org. “Hombres y mujeres de diferentes culturas se encuentran en los santuarios de Schoenstatt con la Madre de Jesús, que es Madre de la Iglesia en el mundo entero, para ir al encuentro de Jesucristo y de las necesidades de sus países, y se comprometen a poner todo su empeño en la renovación de la Iglesia y de la sociedad”, dice el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, miembro del círculo de cardenales que acompañan al Papa Francisco. “Así como María se apareció en Lourdes, en Guadalupe, en Fátima y en Czestochowa, respetando las culturas de los pueblos que visitaba e infundiendo en ellas el espíritu del Evangelio, así no ejerce violencia sobre las culturas de quienes se sienten en casa en sus santuarios. Ella las respeta y enriquece. Por esta razón, y por los diferentes desafíos que enfrentan esos pueblos, la fisonomía del Movimiento en cada país es diversa”.
Schoenstatt: ¿Qué hace para nosotros?
Durante una conferencia de prensa en Alemania, convocada por el Team 2014 para informar a periodistas sobre el jubileo en Schoenstatt y en Roma, el Cardenal Errázuriz destacó la internacionalidad de Schoenstatt y sus proyectos apostólicos.
“El aporte de Schoenstatt consiste más que en obras, en un trabajo capilar de conversión y renovación según la vocación cristiana. A veces nacen iniciativas en un país, y muy pronto se extienden internacionalmente. Les ofrezco unos pocos ejemplos provenientes de los pocos países que mejor conozco.”
Apunta a lo que la Iglesia espera cuando pregunta a Schoenstatt: ¿Qué hace para nosotros? Es justo lo que unos días antes, un sacerdote de Guatemala, que conoció a Schoenstatt en Tierra Santa en un Santuario Hogar en Nazareth, pidió, después de estudiar brevemente la pagina schoenstatt.org: “La Virgen Peregrina, la pedagogía para colegios, y obras sociales como Maria Ayuda… “
La Campaña de la Virgen Peregrina
Dice Mons. Errázuriz: “Una iniciativa es la Campaña de la Virgen Peregrina. En Brasil fue un laico, don João Pozzobon, cuyo proceso de beatificación está en camino, quien la inició siendo aún analfabeto. Caminó 140.000 kilómetros llevando la imagen de la Madre tres veces admirable a familias, hospitales, escuelas, etc., siendo testigo de innumerables conversiones a una fe viva y operante. La Campaña se convirtió en una acción apostólica de gran valor. Avivó la fe de millones de brasileños, y se extendió por el mundo entero a partir de los santuarios de Schoenstatt. Es la Virgen María que sale a evangelizar a sus hijos”.
El Centro pedagógico José Kentenich
“En los países del sur de Latinoamérica, primeramente en Argentina, surgió el proyecto de no guardarse la pedagogía del fundador de Schoenstatt sino ofrecerla a muchos docentes y al sistema educacional de numerosos colegios”, sigue Mons. Errázuriz.
“Así nació el «Centro pedagógico José Kentenich“, y este proyecto impulsó una red de colegios y servicios pedagógicos en varios países para responder a los grandes desafíos que plantea el cambio cultural. Es un servicio que aceptan con gratitud no sólo los colegios fundados por miembros de la Familia de Schoenstatt, sino también un gran número de profesores de colegios del Estado”.
La Confederación internacional de los rectores de santuarios de América Central y del Sur
Otra iniciativa al servicio desinteresado de la Iglesia destacada por Mons Errázuriz, se refiere a la pastoral de peregrinación:
“La preocupación por la evangelización de las grandes peregrinaciones y de los peregrinos en el día a día de los grandes santuarios de Latinoamérica fue una proposición de algunos sacerdotes de Schoenstatt. A ellos les agradece la Iglesia haber impulsado la Confederación internacional de los rectores de santuarios de América Central y del Sur como también del Caribe, de manera que en estos pueblos marianos no existiera tan sólo una piedad mariana sino también una espiritualidad mariana y una pedagogía pastoral mariana, así también una devoción a los santos que incluyera acoger su forma de vida, su espíritu de oración, su generosidad pastoral y su influencia social. Fue un gran proyecto que asumieron e inspiraron sobre todo las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano en Puebla y Aparecida”.
