Publicado el 2014-04-04 In Schoenstatt en salida

Kentenich puede

ALEMANIA, Renate Immler. En este momento todo lo que se oye en Durach son las palabras: «JAMÁS hubiera pensado que fuera posible.» Están hablando de la elección del alcalde de Durach, con resultados que superan con creces cualquier expectativa. Están hablando de un candidato para el puesto de alcalde que era un completo desconocido, opositor del director de la escuela local (CSU – Unión Social Cristiana). Tenía la peor de las posibilidades en su campaña electoral. La gente creía que era imposible que triunfara contra “uno de los nuestros”, y soplaban vientos en contra desde todos lados. También representaba un partido que había sido minoría durante treinta años. Pero algunas personas estaban convencidas de que era el hombre adecuado para Durach y se movilizaron a favor de él, con aquello que habían aprendido del P. Kentenich.

La situación era un verdadero desastre: Se produjeron serios enfrentamientos entre los seguidores de ambos bandos en los clubes locales, y al final casi nadie se atrevía a tocar el tema de la campaña electoral. Y como a nadie le gusta ser el responsable de las disputas, se le reprochó a Gerhard Hock que iba a dividir a la población.

El simpático, competente y Cristiano Gerhard Hock hizo una muy buena campaña electoral «sirviendo desinteresadamente a los demás», y en sus reuniones preelectorales se ganó muchos corazones. No obstante, la mayoría de la gente local simplemente no asistía a esos encuentros. Los partidarios tradicionales de la CSU planteaban un problema y casi no se podía llegar a ellos. De ahí que su victoria electoral fuera bastante dudosa.

Aptitud de la pedagogía kentenijiana para la campaña electoral

Hay personas que sostienen que la pedagogía Kentenijiana puede aplicarse con éxito a todo, y fue precisamente esto lo que los Schoenstattianos quisieron poner a prueba en la campaña electoral de Durach. Estaban convencidos de que Gerhard Hock sería el alcalde ideal para la ciudad, y querían ayudarlo con la pedagogía Kentenijiana, convencidos de que una decisión por el bien de su municipio requería de ellos algo más que rezar y estar convencidos

Comenzó con ideas locas, una colección salvaje de ideas, que se fueron concretando cada vez más. El grupo objetivo fue la gente a la que no se podía llegar mediante los eventos electorales tradicionales.

Los principios Kentenijianos se trajeron a la luz y se estudiaron para saber si podían resultar útiles en una campaña electoral. Trabajar con movimientos o corrientes… la vida se enciende en la vida… y una buena cuota de ingenuidad o inocencia infantil.

La pregunta del millón era: “¿Es posible captar el movimiento existente, hacerlo perceptible de alguna manera y fortalecerlo para que muchos otros se contagien?”

Y se aplicaron los dos principios esenciales del trabajo con corrientes, según Kentenich, de forma sencilla y consecuente:

Primer principio: No traer nada nuevo, sino aprovechar exclusivamente los elementos ya presentes en la campaña electoral y fortalecer el movimiento existente.

Segundo principio: No organizar, no hacerlo uno mismo, sino entusiasmar a otros y impulsar un movimiento, una corriente.

¿Cómo exactamente?

Gerhard Hock había jugado a menudo con su apellido en la campaña electoral, p.ej. “fiesta de la cerveza de Hock” en lugar de fiesta de la cerveza fuerte (en alemán, Hock-Bierfest en lugar de Bock-Bierfest). “Hocken” significa, en el dialecto de Algovia, “estar sentado” y un “Hock” es el estar sentadas varias personas de forma relajada. En su video electoral, aparecía como conductor de autobús diciendo a sus viajeros, en dialecto: “Os llevo a todos conmigo”. También donó bancos para los parques, los bancos-siéntate (en dialecto, bancos «Hock-di-na») y la presentación de candidatos la denominó “Kandidaten-Hock”.

