Publicado el 2010-05-13 In Jubileo 2014

Unidos en nuestro caminar hacia el 2014 – Celebrando unos con otros

Sarah-Leah (at the altar) celebrating Argentina's bicentenary with the Argentinean community in SchoenstattSarah-Leah Pimentel. Hace poco más de una semana, entré a la página en español de schoenstatt.de, en busca de algún artículo para traducir al inglés. Me encontré con uno llamado «Patria Nueva», un proyecto apostólico de la Juventud de Schoenstatt de Argentina, cuyo propósito era renovar la sociedad argentina y desarrollar un sentido de responsabilidad por la Nación. El artículo estaba redactado en el contexto del próximo Bicentenario de la Nación Argentina. Lo encontré interesante, lo traduje y lo envié a la Oficina de Prensa sin pensarlo mucho.


May 8, 2010, Original Shrine Una semana más tarde, una fría tarde de primavera, tuve la oportunidad de estar en Schoenstatt en una breve visita de fin de semana. Durante el día escuché que la comunidad argentina de Schoenstatt se encontraría en el Santuario a las 20.00 h. para unirse espiritualmente con sus compatriotas que en ese instante estaban reunidos participando en la Santa Misa a lo largo y ancho del país para agradecer por el Bicentenario y pedir a Nuestra Señora de Luján, Patrona de Argentina, su permanente conducción de la Nación.

Relacionando la celebración en el Santuario y el artículo que había traducido la semana anterior, en el que me había enterado por primera vez de la celebración del Bicentenario de la República Argentina, me sentí involucrada y quise encontrarme con los argentinos de Schoenstatt para rezar por su país en este hito tan importante de su historia. A las 20.00 estuve en el Santuario y fui testigo de algo tan hermoso que me alegré de estar ahí. Me encontré con una pequeña comunidad de personas con un gran amor por su patria que se encontraban para orar y acogerse mutuamente a pesar de estar todos lejos de sus seres queridos en un día tan importante. La celebración fue sencilla y sin ensayos previos, lo que la hizo aún más hermosa. Fue la vivencia de una familia que se encuentra para orar por otros miembros de su familia que se encuentran lejos.

No como visitas, sino como miembros de una misma familia

Get-togethjerEra hermoso ver que, al igual que yo, llegaron otras personas a compartir ese momento de alegría oración con los argentinos, incluso sin hablar español y menos aún entender las oraciones y cantos, que se unieron a la celebración no como simples observadores, sino como miembros de la familia.

El encuentro posterior donde todos pudimos probar algunos bocadillos y el mate, la tradicional bebida argentina, mostró que al final no tenía ninguna importancia que no todos hablásemos el mismo idioma. Como se dijo en la despedida, quedó claro que nadie era extranjero, sino todos miembros de una misma familia, la Familia Internacional de Schoenstatt.

Esta sencilla experiencia del pasado fin de semana, me dio una idea de cómo será el 18 de Octubre de 2014, cuando toda la Familia de Schoenstatt representando diferentes culturas y hablando idiomas tan diferentes, se reúna en el Santuario y en unión con todos los otros Santuarios alrededor del mundo, renueve la Alianza de Amor con una sola voz: la voz de una familia unida.

Mensaje 2014: el don y desafío de la unidad de la Familia

La idea de familia me hizo recordar el Mensaje de la Conferencia 2014 en enero del año pasado y que dio inicio a la preparación para la celebración del Centenario de Schoenstatt. Mientras releía el texto me sentí interpelada por una de las corrientes de vida que se están trabajando camino a la celebración del 18 de Octubre de 2014: El regalo y desafío de la unidad de la familia. En particular, me llamó la atención la aparente contradicción que define la unidad familiar como un regalo y también como un desafío. ¿Cómo algo puede ser regalo y reto a la vez?

Cuanto más lo pensaba, más me daba cuenta que a veces estamos tan envueltos en nuestras propias vidas, en torno a nuestros santuarios individuales, que nos olvidamos que somos una gran familia alrededor de todo el mundo. Quizás el girar permanentemente en torno al yo, nos aleja de nuestra propia familia. De la misma manera que tenemos presente a nuestros familiares pero rara vez tomamos el teléfono para preguntarles como están, nos ocurre con nuestra Familia de Schoenstatt. Sabemos que la Familia está en todo el mundo, pero no nos tomamos el tiempo para averiguar algo más sobre la vida de la Familia en otros lugares.

Salir de nosotros mismos

Nuestra familia internacional es un don de Dios a través del cual podemos compartir experiencias y experimentar un parentesco espiritual difícil de encontrar en muchas sociedades modernas. Pero es también un desafío que precisa el esfuerzo de salir de nosotros mismos para tender la mano a nuestros hermanos y hermanas de Alianza, especialmente cuando están lejos o no hablan nuestro idioma ni comparten nuestra cultura.

Tal vez, rumbo al 2014, encontremos más y más oportunidades, no importa cuán pequeñas o insignificantes, en que podamos acercarnos a otros nuestros miembros de nuestra Familia y compartir sus celebraciones, sus dificultades y la forma única en que la Alianza de Amor se ha manifestado en ellos.

Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

1 Responses

  1. Nella Coto de Montero dice:

    Como miembros de una misma familia….Será muy lindo poder encontrarnos todos para el 18 de octubre del 2014, y sentir esa vinculación de corazones unidos por un solo ideal!

    Esperamos que de Centroamérica podamos ir muchas personas a ese encuentro. Y nuestro anhelo es poder contarles que para ese momento ya tendremos nuestro Santuario en Costa Rica. Que todos los hermanos centroamericanos nos unamos en un solo corazón por Ella!!!

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