Dimensiones de la espiritualidad de Schoenstatt con las cuales el Espíritu Santo enriquece al Pueblo de Dios
“En la Iglesia, nuestro tiempo se caracteriza por la proclamación que hizo el Concilio Vaticano II de la vocación a la santidad y el apostolado de todos los bautizados. Antes del Concilio, y más aún después del mismo, surgieron en la Iglesia numerosos fundadores y fundadoras carismáticos de movimientos y nuevas comunidades con ricas espiritualidades que animan a sus miembros por este camino. Schoenstatt es el precursor de casi todos ellos. Es cierto que se expande una ola de descristianización y que crece en el mundo el número de agnósticos, pero el fermento que ha sembrado el Espíritu Santo en la Iglesia crece vigorosamente. Es nuestra experiencia cotidiana, tanto en Schoenstatt como en otras fundaciones, con las cuales cultivamos vínculos de comunión”, destaca el Cardenal, para mostrar cómo él entiende el “rol” de Schoenstatt en la Iglesia universal – desde “las dimensiones de la espiritualidad de Schoenstatt con las cuales el Espíritu Santo enriquece al Pueblo de Dios”. Dice:
“El amor a la Iglesia que caracterizaba al P. José Kentenich, y su voluntad de vivir “con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”, le inspiraron la fundación de un Movimiento que crece con la bendición de los Papas y la confianza de innumerables obispos. La espiritualidad y la pedagogía de Schoenstatt y sus frutos, presentes y actuantes en la Iglesia a través de las comunidades y los miembros del Movimiento, son una respuesta silenciosa y viva a la prescindencia de Dios en la vida pública, y al distanciamiento de la cultura de los pueblos de la Buena Noticia de Jesucristo.
En este contexto, podemos constatar que son muchas las dimensiones de la espiritualidad de Schoenstatt con las cuales el Espíritu Santo enriquece al Pueblo de Dios. Nombro algunas: la cercanía con el Dios de la vida y de la historia, practicando la fe en la conducción providente de un Dios sabio y misericordioso; la presencia de Dios en las personas gracias a los sacramentos, expresados coherentemente en la vida de quienes son imágenes de Dios y de Cristo; la acción familiar y transformadora del amor de la Virgen María, con la cual se sella una alianza de amor que regala una profunda experiencia de la fe en Cristo y en la Iglesia; la red de los santuarios marianos como lugares de gracias, de oración, transformación interior y envío apostólico, que hace también de la familia un santuario, y aun del propio corazón; el cultivo del encuentro vivo, la comunión y la solidaridad en miles de comunidades fraternas; la responsabilidad por la acción misionera de la Iglesia y por la sociedad.
Hay que agregar, en oposición a quienes privilegian las normas y las prohibiciones en su acción formativa, el bien que hace la pedagogía de Schoenstatt, inspirada en un profundo respeto a la originalidad que Dios da a cada uno de sus hijos, y por eso marcada por la libertad y la confianza, por la gratitud y la alegría del Magnificat, por las promesas del Evangelio y la esperanza, por el servicio generoso y el compromiso discipular y fecundo de quienes portan la cruz, y siempre por el primado de la caridad.
Por propia iniciativa y responsabilidad
No son las estadísticas las que muestran el crecimiento de la Iglesia, dijo Francisco hace poco en una de las meditaciones matutinas en Santa Marta. Vale para Schoenstatt también, por supuesto. Mons. Errázuriz no habla de números, sino de iniciativas libres y personales como distintivo de Schoenstatt:
“En cuanto a la elección de los trabajos apostólicos y profesionales, Schoenstatt se caracteriza por la libertad de sus miembros. Son acciones que realizan por propia iniciativa y responsabilidad, asociándose o individualmente, ya sea acogiendo los encargos que pueden confiarles los obispos y los párrocos, o trabajando en otras iniciativas que inspira y anima el Espíritu Santo. Por eso, es imposible cuantificar tantas aportaciones vivas y renovadoras que hacen laicos, personas consagradas, sacerdotes y obispos que adhieren al Movimiento de Schoenstatt.
Espíritu misionero
Es el espíritu que crea formas. Del espíritu misionero como condición previa sale la variedad de proyectos misioneros y sociales que marca Schoenstatt como Movimiento apostólico. El Cardenal parte de la invitación de Papa Francisco:
“El Papa Francisco invita a toda la Iglesia, especialmente a los jóvenes, a ser apasionados misioneros y a dar testimonio del Evangelio, especialmente de la misericordia de Dios, llegando a las periferias geográficas y existenciales de la sociedad.
Esta exhortación del Papa Francisco es inspirada por el Espíritu Santo al Pastor de la Iglesia universal; por el mismo Espíritu que despierta y ha despertado este compromiso en innumerables católicos, y que ha inspirado a muchos fundadores y obispos a conducir la grey que Dios les ha confiado, por estos mismos senderos”.
Muestra esta variedad de las formas desde el mismo espíritu misionero que se expresa en jóvenes misioneros en Burundi, así como en las misiones, en la Pastoral de la Esperanza para divorciados en nuevo unión, Maria Ayuda, Voluntarias de María, Dequeni… y de nuevo, de la Campaña de la Virgen Peregrina.
