Publicado el 2009-12-04 In Jubileo 2014

En Houston no tenemos casa propia para recibirlo, pero ¡qué honor que nos visite!

Rosa Elena Ortega y Angie Santos con el Símbolo del PadreESTADOS UNIDOS, Angie Santos. El Símbolo del Padre, que recorre el mundo para promover la unidad en la Familia de Schoenstatt como preparación al Jubileo del año 2014, visita  Houston, Texas en la semana de Acción de Gracias.

 

 

Visita a Houston - Santuario Hogar de Mary AbbotLa tercera semana de Noviembre en Estados Unidos es una semana muy especial, se siente un ambiente festivo y alegre por todos lados. Es la semana del año en que se le da más importancia a la familia, muchos viajan a reunirse con sus familiares, y aprovechan de compartir y sentarse a la mesa juntos el día de Acción de Gracias.

Justo durante esa semana llegó de visita el Símbolo del Padre a la pequeña Familia de Schoenstatt de Houston. El símbolo del Padre había estado en Texas por más de un mes, recorriendo las diócesis de Corpus Christi, San Antonio, Austin, Dallas, Brownsville, etc. y junto antes de ser enviado al Santuario de Lamar para de ahí partir a Puerto Rico, pasó por esta ciudad donde la Familia de Schoenstatt es aún muy pequeña.

¿Cómo recibir una visita tan especial?

Algunos se preocuparon.. sabían que esta visita es un acontecimiento muy importante, pero ¿cómo organizar algo justo en estos días tan complicados? Pero la Divina Providencia se encargó de fuera recibido con todos los honores del caso y que este sacramental repartiera bendiciones a muchas personas, incluso a aquellas que nunca habían escuchado hablar de Schoenstatt o del Padre Kentenich.

Inicialmente el Símbolo visitó el 24 de Noviembre el hermoso Santuario Hogar de Mary Abbot, líder diocesana del Movimiento en Houston, donde se realizó un momento de oración y los asistentes tuvieron oportunidad de rezar individualmente frente a él.

Grupo de  Familias

Luego de ello el símbolo fue recibido en su Santuario Hogar por Rosa Elena Ortega, quien es una gran apóstol de la Mater en la parroquia de Santa Cecilia quien quedó a cargo de coordinar los encuentros con él. El miércoles 25, víspera del día de ‘Thanksgiving’, el grupo de matrimonios acordó con ella encontrarse en la parroquia, y tener un momento de oración. Para ellos, que tienen muchos niños chicos era un desafío, pero llegaron en su mayoría, con los niños bien abrigados y rezaron y cantaron en torno a un hermoso y grande árbol en el patio de la parroquia. Una oración que fue leída representa bien el sentir de esta pequeña familia de Houston:

«Somos una familia muy pequeña, en sus inicios, y no tenemos casa propia para recibirte, pero ya hemos visto el actuar de nuestra Madre María y tenemos el anhelo de construirle un Trono de Gracias, un Santuario en esta hermosa ciudad. Y queremos aprovechar las gracias de conquistarlo en este tiempo de preparación al Jubileo de los 100 años de Alianza que se cumplen en el 2014.Te pedimos las gracias que necesitamos para crecer, para comprometernos más con tu misión de Schoenstatt. Esta visita a nuestra tierra, crisol de nacionalidades, de corazón generoso, llega en la semana de Acción de Gracias y por ello tenemos mucho que agradecerte.»

Invitado especial en Liturgias Solemnes

Luego de ello, el Símbolo del Padre era el invitado especial al momento de oración y adoración semanal que el Padre Vicente Agila lleva a cabo en la parroquia de Santa Cecilia para las personas de habla hispana. A pesar de ser la víspera del día festivo, llegaron muchas personas, y el Símbolo del Padre ocupó un lugar destacado delante del altar. El padre Vicente, ecuatoriano, está muy vinculado al Santuario de Guayaquil, es muy amigo de las Hermanas Marianas en esa ciudad, y es un gran apoyo para la Familia de Schoenstatt en Houston, celebra las Misas de Alianza cada 18 en Santa Cecilia y los apoya en cada iniciativa.

En su introducción presentó a todos el símbolo del Padre como un gran regalo. Le dio gran importancia a que es un símbolo que estuvo en las manos del Padre Kentenich, dijo «Es como cuando una madre acaricia a sus hijos, es como la expresión visible de una madre, de un padre. Los cristianos tenemos sueños y uno de los sueños del Padre Kentenich es el sueño de la unidad, es el sueño de Jesús, como lo dice en el Evangelio de San Juan, «Que todos seamos uno como Tú y yo somos uno». Doy gracias por tener este signo de tantos años de historia, pues en el 2014 se celebran 100 años de historia de amor de Dios para con el Padre Kentenich y su Familia».

Luego de la hora de oración y adoración, pidió a Rosa Elena que contara un poco más sobre este símbolo y al final invitó a todos a que pasaran a rezar y venerarlo. Se formó una fila y los asistentes, algunos schoenstattianos y muchos que nunca habían escuchado de Schoenstatt, pasaron reverentemente a tocar el símbolo, a rezar ante él o tomarse fotos junto a él.

Familia CaylorAl día siguiente el Símbolo fue también parte importante de la Santa Misa que el Padre Vicente celebra cada Jueves a las 7:00 pm para pedir por los sacerdotes y por vocaciones sacerdotales. En esa Misa además se entrega la Virgen Peregrina de Schoenstatt a 10 familias que la llevan a sus casas durante la semana. Como era el día de Acción de Gracias, el Padre había animado a muchos a venir a la Misa y estaba más llena que si fuera una Misa de Domingo. El Símbolo del Padre fue llevado solemnemente en la procesión de entrada, en la que también participaron miembros de la Familia Caylor, que habían llevado a la Misa el banner de Schoenstatt de Houston. El Padre en la Homilía hizo una reflexión hermosa sobre este símbolo, sobre este Padre Dios que nos mira, que siempre está pendiente de nosotros, y recordó cómo delante de este símbolo, que representa a Dios Padre, en el Santuario de Guayaquil encontró su vocación cuando tenía 18 años.

Luego de la Santa Misa sucedió algo emocionante, en vez de salir rápidamente como siempre lo hacen, los asistentes en su gran mayoría hicieron una larga fila delante del símbolo para venerarlo con mucha devoción y amor.

Los siguientes días el símbolo recibió visitas en el Santuario Hogar de Rosa Elena y también visitó algunas otras reuniones de miembros del Movimiento.

Entre los testimonios recogidos están la gran impresión que causó ver a personas maravillarse con el símbolo, incluso sin saber nada de Schoenstatt, y el cómo la presencia del Símbolo del Padre ayudaba a crear una atmósfera sobrenatural de reflexión y oración. Todo esto es una prueba de la fuerza de este sacramental, y de que las gracias recogidas a través de los años son palpables.Santuario Hogar Rosa Elena Ortega

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