Tal vez la apertura del trienio con el grupo más pequeño de schoenstattianos

En la ermita se armó un altar para la ocasión, con todos los símbolos de Schoenstatt que llevó cada una: el Santuario, la Cruz de la Unidad, la imagen del Padre Fundador, una Peregrina representando a la Campaña, una vela, los rosarios de cada misionera como símbolo de los aportes al Capital de Gracias y hasta un piedrita del camino del Santuario Original que trajo una amiga desde Alemania.

Ambas entendimos que a partir de ahora nuestro objetivo es plasmar en nuestra comunidad una cultura de Alianza

Con Candelaria renovamos con mucha emoción la Alianza de Amor, y ambas entendimos que a partir de ahora nuestro objetivo es plasmar, en nuestra comunidad, una cultura de Alianza. Hicimos también la renovación de nuestro compromiso misionero con Marisa y Silvia por otro año más.

Una visita el primer día del trienio

Todo fue providencial, ya que al día siguiente, o sea el primer día del Trienio, llegaron a visitarnos la Hna. M. Catalina, de Mendoza, Betti Tapia, coordinadora diocesana de Bariloche, e Isabel Frei.

Fue un inicio cargado de gracias especiales, las charlas largas y tendidas con ellas siguieron alimentando el fuego que se inició el 18 en la ermita. Nos sentimos en familia desde el primer minuto, si bien con la Hna. M. Catalina nos habíamos encontrado hace muchos años en San Martín de los Andes, no teníamos contacto, y con Isabel y Betti sólo teníamos contacto por correo electrónico. Pero la Alianza une y la Mater ahonda los vínculos entre quienes le han entregado el corazón y el anhelo de santificarse diariamente, y eso no se consigue en soledad, individualmente. El camino se recorre con los hermanos, la vida se enciende en la vida, y como decía el Padre Fundador «estamos el uno en el otro, para encendernos mutuamente».

La Mater está apurada

Los dos días se pasaron volando, eran tanto lo que teníamos para compartir que se nos hizo corto el tiempo.

El encuentro entre las misioneras y luego la charla que la Hna. M. Catalina dio en la parroquia a los padres sobre la importancia de la familia en la transmisión de la fe fueron hermosos y cargados de emociones. Se acercaron varios jóvenes, y en pocos minutos el tema de la Alianza copó la conversación.

La Mater está apurada aquí en Villa La Angostura, de modo que nos pondremos a trabajar lo antes posible para llevarle nuevos aliados.

Te damos gracias, Mater, por este encuentro, por regalarnos esta vivencia de Familia y por renovar en nuestros corazones el ardor apostólico, por actualizar nuestra Alianza contigo. Hemos sellado una Alianza de Amor con la Señora del Amor total e íntegro y seguiremos adelante tomadas de tu mano.