Jóvenes misioneros en Burundi
“Con fuerza despertó este espíritu misionero en Burundi cuando el gobierno optó por repartir por el país a los alumnos de numerosas escuelas, lo que desarticuló los grupos de Schoenstatt dejándolos a un paso de su desaparición. No fue así. Sus jóvenes, en forma espontánea y con espíritu misionero, comenzaron a fundar nuevas comunidades en sus nuevos centros de estudio en base a su experiencia, lo que significa que los estudiantes le dan un rostro juvenil al Movimiento”.
Misiones
“Hace más de treinta años, en países cuyo espíritu misionero no había aún despertado, nacieron en Chile, y después en Argentina, en Paraguay y en otros países, las misiones juveniles y las misiones familiares. En estas últimas, padres e hijos parten a misionar a lugares apartados y a barrios marginales donde la presencia de los sacerdotes es ocasional. Durante 10 a 12 días visitan las casas, tienen encuentros y talleres de formación, avivando la fe de quienes reciben a los misioneros y logrando verdaderas conversiones, pero también acrecentando la alegría de ser misioneros en quienes llevan el mensaje de Cristo. Lo mismo ocurre con las misiones juveniles, que movilizan a miles de jóvenes. Es un compromiso que los entusiasma. Con ese ardor misionero han contagiado el trabajo pastoral a universidades, donde son los jóvenes los que buscan los lugares para ira a misionar, y buscan a sacerdotes para que los acompañen”.
Pastoral de la Esperanza
“Como un eco importante a la preocupación del Papa por la situación de la familia, se puede mencionar todo el trabajo pastoral a favor de ella que realizan familias de Schoenstatt en parroquias, colegios y diócesis, y en la formación de nuevas comunidades de familias en el Movimiento, como también los cursos de preparación al matrimonio, y los Centros de la “Pastoral de la Esperanza”, para despertar o reavivar la fe y la participación viva en la Iglesia de los padres que no pueden acceder al sacramento del matrimonio”.
María Ayuda, Voluntarias de María, Dequeni
“Ha sido sumamente fecunda la iniciativa “ María Ayuda” de un sacerdote en Chile secundado por laicos del Movimiento, para acoger y dar educación a niñas menores de edad que buscaban dinero para sus pobres familias sometiéndose a la prostitución en las calles de las grandes ciudades. Ha crecido el número de casas para estas mujeres jóvenes que buscan salir de esa esclavitud. En Argentina surgió una gran asociación: las “ Voluntarias de María” para acompañar y ayudar a enfermos en los hospitales. En Paraguay, otra iniciativa (Dequeni) acoge a niños que son vendedores callejeros para ayudarlos en sus estudios. Un regalo para los 100 años del Movimiento son 100 casas que se están construyendo en Paraguay con donaciones de todo el mundo, para las familias más necesitadas”.
La Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina
“Por último, no quisiera olvidar esa Campaña del rosario de la Virgen Peregrina que brotó en Brasil, que sale a misionar hasta en las periferias de las ciudades y del dolor humano. Lleva la imagen de la Gran Misionera, que es venerada en los santuarios de Schoenstatt como la Madre tres veces Admirable, que une a las familias visitadas, anuda los vínculos con Cristo y con la Iglesia, conduce a la parroquia a la celebración de los sacramentos que no se han recibido, evangeliza mes a mes con nuevos temas catequéticos, y que convierte a muchas familias visitadas en misioneras, deseosas de orar y peregrinar a los santuarios de donde salieron a visitarlas las imágenes de María”.
¿Qué espera el Cardenal Errázuriz del jubileo?
«En este año jubilar, queremos agradecer de corazón este nuevo Pentecostés que hemos experimentado en estos 100 años de vida de Schoenstatt, que ha llevado al Movimiento a hablar tantas lenguas en los cinco continentes, que ha abierto tanto caminos hacia la santidad, de auténtica comunión misionera, como Familia eclesial de Cristo y de la Virgen María, y queremos comprometernos nuevamente con la misión de Schoenstatt y con el envío misionero del Santo Padre».
La ponencia del Cardenal Errázuriz es el texto original para una conferencia de prensa, donde usó una versión acortada en alemán; los demás conferencistas fueron el P. Heinrich Walter, Presidente de la Presidencia General, sobre la estructura de Schoenstatt, Mons. Robert Zollitsch sobre la pastoral familiar, y la Hermana Veronika sobre el programa del jubileo.
Informaciones sobre la Conferencia de Prensa se encuentran, en alemán, en la página oficial del jubileo: www.schoenstatt2014.org
