Publicado el 2014-07-04 In schoenstattianos

P. Michael Maas nuevo director del Centro Pastoral para las Vocaciones en Alemania

ALEMANIA, red. El sacerdote de Friburgo, P. Michael Maas, miembro del Instituto Secular de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, fue nombrado como nuevo director del Centro Pastoral para las Vocaciones. El Centro Pastoral para las Vocaciones es un centro de trabajo de la Conferencia Episcopal Alemana que tiene su sede en Friburgo.

 

 

El padre Michael Maas nació en Baden–Baden en 1976. Tras estudiar teología en Friburgo y Munich fue ordenado diácono en 2001 y sacerdote en 2003. Fue capellán en Mannheim, durante tres años. Desde 2006 hasta 2014 fue secretario del arzobispo Msgr. Robert Zollitsch. Pertenece al Instituto Secular de los Sacerdotes Diocesanos de Schönstatt y trabaja con las Juventud Masculina de Schönstatt.

Pastoral para las vocaciones

La tarea de este centro de trabajo es promover en Alemania la pastoral para las vocaciones, por encargo de la Conferencia Episcopal y posibilitar y atender la cooperación en este ámbito a nivel nacional e internacional. El Centro existe desde 1967, por entonces como “Centro de Trabajo de la Obra Pontificia para Vocaciones Espirituales en Alemania”. En 1970 se convirtió en “Centro de Información para Vocaciones de la Iglesia”. En 1999 obtuvo, como centro de trabajo de la Conferencia Episcopal Alemana, el nombre actual “Centro Pastoral para las Vocaciones”.

¡Felicidades!

Felicidades y nuestra oración y capital de gracias, P. Michael Maas, por su nueva tarea al servicio de jóvenes y de nuestra Iglesia.

Nuestra Galilea, lugar de la primera vocación

Desde la redacción de schoenstatt.org, a quien usted ha abastecido con los textos de las homilías y discursos de Mnsr. Robert Zollitsch, le felicitamos con las palabras del Papa Francisco:

Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó. Volver allí, volver al lugar de la primera llamada. Jesús pasó por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando las redes. Los llamó, y ellos lo dejaron todo y lo siguieron (cf. Mt 4,18-22).

Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la cruz y de la victoria; sin miedo, «no temáis». Releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las defecciones, hasta la traición;  releer todo a partir del final, que es un nuevo comienzo, de este acto supremo de amor.

También para cada uno de nosotros hay una «Galilea» en el comienzo del camino con Jesús. «Ir a Galilea» tiene un significado bonito, significa para nosotros redescubrir nuestro bautismo como fuente viva, sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino. Con esta chispa puedo encender el fuego para el hoy, para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y hermanas. Con esta chispa se enciende una alegría humilde, una alegría que no ofende el dolor y la desesperación, una alegría buena y serena.

En la vida del cristiano, después del bautismo, hay también otra «Galilea», una «Galilea» más existencial: la experiencia del encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión. En este sentido, volver a Galilea significa custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada, cuando Jesús pasó por mi camino, me miró con misericordia, me pidió seguirlo; volver a Galilea significa recuperar la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba.

Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? Se trata de hacer memoria, regresar con el recuerdo. ¿Dónde está mi Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? Búscala y la encontrarás. Allí te espera el Señor. He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar. Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por tu misericordia. No tengáis miedo, no temáis, volved a Galilea.

El evangelio es claro: es necesario volver allí, para ver a Jesús resucitado, y convertirse en testigos de su resurrección. No es un volver atrás, no es una nostalgia. Es volver al primer amor, para recibir el fuego que Jesús ha encendido en el mundo, y llevarlo a todos, a todos los extremos de la tierra. Volver a Galilea sin miedo.

Homelía de la Vigilia Pascual, 2014

 

Original: alemán. Traducción: M. Paz Leiva, Madrid, España

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P. Michael Maas nuevo director del Centro Pastoral para las Vocaciones en Alemania

ALEMANIA, red. El sacerdote de Friburgo, P. Michael Maas, miembro del Instituto Secular de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, fue nombrado como nuevo director del Centro Pastoral para las Vocaciones. El Centro Pastoral para las Vocaciones es un centro de trabajo de la Conferencia Episcopal Alemana que tiene su sede en Friburgo.

 

 

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