Publicado el 2012-06-04 In Vida en alianza

Una visita a Dachau

ARGENTINA, Juan Barbosa. Un cielo plomizo con una pertinaz llovizna que no cesó durante todo el día, fue el marco que acompañó la visita a lo que fue la “ciudad de muerte, de locos y esclavos, del infierno de Dachau”, tal como lo llamó a ese lugar el propio P. José Kentenich. El prisionero Nro. 29302 que, en la Barraca 26 estuvo tres largos años en ese campo de concentración, fue uno de los 2.579 sacerdotes católicos que compartieron ese infierno, habitado por más de 200.000 prisioneros a lo largo de su espantosa historia.

 

 

Llegando al lugar

El trayecto que separa Coblenza de Munich hoy se realiza en poco más de 4 horas, paradas incluidas, en cómodos trenes que llegan a viajar a 200 Km/hora sin que la velocidad llegue a sentirse, ya que están climatizados e insonorizados. Distintas e imposibles de imaginar, a las condiciones infrahumanas en que eran trasladados los prisioneros en aquel entonces…En Munich se realiza un trasbordo a un subte que, en combinación con un colectivo de línea, completa el traslado a la puerta misma de El Infierno, hoy, un predio sumamente cuidado que refleja el respeto por la historia sin esconder al visitante ni un solo detalle. No se cobra entrada y un servicio de audioguía permite no solo imaginar, sino conocer, en detalle, cada uno de los rincones de este lugar, un símbolo de lo que el hombre puede realizar al deshumanizarse…

Celdas, fotos, museo y barracas

La audioguía permite al visitante adentrarse en la historia y vivir cada rincón con una crudeza llamativa e hiriente (no se ven sonrisas entre los visitantes a Dachau). Los prisioneros, al traspasar la conocida puerta de hierro con la inscripción “ARBEIT MACHT FREI” (el trabajo hace libre /el trabajo los hará libres) continuaban en su degradación, pero ahora con mucho más fiereza. No se dejaba aspecto dañino sin realizar, toda la imaginación estaba puesta hacia la destrucción sistemática de la persona…Un verdadero e inimaginable Infierno.

El hacinamiento en las 30 barracas, construcciones de madera y piedra de 10 m. de ancho por 100 m de largo flanqueando un camino central, puede verse en la reconstrucción de los “dormitorios”, inhumanos cajones que en tres pisos le daban al prisionero sólo un estante para disponer.

El área de crematorios y “duchas”, permite un encuentro muy cercano con el horror e invita al visitante a unirse en oración junto a los miles y miles que desde allí han partido

Al final del camino tres lugares de oración, para los cultos católico, judío y protestante sellan el límite de este Infierno.

En un terreno anexo, ubicado a continuación del camino central, el “Convento de carmelitas de la Preciosísima Sangre de Dachau” (erigido y fundado en 1964) permite un encuentro con Dios, un lugar de oración, recogimiento e interiorización, tal como se define al mismo. En la Capilla se venera la imagen de la Virgen María que estaba en la capilla de la Barraca de los sacerdotes.

El P. Kentenich, una enorme personalidad

Muchas son las conclusiones que una visita a este HORROR se agolpan por salir. Entre ellas: lo que es capaz el hombre cuando pierde su naturaleza; la destrucción sin límites a la que puede arribar; el odio como motor hacia la muerte, y muchas más…

Lo que sí no puede imaginarse, es que alguien, en esa “ciudad de muerte, de locos y esclavos, del infierno de Dachau” (PK), pueda haber predicado retiros, escritos miles de estrofas, algunas de las cuales integran el libro de oraciones Himmelwaerts (“Hacia el Padre”), fundado el Instituto de los Hermanos de María, el Instituto de las Familias de Schoenstatt y, entre tanta muerte y destrucción, concebir la idea de transformar el Movimiento de Schoenstatt en una organización internacional, fundando entonces, con sacerdotes de diversas nacionalidades, la Internacional de Schoenstatt .

Fueron muchas otras las actividades que el P. Kentenich (“Un Profeta de María”, P. Esteban Uriburu, editorial claretiana) desarrolló en ese Infierno por lo su enorme personalidad toma una dimensión mucho mayor todavía luego de adentrarse en este horror que ha vivido.

Diariamente a las 15,00 hs. suena una campana que recuerda a todo el mundo que esto ha sido un verdadero HORROR, que el hombre debe recordar lo que es capaz de hacer cuando se reviste de ODIO y que, como dice en cinco idiomas una inscripción en el monumento votivo… ”NEVER AGAIN”.

7 Responses

  1. Olga de Bolaños dice:

    Juan, ¡qué descripción! me he remontado al momento y no puedo casi ni imaginar las circunstancias en las que el PK pudo realizar tanto por Schoenstatt. Solamente personalidades especiales como la suya pueden hacerlo y siempre en la filialidad y confianza con su Reina y Victoriosa.
    Pongámonos también nosotros "En la Confianza Divina" para decirle a la Mater, si quieres……"ADSUM".

  2. isabel dice:

    Querido Juan: gracias por tu relato, tus palabras nos hacen reflexionar sobre el amor incondicional del P. Kentenich al Movimiento, y también dar gracias a Dios por la libertad que aún tenemos y rezar por tantas vidas que allí se perdieron.

  3. hma - Argentina dice:

    El clima de Dachau es opresivo aún hoy. Excelente relato de Juan Barbosa. Todo es un horror. Dachau, Milwaukee,"los años ocultos" de la vida del Padre Kentenich muestran la grandeza inabarcable de su personalidad, lo que puede la fuerza transformadora del amor – tanto el de su madre,el de su familia,el de la Mater – y de la fe en la providencia paternal de Dios para formar un hombre tan extraordinariamente equilibrado. Tan santo. Tan cercano a nosotros y a la vez lo suficientemente distante como para ser una estrella que marca el rumbo. La experiencia de Dachau despierta una enorme gratitud, un anhelo de responder a la entrega del Padre con un compromiso mayor por su misión. Históricamente fue el impulso para sellar una alianza con él, en 1947, en estas latitudes.

  4. Rosario de Armas dice:

    Felicito al Sr. Barbosa por tan brillante desacripción.
    Digno ejemplo de las maravillas que el Espíritu Santo puede obrar en un alma tan pura como el del P. Kentenich, rodeado de tanta miseria humana. La Mater hace maravillas en quienes se entregan a su cobijamiento.

  5. Delia Navarro Castex dice:

    Gracias Juan por esta vivencia que nos une al 20 de enero.

  6. Marta y Carlos Gabetta dice:

    ¡Que buena síntesis de lo que se siente en ese lugar! donde, coincidimos, uno aprende a dimensionar lo extraordinario de la personalidad de nuestro FUNDADOR. Solo alguien que se sabe niño e hijo predilecto de Dios Padre puede soñar y contagiar ideales en medio de semejante horror.

  7. Clara Barbosa dice:

    Me causo una gran emocion. Las lagrimas casi no me permitian leer nitidamente y pense que no llegaba al final.Que grandeza de hombre!. Gracias por permitirme conocer y compartir esto!

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