ALEMANIA, Renate Siebenkäs •
Adviento. Tiempo de espera, de anhelo de la luz que quiere desplazar las tinieblas de la fe y el tiempo de aprender a ver con el corazón para convertirnos en portadores de luz. Tan cerca de la Nochebuena, cuando María nos da la luz del mundo, la última celebración de la Alianza del año, el 18 de diciembre, siempre tiene un brillo navideño particularmente especial – aunque cada renovación de la Alianza de Amor en Adviento esté “cerca de la Nochebuena”. Pero María no es el centro, se trata de volver a traer a Jesucristo al mundo con Ella. —
Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad. Si tu cuerpo está enteramente iluminado, sin parte alguna oscura, será tan enteramente luminoso, como cuando la lámpara te ilumina con su fulgor.
Lk 11,35-36
Estas dos frases del Evangelio abarcaron la noche de la alianza como un brillante arco de luz.
La luz de la paz de Belén
Luz de la paz de Belén, delante a la izquierda
Al comienzo de la Misa de la Alianza, el celebrante, P. Martin Emge centró su atención en la luz de la paz, que la Sra. Hildegund Kreppel de Oberleiterbach acababa de llevar a la capilla de la casa. Y explicó esta iniciativa, que existe desde hace 30 años.
Gracias a los Boy Scouts, la luz de la paz de Belén se distribuye en Alemania. Martin Emge preguntó: “¿Cuál es el secreto de esta campaña? ¿Por qué sigue teniendo tanto éxito que tanta gente lleve esta luz de paz a sus salones y la deje brillar allí?
En 1986 nació en un estudio de la Radiotelevisión de Austria (ORF) una idea que ahora ha trazado un rastro de luz por toda Europa: una luz de Belén debe viajar por los países como mensajera de paz y anunciar el nacimiento de Jesús, como dice en la página de inicio de “Luz de la Paz de Belén”:
La campaña Luz de la Paz en Alemania se remonta a la iniciativa “Luz en la oscuridad” de la emisora austriaca ORF. Cada año, un niño austriaco enciende la luz de la paz en la gruta del nacimiento de Jesús en Belén.
El sábado antes del tercer domingo de Adviento, la pequeña llama de la esperanza será transmitida a las delegaciones internacionales de Boy Scouts en una ceremonia ecuménica de envío en Austria. Los scouts llevan la luz desde allí, a Europa y más allá, a muchos países del mundo.
También a Marienberg el 18 de diciembre.
El anhelo por la luz es grande
Renate L. tiene 101 años. 101 años de luz
El anhelo de la gente por la luz es grande. Muchos están experimentando una gran oscuridad durante este tiempo. Los problemas parecen irresolubles y se acumulan. Se requiere armonía, calidez y orientación, que aportan luz.
«La luz debe estar en el candelero; queremos ver esta frase desde una perspectiva diferente», dijo Martin Emge en el sermón. Dejemos que un candelero brille dentro de nosotros en nuestros pensamientos. Imaginemos que ya hemos recibido esta luz en el bautismo. Es la luz de la fe, la esperanza y el amor. Esta luz crea un toque interior. Nos permite ponernos en contacto con Dios. Él ha colocado la luz dentro de nosotros y quiere que irradie desde nuestro interior.
La Navidad quiere ser una celebración que haga que a todos se les iluminen los ojos desde dentro. Éste es también el programa del Evangelio de Lucas. Cualquiera que acepte a Jesús en sí mismo ya no podrá guardar la luz para sí mismo. Está invitado a compartirla.
La experiencia demuestra: cuanto mayor es la necesidad, mayor es el anhelo de luz. Esto quedó especialmente claro durante la época del coronavirus. Pero eso también ocurre cuando el matrimonio se rompe después de 12 años, cuando las deudas de juego son interminables, cuando una operación de rodilla es inminente, cuando un pariente querido muere repentinamente. Entonces es grande el anhelo por la luz pascual.
Martin Emge se refirió a continuación a la luz que brilla a través de muchas estrellas desde una bola de arcilla que se encuentra frente al altar. Una hermosa imagen para el fragmento del Evangelio y nuestra misión navideña de ser portadores de la luz de Belén. Si llevamos visiblemente la luz, nos dejamos contagiar y contagiamos a los demás.
Con la luz de la paz al santuario
Al finalizar de la misa todos recibieron una luz de la paz con la que peregrinar al santuario.
Y mientras las luces brillan, dejo actuar una luz especial. Porque hay una fuente de luz que anhelo más. Aquí en el santuario este anhelo se ve satisfecho. El marco de luz que rodea a la Madre Tres Veces Admirable brilla constantemente, durante todo el año, y es muy acogedor en cada visita.
Y me quedo en silencio, contemplando a nuestra madre María con su hijo, que me atraen fuertemente en su marco de luz. Con un suspiro llevo mi anhelo de luz a la Madre Celestial.
Sí, hay un gran anhelo de simplemente sentarse en el santuario, sumergirse en la luz de las velas y sentir: Aquí está mi Madre, Ella me está esperando. A Ella le interesa todo lo que me mueve. Y en Navidad nos trae el regalo más grande de la humanidad: el Hijo de Dios.
En la Alianza de Amor estamos muy unidos a la Madre Tres Veces Admirable. Puedo llevarle mi anhelo insatisfecho de luz. En ella hay espacio para todos los deseos.
El santuario estaba bañado por el mar de luces de los cirios de la paz de Belén, brillaban los cirios del altar y el marco luminoso. Se nota un ambiente muy hogareño.
Los papelitos con los aportes al capital de gracias fueron quemados a la luz de la luna. Aún más luz.
La luz de Belén, la luz de las alegrías, las preocupaciones y las acciones de nuestra vida cotidiana permanece en el santuario y permanece como una luz resplandeciente de paz en el corazón de los presentes, va con ellos en la oscuridad de este diciembre de 2023.
Desde Marienberg, cerca de Bamberg, deseamos a todos los lectores una experiencia navideña luminosa y radiante. Cuando miremos la luz de las velas, recordemos que nosotros también podemos convertirnos en luces, y distribuyamos la luz generosamente.
La luna como un gran candelabro
