Hoy contesta: Marcelo Luzardi – Miembro de la Liga Apostólica de Familias- Director de la Revista Tuparenda, órgano de difusión del Movimiento en Paraguay •
A medio año de peregrinar por el segundo siglo de la Alianza de Amor… ¿Cómo sueña este Schoenstatt en su ser, en su estar en la iglesia y en el mundo, y en su quehacer?
Sueño con un Movimiento que en continua expansión, regala a la Iglesia y al Mundo su vinculación especial a María y su rica pedagogía.
Un Movimiento que tenga las condiciones estructurales y espirituales para llegar con vigor al centro y a la periferia de cada sociedad.
Pero un Movimiento que por amplio, no pierde su madurez, sus bases firmes y la fidelidad a su origen.
Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué tenemos que evitar o dejar?
El Papa Francisco lo definió con magistral sencillez: debemos evitar contentarnos con peinar ovejas en casa.
Somos Movimiento cuando llevamos a la Mater a todas las ovejas, en especial a las ovejas más alejadas.
Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué pasos concretos debemos dar?
Quienes formamos el Movimiento Organizado estamos obligados personalmente a profundizar y crecer para transmitir nuestra espiritualidad con eficiencia y validez.
Debemos exponernos; el testimonio debe ser la principal herramienta del schoenstattiano.