% de la actividad sísmica mundial. Es la tarea diaria de María, Madre de los chilenos. Con la mano en su mano creo que es bueno preguntarse cómo vivimos en estas circunstancias la cultura de alianza.


Desde Santiago, es fácil: orar y prestar toda la ayuda material posible.  Pero me pongo la mano en el corazón y me pregunto ¿qué haría yo en el epicentro y en el momento de la crisis?

En el epicentro… ¡acerquemos más a cada integrante de nuestra familia schoenstattiana al corazón de la Mater!

Pidamos que Ella los conduzca en la evacuación, que Ella los conforte, que Ella despierte su espíritu solidario, que Ella mate su miedo egoísta.

A nosotros los latinos no nos es fácil obedecer y abandonar la comodidad del hogar cuando “sabemos que aquí no va a pasar nada”; no es fácil comenzar a caminar abandonando el auto que nos llevaría mucho más rápido a la zona segura (con perjuicio para todos los demás); no es fácil, recordar en pleno temblor que hay siempre alguien más frágil, alguien más lento que espera nuestra ayuda; no es fácil evitar la lucha por ser el primero en recibir una manta, un café, una cuota de combustible…

En alianza solidaria

Durante la noche hemos visto que las lecciones del 27F (terremoto en la zona central, el 27 de febrero de 2010) han sido bien aprendidas. Se veía a la gente ordenada, a la presidenta segura, las órdenes atinadas, los organismos organizados, y las construcciones bastante sólidas.

Se ha levantado la alarma de tsunami en casi toda la zona costera del país y está por comenzar un nuevo día.

Los invito a consagrar en alianza solidaria a todos aquellos que NO son de los nuestros. La Mater no se va a dejar ganar en generosidad y moverá los corazones que normalmente no se mueven: empiezo por las trescientas presas que escaparon de la cárcel…. y todos los traficantes con sede en el Norte Grande de Chile.

No me imagino cómo estaría yo en la situación de ellos

Pasadas las horas salen a relucir los dramas humanos: aquellos que no pueden volver a sus viviendas; la hija que no puede volar al lugar donde falleció su padre; los presos que espontáneamente escaparon del tsunami y que hoy están volviendo a sus cárceles; los colombianos que jamás habían sufrido un terremoto y que están simplemente paralizados; los que se aprovechan; los que comercian con el dolor ajeno… ¡todos somos Chile!

Y eso duele.

Es una realidad que atemoriza. Que hiere. Que alienta también. Porque es – más que nunca – “la cruz que cada uno puede cargar”

De verdad. No me imagino cómo estaría yo en la situación de esos chilenos, pero sé que muchos de ustedes no pueden imaginar cómo vivimos el 27 de febrero de 2010 aquí en el centro de Chile. Y lo sobrevivimos.

Simplemente estar

Fue en un piso 8º. Tres departamentos por piso. En el dintel del 803, la mezuzah. En la puerta del 802, la imagen del Sagrado Corazón, todos hermanos.

La puerta del 803 se atascó y un matrimonio judío de muchos años oraba al otro lado, poseído por el temor.

Yo (súper idiota) fui por ayuda solidaria… ¡usando el ascensor! De ida y vuelta varias veces, porque ni siquiera aprecié que funcionaba sólo por el generador de emergencia.

La Mater se preocupó para que no hubiese más idiotas, así es que el ascensor fue todo mío y finalmente llegó la ayuda para sacar a los vecinos.

Ha llegado la hora de tu amor

Como no nos podíamos mover para huir por mi mamá de 90 años en su cama, ni siquiera se nos pasó por la mente –a mi hermana y a mí – el hacer algo. Simplemente estar (Stabat Mater).

Era nuestra gracia y nuestro deber de estado…. “la cruz que podíamos soportar” (¡Cómo tranquiliza esto!)

Pero mi receta, incluso al momento de hacer estupideces, está en el Hacia el Padre…. y me digo «Ha llegado la hora de tu amor”, la plegaria del anillo de alianza.

Sí. Ha llegado la hora de tu amor solidario en lo más cotidiano, en lo más sencillo, en lo más común…. Es tu momento solidario. Vívelo. Nada más que eso, vívelo

 

 

Reflexiones sísmicas, con cariño

Carmen Rogers

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La cultura de alianza en tiempos de terremoto

CHILE, Carmen M. Rogers. “Un terremoto de magnitud 8,3 grados en la escala de Richter afectó al norte del país. El epicentro fue ubicado a 89 kilómetros al suroeste de la localidad de Cuya, provincia de Arica”. Son las noticias lamentablemente comunes en Chile, el país que concentra el 40% de la actividad sísmica mundial. Es la tarea diaria de María, Madre de los chilenos. Con la mano en su mano creo que es bueno preguntarse cómo vivimos en estas circunstancias la cultura de alianza.

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