Lo que teníamos que hacer era retomar este movimiento positivo para Gerhard Hock, hacerlo visible e intensificarlo.

  • Lo primero que hicimos fue recolectar fotos de los residentes de Durach que estaban dispuestos a estar de su lado. Luego construimos una silueta de tren con paneles de madera que representaba una locomotora y seis vagones. La locomotora se convirtió en la «Hock-Loc». La gente de la ciudad miraba por las ventanillas de los vagones. La inscripción decía «A toda máquina hacia la alcaldía». También pegamos una proclama que decía que ésta era una iniciativa privada con los nombres de los promotores, según lo aprendido en el seminario sobre actividades en relaciones públicas de la Sra. Fischer.
  • El equipo electoral en principio quiso impedir esta acción y en su lugar quiso que nosotros colgáramos afiches. Sin embargo, después de una discusión, el Sr. Hock entendió y aceptó nuestra iniciativa. «¡Todavía estamos colgando afiches!»
  • Después de haber recibido una gran cantidad de fotos (112 personas y 11 logos de empresas) agregamos una “Estación Hock”, una copia de la alcaldía de Durach. Cada dos o tres días movíamos el tren y su estación a otra parte de la ciudad, y aparecía en las calles principales de cada parte de la ciudad.
  • La Hock-Loc pronto pasó a ser algo muy popular. Por alguna razón la gente la disfrutaba y trataba de visitarla.
  • Como resultado de la Loc, el tema de la elección afloró nuevamente en las conversaciones, pero esta vez la atmósfera era relajada y cordial.
  • Los partidarios de Hock de pronto descubrieron que había muchos que pensaban como ellos, así que en las conversaciones tenían el coraje de apoyar a su candidato.
  • Los líderes municipales no pudieron hacer nada al respecto, porque la iniciativa era un emprendimiento privado y un movimiento había surgido entre la gente a la cual no podían oponerse.
  • El diario local publicó una foto y un artículo.
  • Además se hicieron adhesivos para automóviles. Gerhard Hock sonriendo desde las ventanillas de los autos y las ventanas de las cocinas, al igual que desde los cercos de los jardines y las puertas de los garajes. Cada vez demostraban que alguien había surgido como partidario de Hock.

 

A continuación siguen unas palabras de agradecimiento de Gerhard Hock:

«Muchas gracias por su incansable trabajo. Como ya habrán oído, lo que en principio fue un equipo electoral muy escéptico, a todo esto se ha convencido completamente de que como resultado de su iniciativa, se pudo llegar a personas que de otra manera no se hubiese podido llegar. Así que el equipo electoral está definitivamente interesado en ver cómo la Loc sigue viaje a Miesenbach.»

Victoria con casi dos tercios de la mayoría

Gerhard Hock ganó con el 65.8% de los votos, en tanto que su opositor local sólo recibió un 34.2%.

Se formó un buen clima y una cálida comunidad entre los partidarios de Hock, lo cual es una buena base para el futuro trabajo del alcalde.

Original: alemán. Traducción: Cecilia Mata, Argentina/rm.

 

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Kentenich puede

ALEMANIA, Renate Immler. En este momento todo lo que se oye en Durach son las palabras: «JAMÁS hubiera pensado que fuera posible.» Están hablando de la elección del alcalde de Durach, con resultados que superan con creces cualquier expectativa. Están hablando de un candidato para el puesto de alcalde que era un completo desconocido, opositor del director de la escuela local (CSU – Unión Social Cristiana). Tenía la peor de las posibilidades en su campaña electoral. La gente creía que era imposible que triunfara contra “uno de los nuestros”, y soplaban vientos en contra desde todos lados. También representaba un partido que había sido minoría durante treinta años. Pero algunas personas estaban convencidas de que era el hombre adecuado para Durach y se movilizaron a favor de él, con aquello que habían aprendido del P. Kentenich.

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