ARGENTINA, Diana Zunini. Los representantes de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, del Santuario Madre y Reina del Pueblo, en Paso Mayor, arquidiócesis de Bahía Blanca, celebraron su jornada anual el 25 de mayo.
Desde temprano comenzaron a llegar los misioneros al salón de la catedral de Bahía Blanca, adornado para festejar también la fiesta patria. Se hicieron presentes misioneros de Hilario Ascasubi, Algarrobo, Río Colorado, Cabildo, Punta Alta, Monte Hermoso, Pigüé, Carhué, Cerri, Ingeniero White y Bahía Blanca de las parroquias de Luján, San Cayetano, Santos Pedro y Pablo, Ntra. Sra. del Carmen, Villa Rosas, Sta. Teresita. Mientras charlaban, se daban la bienvenida y buscaban su lugar los misioneros, sonaba la canción ¿Dónde está María? Una misionera emocionada dijo “aquí está Maria, en mi corazón”. Entró la bandera y todos rezaron la oración por la patria, con vítores: ¡Viva la Patria!
La clave es el encuentro con la persona de María
El P. Juan D’Amico comenzó con la charla “Fe y misión del peregrino y misionero de María: Don João Pozzobon”.
Animó a profundizar el conocimiento de Don João ayudados por el libro: “Peregrino y misionero de María” del Padre Esteban Uriburu y Mario Tuber.
Presentó a Don João “no sólo como un hombre bueno, no sólo peregrino, sino un hombre con convicciones firmes y claras, con una actividad pastoral, un pastor a la manera de Jesús, que se preocupaba por el otro, atento a la vida de la gente y del mundo”. “Llevó adelante una estrategia pastoral que aprendió de María”, su idea era “reunir a la gente, al rebaño, sin prejuicios, todos entraban en su proyecto y una manera sencilla de convocar a la gente era el Rosario”.
Preguntó cuáles son las “fuerzas fundamentales de Schoenstatt que se tornan eficaces en la Campaña”. Como dijera el Padre Kentenich en 1964, al hablar a los teólogos sobre la Campaña, el Padre Juan recalcó: “la fuerza está en luchar por el reino que nació el 18 de octubre de 1914, el Santuario, la Alianza de Amor con María que cobija, transforma y regala fecundad”.
“Don João aprendió de María. María como garante de lo auténticamente humano hizo la peregrinación de la fe, fue encontrando respuestas en su vida”. “Las caminatas aseguraban la fe de Don João, iba descubriendo la fe de la gente”. “Él rezaba, pero su oración fundamental era escuchar y ver; atraer al pueblo a la Madre. La clave es el encuentro con la persona de María”.
No tener miedo a misionar, la fuerza la regala el Espíritu
Luego se leyó el texto del Evangelio de la Visitación y se eligieron siete características del amor del misionero: amor orgánico, audaz, alegre, servicial, con vínculos profundos, con la fuerza del Espíritu, contagioso. Reunidos en grupos, los misioneros trabajaron con el libro “Peregrino y misionero de María” para descubrir en la propia vida y trabajo misionero esas actitudes de María y su hijo Don João.
Luego del rico intercambio se realizó un plenario con propuestas y conclusiones:
“Es importante rezar y también invitar a muchos a peregrinar al Santuario. No olvidarse de estar atentos a las necesidades materiales”; “ser audaz, como lo fue Don João en las pequeñas cosas, él fue audaz en las caminatas de noche, con mal tiempo… Nosotros tenemos que ser audaces en cambiar la estrategia pastoral si no da resultado, en tener paciencia, en saber esperar”. “Para poder vincularnos primero tenemos que escucharnos mutuamente, el Santuario regala la fuerza para anudar vínculos profundos, para saber escuchar, para perdonar”; “alegrarnos siempre, Dios está enamorado de nosotros, no tener miedo a misionar, la fuerza la regala el Espíritu”.
Reencender el fuego del primer amor
Luego del almuerzo, Rosario Morón, de Carhué, contó la coronación de la imagen de la Mater que está entronizada en la parroquia “Nuestra Señora de los Desamparados”, festejando los veinticinco años de misión con la Virgen Peregrina de los misioneros de la localidad. Ella rescató muchos testimonios escritos de los primeros tiempos de esa comunidad, como por ejemplo el cuaderno de visitas de la primera misionera. Se presentaron también fotos ordenadas y comentadas por Mónica Lambrecht, una de las primeras; Rosario recordó que las fotos dicen más que mil palabras.
También invitó a rezar por los jóvenes de la “Fazenda de la esperanza Ntra. Sra. de Schoenstatt”, un lugar de recuperación de adictos que funciona en Vatteone, a 17 Km. de Carhué, donde en 1956 fue bendecida la primera ermita de la Mater en la diócesis. Como se pueden realizar visitas programadas, animó a los misioneros: “los jóvenes necesitan que los visiten y acompañen con pautas acordadas por la institución”.
Ayelén Valle y su hijo Joaquín contaron la experiencia de “Joaco” en la escuela como misionerito: desde hace dos años Joaquín, de 10 años, que se consagró misionero en la escuela Martínez Zuviría de Río Colorado, lleva la Mater a sus compañeros, “ así la Mater va pasando de grado, año tras año”.
A continuación contaron su experiencia las misioneras Hilda, de Ascasubi, y Nidia, de Algarrobo, que participaron de la jornada de pastoral de ermitas en Paraná. Destacaron que ni bien llegaron se “sintieron como en casa, como en una verdadera familia”, que aprovecharon todos los momentos y reencendieron el fuego del primer amor cuando se consagraron a la Mater.
También Mirta Siliquini, del grupo de madres, dio su testimonio de lo vivido en la jornada “Nuevos Vientos – zona pampeana sur” realizada en Mar del Plata.
Cuando llegó la hora del baile, un grupo de danzas folclóricas .regaló un momento de alegría.
Renovación del Compromiso misionero: “Alguien me está esperando”
Todos los misioneros fueron invitados a renovar su compromiso de llevar la imagen a alguien que no conozca a María y recibieron una estampa con la frase “Alguien me está esperando”. Rezaron: “Querida Madre y Reina del Pueblo, hoy frente a tu imagen peregrina queremos renovar nuestro compromiso misionero. Como tu hijo Don João, nosotros, como pequeños instrumentos nos ponemos en tus manos, queremos brindarte oportunidades para que puedas manifestarte en todos los ambientes; con un amor orgánico con nuestro testimonio y oración, con audacia y alegría contagiosa; queremos formar una comunidad de vínculos profundos animados por la fuerza del Espíritu, capaz de incluir a todos los hermanos, especialmente a aquellos que son olvidados, marginados, perseguidos, y regalarles nuestro amor cálido y fecundo. ¡Madre edúcanos para cumplir nuestra Misión! Amén”.
Durante la jornada estuvieron también presentes los Padres Daniel Jany y Adrián Martínez.
La jornada concluyó con la Santa Misa celebrada por el Padre Juan D’Amico seguida de unos mates con torta, cuando ya anochecía.
