ARGENTINA, mda. Mientras que miles y miles de miembros y allegados de Schoenstatt el 18 de octubre celebraban los 100 años de la Alianza de Amor en los Santuarios de Schoenstatt, en Paraná se celebró de otra manera. Como cada año, el tercer fin de semana de octubre se realizó la “Peregrinación de los pueblos”. Bajo el lema «En Alianza con María caminemos por la paz», miles de feligreses entrerrianos fueron por la Ruta Nacional Nº 12 desde la localidad de Hasenkamp en dirección a la ciudad de Paraná, en lo que fue la 32ª edición de la Peregrinación de los Pueblos. La columna de fieles salió el viernes 17 por la tarde desde la ermita de la Madre Tres veces Admirable, patrona del Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Hasenkamp. Caminaron a la vera de la ruta durante la noche y al día siguiente, hasta llegar cerca de las 18 hs. al santuario de La Loma, en la capital provincial, en medio de una fuerte tormenta y vientos.
Los organizadores y efectivos de seguridad aseguraron que más de 20.000 personas participaron de esta demostración de fe y devoción a María, que este año estuvo marcada por el jubileo del centenario de la Alianza de Amor que el Padre José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, selló con la Virgen María al iniciar esta obra eclesial.
A la luz de las antorchas
En los 90 kilómetros que separan Hasenkamp de Paraná, los organizadores previeron seis paradas. En una de ellas, una gran emoción embargó a los peregrinos al llegar a la altura del paraje Cerrito cerca de las 2 de la madrugada. Allí recibieron antorchas y caminaron a la luz de las velas con un gesto que simbolizó el deseo de renovar la fe.
Dada la intensa lluvia que comenzó al mediodía, los peregrinos llegaron extenuados al santuario y la misa debió ser suspendida hasta más tarde. A pesar de ello, el presbítero Alfonso Dittler, párroco de San José, de Hasenkamp, y uno de los organizadores de la marcha, destacó la multitudinaria convocatoria y las demostraciones de fe, especialmente entre los jóvenes.
“Ha sido una fiesta de fe y, aunque nos hemos mojado y pasamos por momentos difíciles, cumplimos el objetivo propuesto. Creo que esto debe servir para los jóvenes, para alentarlos y recordarles que tienen una madre que es la Virgen que los quiere, los espera y los cobija. Considero que la Iglesia tiene que darle un lugar importante a los jóvenes para que ellos puedan caminar el camino de Cristo con un proyecto desde la fe”.
… pero sigues y sigues
Flavio Miguel Schiavoni, de Hasenkamp, participaba por segunda vez. Comparte su testimonio:
“Luego de realizar la peregrinación en 2013, aunque no todo el tiempo caminando, al llegar y participar de la misa en el Santuario, le prometí a nuestra Madre caminarla completa este año 2014. Un mes antes comencé a prepararme espiritualmente y también físicamente, con algunas contrariedades que surgían. Por momentos a veces no sientes las piernas ni los pies, pero siempre sigues y sigues, el grupo y las ganas de terminar te llevan. Todo esto es realmente muy hermoso, no sabes si estas subiendo al Cielo o si el Cielo desciende, sientes que ángeles suben con las intenciones de todos y bajan con las bendiciones y gracias, fortaleciendo nuestra alma, dando paz a nuestro corazón.
Toda la experiencia es muy hermosa y no tengo palabras para describirla. Recomendable a todo el mundo, también como servidores, ayudando y acompañado a la gente, protegiéndola en la ruta, guiándolas por el lugar mas seguro, en los autos colectores, en la asistencia en los colectivos y estaciones, en la asistencia de los agentes de policía, los bomberos, la gendarmería, médicos y enfermeros con sus ambulancias y puestos de asistencia, camionetas que dan agua en muchos trayectos de la misma. Todos participamos con muchas alegría, y lo estaré haciendo todas la veces que pueda.
El tiempo nos acompañó mucho casi todo el trayecto, muy poco calor, y la mayor parte del tiempo estuvo nublado; incluso de noche estaba muy agradable. Es muy emocionante la noche cuando todos encendíamos velas en pequeñas antorchas preparadas con caña y botellas de plástico cortadas. Ver por la ruta, que en nuestra zona tiene muchas lomadas, todas las personas de lejos con llamas encendidas como si fueran ríos de fuego, llevando la luz de Cristo a todas las naciones. En todos los puestos y pueblos mucha gente se fue sumando y todos los pueblos que están en el trayecto han recibido muchas bendiciones. Y es por eso que se llama Peregrinación de los pueblos.
Cerca del último mediodía estaba muy caluroso y recibimos la lluvia como casi todos los años. Nos refrescó mucho ya que lo necesitábamos y nos dio la fuerza para terminar, ya que hacia calor y faltaba poco. Eso no nos impediría terminar. Casi todos con los pies mojados, otros enteramente, nos dábamos fuerza con los cantos de alabanza; nos animábamos mutuamente Allí te encuentras con personas vistas otros años y sientes mucha alegría por eso. La lluvia siguió hasta las 18 hs. y terminamos muy agotados y con frío, pero todo resultó excelente y fue un ofrecimiento de entrega total, que fortalece para toda la vida. También pudimos participar de la misa al terminar. Al volver a casa la recuperación fue total luego de un descanso. Al otro día ya no sentía cansancio, ni dolor, pero sí mucha fuerza espiritual.
Es el segundo año seguido que realizo la Peregrinación al Santuario de Schoenstatt desde mi ciudad a 90 km. y 26 horas de oración y alabanzas. Al conocer el Santuario tuve la sensación de que debía revivir mi devoción a Nuestra Señora de Guadalupe, la Patrona de América… “.
