Publicado el 2013-07-20 In Vida en alianza

¡Participamos!

BRASIL, Mechthild Jahn y Renate Dekker. Eu rezei este terço por você» – «Recé este rosario por ti», este es el lema de uno de los muchos proyectos de la JMJ, que comenzará en Río dentro de pocos días.

 

Estando aún en Alemania, hemos leído en la página Web de la Juventud masculina de Schoenstatt (JUMAS) acerca de la acción «Eu rezei um terço por você» (Recé este rosario por ti). La idea es que cada uno de los miles de jóvenes que durante la JMJ participen en las catequesis en el Santuario de Río de Janeiro, reciban un rosario que fue rezado por ellos. Por lo tanto, antes de nuestro viaje de regreso a Brasil – justo a tiempo para la JMJ – dejamos en Schoenstatt los rosarios que rezamos por los jóvenes caminando al Santuario Original o dentro del mismo. Supimos que los participantes de Alemania y de otros países que pasaron por el Santuario Original yendo hacia Río llevaron consigo estos rosarios a la JMJ.

Jóvenes y adultos empeñados por la JMJ

Cuando llegamos a Brasil el pasado 23 de junio y fuimos saludadas cordialmente por todos, contamos de la acción de los rosarios. Para sorpresa nuestra, todos los que escucharon querían participar con mucho gusto, convocaron a los vecinos y entusiasmaron a más gente. Un sencillo matrimonio de pescadores, en la playa, eficaces orantes pero que casi no sabían leer y escribir, le pidieron a Renate que escribiera la dirección de ellos, pues querían firmar con su nombre.

Un paciente de hidrofisioterapia escuchó casualmente, en la recepción de la piscina, mi conversación con la secretaria sobre la acción de los rosarios. Más tarde, ya en la piscina, nos dijo que pertenecía a un movimiento católico en la vecindad y quería saber exactamente de qué se trataba, mostrando mucho interés. Quiso llevar enseguida siete rosarios para él mismo y para un grupo de jóvenes dirigido por su cuñada.

Cuando volvimos a casa después de varias horas de nuestra «acción apostólica en la calle», nuestra caja con rosarios estaba vacía. Al día siguiente salimos en busca de rosarios, algo que resultó difícil en nuestra pequeña ciudad, pues no los tenía la santería de «Agostinho», junto a la parroquia y a la secretaría parroquial, y lamentablemente no habíamos traído el material necesario para hacerlos nosotras mismas.

Participan las Familias

Los días siguientes continuó la intensa búsqueda para comprar rosarios, que se iban «como pan caliente». En cada caso se producía una interesante conversación. Hasta los niños vecinos querían colaborar. Una niña de seis años mostró muy entusiasmada un rosario y rezó un Avemaría para mostrarnos que ya podía colaborar.

El canasto

¡Después de ocho días, llegó «el día de la colecta»! Se recogieron los rosarios ya rezados. Entonces hubo más preguntas, más informaciones, más anhelos. Y de nuestra pequeña parroquia San Miguel, en Florianópolis, dos chicas viajan a Río. Se alegraron especialmente porque rezamos por los participantes de la JMJ. Una de ellas sencillamente se alegró porque su abuela había colaborado con el rezo del rosario, pero ella le dijo categóricamente: «Recé por mi sobrino. Él necesita mi oración». Le respondimos que los rosarios serían enviados a los jóvenes y que no podríamos decirle quienes los recibirían; pero reiteró que rezaría por su sobrino, por lo que le confirmamos que esa era una buena intención. Una mujer conocida nos impactó con sus palabras: no rezo solamente por uno, rezo por todos.

Para ti, Madre mía…

El primer canastito lleno lo presentamos a la Mater en nuestro Santuario del Hogar «Semillas de Esperanza». Un día después nos enteramos que ya habían llegado a Río ochenta mil rosarios rezados.

En el Santuario del Hogar de la familia D.

La Mater vio también los rosarios rezados en otro Santuario del Hogar. Nuestra familia vecina, de origen polaco, algo cansada de rezar y celebrar, se mostraba feliz. ¡Rezaron diariamente el rosario!

«Me hago cargo del franqueo»

Dos mujeres muy religiosas (aquí se dice: muy católicas) preguntaron por el franqueo y espontáneamente se hicieron cargo de pagarlo. Entre tanto ya ha sido pagado el franqueo del primer paquete. Por lo tanto ¡participamos! Y muy concretamente.

Y vayan…

Fuimos dos veces al correo para enviar los rosarios a Río para los jóvenes que llegarán al Santuario de Schoenstatt. Al cabo de una semana el número de rosarios había llegado a 63.

Como alentamos a la gente a dar su dirección, ahora tenemos la curiosidad de saber si alguno de los que rezaron esos rosarios recibe alguna respuesta, llegada de algún lugar del mundo, de un joven participante en la JMJ.

Una idea genial: ¡Recé un rosario por ti!

Para nosotras era importante que la gente no fuera informada solamente por los medios acerca de la JMJ, sino que colaboraran y pudieran decir: participo. Así como Doña Eli, que dijo: «Cuando pienso que uno de los muchos jóvenes recibirá mi rosario, se me pone la piel de gallina». Se paró delante de nosotros y se frotó los brazos como si sintiera frío.

En Aparecida

Hemos enviado una lista con los nombres de todos los participantes en esta acción al Santuario nacional de Brasil, Nuestra Señora Aparecida, donde se rezará especialmente por todos los que se hayan registrado allí, hasta el 14 de julio, en la Santa Misa celebrada por el Papa. También alegró a los que rezaron los rosarios que les hayamos informado de esto y que los invitáramos a registrarse. Porque casi nadie sabía allí de esta posibilidad. ¡Y las intenciones son muchas!


Original: alemán. Traducción: aat, Argentina

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BRASIL, Mechthild Jahn y Renate Dekker. Eu rezei este terço por você» – «Recé este rosario por ti», este es el lema de uno de los muchos proyectos de la JMJ, que comenzará en Río dentro de pocos días.

 

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