Publicado el 2014-08-24 In Schoenstatt en salida

Juventud Viva, Corazón Ardiente

PARAGUAY, Lala Rivarola. “Como bautizado me he transformado en apóstol, en testigo de Cristo, y por eso quiero dar testimonio de él entre los hombres. He conocido a Jesús, he experimentado su amor, su presencia y su obrar en mi vida, y he sido transformado por él. Por eso no puedo dejar de llevarlo a los demás. Cristo me ha elegido y me ha enviado. Esta realidad nos habla de que la actitud y el espíritu apostólico, deberían ser naturales en nosotros. Escuchemos lo que dice San Pablo: “Si anuncio el Evangelio no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión”. (1 Co 9, 16-17). Esto es lo que dice el manual de las Misiones Católicas Ciudad del Este 2014, y es lo que los más de 90 jóvenes vivieron.

Muchas veces, nos anotamos en las misiones, y salimos a caminar sin tener conciencia de que una simple visita puede cambiar mucho más de lo que pensamos, recibimos una llamada y damos por respuesta un SÍ, tal vez olvidando que ese sí es para CRISTO JESÚS, quien nos envía realmente. Es Él quien necesita misioneros y es Él quien cuida cada detalle.

Un envío de Jesús

Ir a misionar es un envío del mismo Jesús, y vamos acompañados por el ESPÍRITU SANTO y por nuestra gran aliada, nuestra gran MATER TER ADMIRABILIS. Sin lugar a dudas, esto se confirmó en el antes y durante las MISIONES CATÓLICAS CIUDAD DEL ESTE – 2014.

Somos unos mimados de Dios, tanto nos ama que jamás nos abandona, desde los primeros momentos estuvo siempre manejando el timón y calmando todas las tormentas, eligiendo a sus instrumentos y las herramientas de misión, moldeando este apostolado según su plan divino. En el mes de mayo nos reunimos buscando el lema que nos mueve este año, y descubrimos que Dios soñó con un “Por Cristo, con María, dispuestos a la misión”; descubrimos que en esos dos pueblos, SANTA RITA y TAVAPY, Cristo busca reinar ya hace un buen tiempo y María está ejerciendo todas sus fuerzas para abrirle camino; descubrimos que es nuestra Reina quien debe llegar primero a los corazones para que estos se dejen conquistar por su Hijo. Descubrimos también que esta tarea no es pequeña, y por eso nuestra disposición inmediata es de gran valor; que la tarea no es fácil y que sólo de la mano de nuestra aliada podemos llegar tan lejos.

Caminando, saltando, cantando

Llegó agosto y del 13 al 17, fuimos 90 jóvenes caminando, saltando, cantando. Llegamos a dos pueblos y visitamos 9 capillas: 5 en Santa Rita y 4 en Tavapy, y misionamos en tres idiomas: Español, Guaraní y Portugués. Nos encontramos con familias que nos estaban esperando, esperando a misioneros y esperando recibir el amor de Dios.

Durante los días de misión descubrimos el amor de Dios bajo ese espíritu de familia que nos regaló nuestro fundador, el Padre José Kentenich, festejamos el día del niño y encontramos nuestras pequeñas acciones muy grandes en manos de Dios.

Es por esto y por mucho más, que hoy doy gracias, gracias a todos los que elevaron oraciones al cielo, gracias a todos los que nos ayudaron bien de cerca o de lejos, gracias a la gran familia de Ciudad del Este por tanto apoyo, gracias al Padre Pedro Kuehlcke y a la Hermana Georgina por acompañarnos siempre, gracias a la Campaña del Rosario por las peregrinas confiadas, gracias a los jefes y dirigentes por dar tanto amor a este apostolado, gracias a los misioneros que dieron el SÍ valiente y victorioso, gracias porque se animaron a vivir esta locura de amor, y sobre todo muchas gracias a SANTA RITA y TAVAPY, muchas gracias al Padre Jorge y al Padre Marcio por confiar en nosotros, muchas gracias a la Hermana Joya y a la Hermana Sandra por acompañarnos, muchas gracias a Valdir por convertirse en misionero y muchas gracias a todos los que abrieron sus puertas a la Virgen Peregrina y al niñito Jesús.

