ECUADOR, Hna. María Gracia. «Héroes de Fuego- Familia de Oro en marcha hacia el 2014»: Este lema iluminó la tradicional Vigilia de José Engling que celebran las Juventudes Femenina y Masculina de Guayaquil y que este año «providencialmente» se unió a la celebración de la Santa Misa por Ecuador en el Santuario Original.
«Como Familia ecuatoriana – consagrada en la patena – nos unimos en torno al Santuario Original y nos comprometimos a entregarnos por él y por la salvación de nuestra patria, como lo hizo José Engling. Él es el héroe que nos muestra el camino hacia el 2014″: con esta consigna, se preparó una vivencia única para este 5/6 de noviembre de 2010.
Un corazón de oro
Con el impulso jubilar que recibimos en la celebración de los 50 años de Schoenstatt en Ecuador entramos al trienio como una Familia de oro – que tiene un corazón de oro – como lo tuvo José Engling. Ese corazón de oro es un corazón «cinco estrellas», que encarna en sí mismo esa cultura de la alianza, expresada en el Acta de fundación y en las estrellas directrices de nuestra pedagogía.
La siguiente frase de nuestro Padre y Fundador sobre José Engling iluminó esta noche en la que nos entregamos por nuestro Santuario:
«En la vida de José Engling encontramos realizado lo que dice Grignion de Monfort acerca de los apóstoles marianos del último tiempo. José Engling es uno ‘de los grandes hombres que vendrán, que María formará y preparará por mandato del Altísimo, para extender su reino sobre los ateos, los idólatras y los mahometanos’. Aquí se trata de hombres que deben considerarse como flechas afiladas en las manos de María… que purificados por el fuego de grandes tribulaciones y unidos íntimamente con Dios, llevan en su corazón el oro del amor, el incienso de la oración en su espíritu y la mirra de la mortificación en su cuerpo». (Del Padre Kentenich sobre José Engling. Texto tomado del saludo del Padre Kentenich a la Familia de Schoenstatt de Essen para el 82º Congreso de los católicos alemanes, del 7 de septiembre de 1968)
Vigilia en Guayaquil y Quito
Desde las 20,00 hs. comenzaron a llegar cerca de 250 jóvenes y 100 miembros de las distintas ramas, Institutos y Federaciones de nuestra Obra de Schoenstatt en Ecuador, para unirse en oración en torno a nuestro Santuario Original. La Familia de Quito también se unió a este momento desde el Colegio José Engling de esa ciudad.
La vigilia comenzó a las 20,30 en torno al Santuario de Guayaquil, con videos de motivación y de impacto en torno a la vida de José Engling como nuestro Héroe de Fuego. Luego tuvimos una hermosa vivencia que llamamos «ruta de fuego», en la que recorrimos diversas estaciones de la vida de José Engling que mostraban la aplicación de las estrellas directrices de nuestra pedagogía schoenstattiana, relacionadas con una parte del Acta de fundación.
La noche estuvo llena de alegría juvenil, entusiasmo y de un inmenso anhelo por entrar como Familia ecuatoriana a nuestro Santuario Original. Esta vigilia fue preparada minuciosamente, con la conciencia de que era un momento histórico para nuestra patria que entraba al trienio pasando por la puerta de nuestro Santuario en Schoenstatt. Fue un regalo poder hacerlo teniendo tan presente a José Engling, quien se entregó enteramente por su Madrecita en el Santuario. Como él queremos ser fieles a la herencia recibida de los primeros.
Una Familia vinculada al Santuario Original
A la medianoche nos preparamos para la Misa con una hermosa adoración al Santísimo, en la que agradecimos por la presencia de Schoenstatt en nuestra patria. Y a la 1,15 con transmisión en directo, celebramos la Santa Misa unidos al Santuario Original. Fue un gran regalo que presidiera esta Misa el P. Ángel Strada, que había estado pocos meses antes en nuestra patria celebrando las bodas de oro de la llegada de Schoenstatt. Todo se nos hacía más cercano. También fue especial ver a miembros de nuestra Familia ecuatoriana que viven en Alemania proclamando las lecturas, guiando la oración de los fieles, cantando. La atmósfera que rodeó nuestro Santuario en esos momentos fue santa, un profundo silencio y recogimiento permitió experimentar que habíamos entrado a nuestro Santuario Original. Todo resultó perfectamente sincronizado, el P. Patricio, que celebraba la Misa en Guayaquil, iba traduciendo lo que el P. Ángel Strada decía en alemán. También nos preocupamos de que hubiera diez ministros de la comunión para no atrasarnos en ese momento con Alemania, ya que éramos 500 personas las que estábamos aquí.
¿Quieren entregarse por el Santuario Original como lo hizo José Engling?
Al final de la Santa Misa hicimos una cadena de fidelidad en torno al Santuario como expresión de nuestra entrega por el Santuario Original. La cadena era enorme, nos tomamos de las manos y con velas encendidas realizamos nuestro compromiso. Allí, a la pregunta que nos hizo el Padre Patricio en nombre de nuestro Padre y Fundador: «Familia del Padre, consagrada en la patena: ¿quieren entregarse por el Santuario original como lo hizo José Engling?», respondimos: «Sí Padre, unidos en la patena, nos comprometemos: tu Alianza, nuestra misión». Para sellar este momento imborrable en nuestras almas, cantamos: «Señor, átame a tu Santuario con lazos que no se rompan».
Después de la Santa Misa y de la cadena de fidelidad había un clima de alegría increíble. Realmente nos sentimos una sola Familia en torno a nuestro Padre y Fundador. Con él vivimos este momento en el Santuario Original, de la mano de José Engling.
A partir de las 2,30, las Juventudes Masculina y Femenina continuaron con las actividades de la vigilia: dinámicas, talleres y el tradicional concierto con el que vimos despuntar el sol.
Realmente fueron momentos de cielo, inolvidables… el comentario general fue: «Estuvimos realmente en el Santuario Original», así lo experimentamos, así lo vivimos desde nuestra patria. Y ahora nos sentimos enviados a hacer vida la cultura de la alianza en la vida diaria, como lo hizo José Engling, nuestro Hermano Mayor.
