Publicado el 2011-07-07 In schoenstattianos

“Aún tengo que pasar por Schoenstatt”

mkf. Desde hace un par de semanas está viajando por Alemania y por Austria, visitando a sus parientes y amigos, conocidos por sus visitas a Brasil y por varios proyectos: Lucas Borgert, un brasileño-alemán de Joinville, un municipio brasileño del Estado de Santa Catarina, «donde nos gustaría tener un Santuario. Allí hace ya tiempo que la Virgen peregrina visita a muchas familias».

 

 

 

Hace años que Lucas Borgert visita la página internacional de Internet de Schoenstatt, y recibe el boletín semanal. “En alemán”, recalca. Cuenta que en su casa se hablaba solo alemán hasta que cumplió los nueve años. Aprendió el portugués en la escuela. “Aunque ya somos la quinta generación de brasileños”. Estuvo por primera vez en Schoenstatt en una visita que hizo a Alemania en los años 70’, y cuando mucho después surgió la pregunta por “Schoenstatt” en Joinville, su ciudad natal, él sabía donde podía informarse. “Vamos a lo de las ‘monjitas’ y preguntamos”, así tuvo su primer contacto con Atibaia, y pronto la Virgen Peregrina, gracias a la esmerada coordinación de Lucas Borgert, se hizo ampliamente conocida en Joinville.

“Si, quisiéramos construir un Santuario”, cuenta, “¡y muy pronto!”. Incluso hubo un terreno en vista, pero se demostró que aún no era el momento. “Esto debe crecer primero desde abajo, debe consolidarse”, dice Lucas Borgert. ¡Pero no renunciaron a su sueño!

Y ahora llegó a Schoenstatt

Ahora, a los 70 años, está de nuevo en Schoenstatt. Recorrió todo a pie, en dos días: el Monte Schoenstatt con la tumba del Padre Kentenich, y el Santuario Original son los puntos culminantes.

“Pensé que esta era la última vez”, dice. “¡Pero me gustaría mucho poder volver en 2014!”. Sabe que muchos brasileños viajarán a Schoenstatt el 18 de octubre de 2014. “Tan viejo no estaré dentro de tres años…” Y lleva, para la Familia de Schoenstatt de Joinville, una pila de tarjetas con la oración del jubileo, bendecidas en el Santuario Original. Llegaron desde Brasil hace un par de semanas y vuelven ahora con la bendición.

Y pide una en alemán… “¡Para mí!”

Traducción: aat, Argentina

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