Gracias por las oraciones

Hace unos días les pedíamos oraciones a todos, ¡y hoy nos queda solamente dar las gracias porque las oraciones llegaron al cielo! ¡Y las gracias llegaron multiplicadas a nosotros!

¡Qué hermoso es saberse elegido por Dios! Hoy ya no estamos en dos escuelas, hoy volvemos a nuestra rutina y nos toca misionar todos los días, en todos lados; esta misión recién comienza, porque Schoenstatt no hace misiones, ¡Schoenstatt es misión!

Madre, toma todo de mí y hazme tu instrumento

«Cuando me invitaron para misionar no tenía ni la menor idea de qué tenía que hacer ni cómo hacer, pero me animé, sabía que si viene de nuestra Reina iba a ser una obra maravillosa y tal cual, en estas misiones no sólo fui las patitas de la Mater, no sólo fui su instrumento para que Ella pueda llegar a las familias sino que termine siendo también una misionada más. No necesariamente con palabras sino con momentos, momentos que marcaron mi vida, que quedan grabados en mi corazón: esas sonrisas que regalaban los niños con pequeñas cosas, esas familias que depositaban su confianza, no en mí, sino en la Reina, esos momentos con mi comunidad. Cada pequeño detalle que se volvían infinitas alegrías. Tal vez no encuentre palabras exactas para describir lo que quedó de estas Misiones en mi vida, pero sí el agradecimiento eterno a Ella, que me permitió ser su instrumento. «Madre, toma todo de mí y hazme tu instrumento, que soy parte de esta juventud viva que le arde el corazón» – Jea Dominguez

Llevar esperanza y alegría

«Para mi misionar fue llevar esperanza y alegría a esas personas que necesitaban de María, de su amor y su paz; fue mostrarle a ellos que la Mater les ama y quiere reinar en sus corazones.» – Ángel Careaga

«Fui por primera vez a las misiones de CDE en el 2011, me tocó esa vez ser jefe, realmente me sentí muy feliz ya que por primera vez dicha juventud iba a tener unas propias misiones, ya que siempre tenían que venir a participar a las misiones que organizaban la juventud de Asunción; hoy ellos ya son dos pueblos, ya van creciendo de a poco, y volver a participar luego de 3 años, me llenó de mucha alegría, misionar en zonas donde viven muchos brasileros fue realmente muy diferente, vivir como vive la Iglesia en el departamento de Alto Paraná, también lo fue. Una hermosa experiencia se vive en unas misiones, qué puedo decir de que todas las que he participado, son las misiones que más me gustan »  – Javier Vera


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Publicado el In Schoenstatt en salida

Juventud Viva, Corazón Ardiente

PARAGUAY, Lala Rivarola. “Como bautizado me he transformado en apóstol, en testigo de Cristo, y por eso quiero dar testimonio de él entre los hombres. He conocido a Jesús, he experimentado su amor, su presencia y su obrar en mi vida, y he sido transformado por él. Por eso no puedo dejar de llevarlo a los demás. Cristo me ha elegido y me ha enviado. Esta realidad nos habla de que la actitud y el espíritu apostólico, deberían ser naturales en nosotros. Escuchemos lo que dice San Pablo: “Si anuncio el Evangelio no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! Si yo realizara esta tarea por iniciativa propia, merecería ser recompensado, pero si lo hago por necesidad, quiere decir que se me ha confiado una misión”. (1 Co 9, 16-17). Esto es lo que dice el manual de las Misiones Católicas Ciudad del Este 2014, y es lo que los más de 90 jóvenes vivieron.

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2 Responses

  1. Lala Rivarola dice:

    Muchas gracias a María que lleva adelante esta súper página 🙂 una vez más gracias a todos los que nos acompañan con oraciones!!

  2. Maria Dolores Latorre dice:

    Que hermoso, misioneros a la sombra del Santuario de nuestra Madre Reina y Victoriosa tres veces admirable de Schoentatt

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